En el Foro Latinoamericano de las Ideas se dio a conocer la primera empresa de Paraguay que cuenta con 900.000 créditos de carbono emitidos, lo que a su vez reduce las emisiones por deforestación, permite proteger el ambiente y genera ingresos.
La experiencia es de Atenil S.A. que se dio a conocer en el marco del desafío que tiene América Latina de lograr la Recuperación Verde y generar un desarrollo más sostenible y amigable con el ambiente.
El crédito de carbono se trata de un concepto nuevo y un modelo de negocio innovador que “busca un equilibrio en el mundo y de esta forma seguir produciendo alimentos para el mundo desde el país”, según Kiantar Betancourt, presidente de la compañía. La empresa tiene unas 200.000 hectáreas en el Chaco Paraguayo que utiliza para este efecto.
Los árboles que son deforestados tienen una cantidad de carbono que son emitidos al ambiente y es eso lo que tiene un precio, “es darle aún más valor a los árboles e incluso ponerles un precio. Esto reduce la deforestación y la degradación de los bosques y al contrario protege el verde del país”, dijo el profesional del ambiente. Con esta modalidad se da una conservación de los árboles incluso superior al 30% como estipula la ley paraguaya, según sus estimaciones.
Mercado genera gran volumen e interés internacional
Marco Cerezo, referente ambiental y en conservación de la región, otro de los consultores presentes en el Foro, dijo que “ya existe un mercado global interesado en ese sector, hay un sector de créditos de carbono que mide hoy un volumen de más de USD 4 mil millones, hay bolsas de transacciones, agencias de mercadeo como la de Guatemala en la que se generaron más de 6 millones de créditos que son ingresos para campesinos de ese país que antes no generaban absolutamente nada. Estimo que en el predio de Atenil el volumen de negocio a través de este rubro puede llegar a ser de unos USD 300 millones. Esto permitirá más empleo, más desarrollo y un gran apoyo a toda la comunidad de esa región del país”, sostuvo.
Como referente ambiental destacó la iniciativa de la empresa Atenil indicando que servirá como un modelo para la región y que marca las pautas de hacia dónde debe ir el mercado.
Betancourt asimismo agregó que tanto ganaderos, sojeros, agricultores y de diversos otros sectores del Paraguay se encuentran muy interesados en replicar este modelo y poder introducirse a este nuevo formato de negocio.
“Tenemos una estimación de 35 millones de toneladas de carbono en nuestra zona, basado en un trabajo científico de cálculo de biomasa en el bosque que será una gran tendencia en el futuro cercano. La firma se encuentra realizando la medición de hectáreas por emisión de carbono y la eficacia de los primeros pasos de apostar a esta iniciativa”, expresó.
Esta dinámica se da en un mercado voluntario en el que las empresas por iniciativa propia ofrecen una compensación económica por la emisión del carbono que emiten.
“Esto da otro camino de negocio hacia lo sustentable como es el caso de Paracel, una inversión millonaria reciente en el país, los ganaderos están dispuestos a hacer ese tipo de negocio con el uso de su tierra, logrando también un equilibrio, si ven que se puede ganar dinero o generar empleo plantando árboles o cuidarlos, lo harán”, comentó Betancourt.
La empresa, de hecho, tiene previsto contratar mano de obra como guardabosques, Ingenieros forestales, cortafuego, tractorista, quienes hagan señaleros, los alambrados, mantenerlo cuidado, evitar quemazones y tendrá un enfoque de un programa social muy fuerte.
“Estamos viendo cómo vamos a vender y poder materializarlo, proteger nuestros recursos y que por ejemplo unas 200 toneladas de ellas puedan convertirse en 200 créditos de carbono, debe haber un compromiso real ya que se trata de un proyecto de largo plazo de 30 años y para ello el trabajo con el gobierno debe ser clave, para que exista seguridad jurídica y también para avanzar en la conversación de la protección del ambiente en un desarrollo más sostenible”, dijo el presidente de la compañía Atenil.
El referente ambiental indicó además que existe una responsabilidad social y legal muy fuerte y no solo es analizar cómo monetizar ya que incluso para cuidar grandes propiedades de tierra hay costos de mantenimiento para ello. Las áreas de trabajo que priorizan son el de la biodiversidad forestal, el social con el manejo de los recursos naturales y el de la seguridad para evitar el uso o explotación de las propiedades de forma ilícita.