Esta bebida junto con sus derivados como el yogur y el queso son aportantes de nutrientes, calcio y vitaminas A, B1, B2, B12 y D recuerdan desde el Ministerio de Salud.
En conmemoración del Día Mundial de la Leche, la cartera sanitaria recordó los beneficios del consumo de leche durante las distintas etapa de crecimiento del ser humano, especialmente en:
-Los niños y adolescentes: porque se encuentran en un periodo de crecimiento acelerado y lo necesitan para formar bien sus huesos y dientes.
- Mujeres embarazadas y en periodos de lactancia: para cubrir las necesidades tanto de la madre como del hijo, es un vehículo ideal para el enriquecimiento y la fortificación con calcio y la vitamina D.
- Mujeres en la etapa de la menopausia: ayuda a equilibrar las pérdidas de calcio de los huesos debido a la disminución de hormonas, evitando de esa manera la osteoporosis, o debilidad de los huesos, que con frecuencia provoca fracturas de cadena.
- Adultos mayores: debido a su consistencia (líquidos, blandos) los lácteos son una buena opción para incluir proteínas de buena calidad, calcio y vitamina D en la alimentación regular en esta edad.
El consumo de leche ayuda a fortalecer los huesos, dientes y reduce el riesgo de osteoporosis o debilidad de los huesos en la edad adulta. Aporta nutrientes como proteínas, calcio, vitaminas A, B1, B2, B12 y D. Las proteínas que aportan son de alto valor biológico, y son necesarias para la formación de tejidos y el mantenimiento del organismo.
Puede consumirse de distintas maneras, sola o combinada con mate cocido, café o té, licuado de frutas con leche, crema de maicena, mazamorra o arroz con leche.
El Ministerio de Salud de Chile emitió una alerta alimentaria nacional por presencia de moho en más de 10.000 unidades de leche en polvo para bebés prematuros de la marca Nestlé.FOTO: ILISTRATIVA
Si por algún motivo no se puede consumir la leche como tal, puede ser reemplazado por sus derivados como el queso o yogur, pudiendo estar incluidos en preparaciones como la polenta, arroz o fideo con queso, kiveve, entre otros. Una taza de leche equivale a un vaso de yogur o a una feta de queso o un pedazo del tamaño de una cajita de fósforo.
Es importante recordar que las necesidades de productos lácteos dependen de los requerimientos de calcio, por lo que las porciones variarán según edades. En población escolar (2 a 9 años) y en adultos, de 3 a 4 porciones al día; mientras que durante el periodo de adolescencia (10 a 18 años), embarazo y lactancia, se deben alcanzar 4 porciones.