Por segundo año consecutivo esta compañía lidera el ranking, convirtiéndose en un ejemplo para otras que buscan mejorar sus prácticas.
En Nestlé ubican a las personas en el centro de la estrategia, pues es una manera de caminar y evolucionar, de conectarse y vincularse con los colaboradores desde su incorporación. “Tener un enfoque humano enriquece y potencia el talento individual, lo que contribuye a crear un ambiente de confianza entre colaboradores y líderes”, manifestó Lizzie Kennedy, country manager.
Lizzie Kennedy, country manager de Nestlé, recibió el galardón. Foto: Emilio Bazán.
Agregó que, solo de este modo, las personas encuentran un propósito en lo que hacen, se desafían constantemente a sí mismos, y crece el espíritu de equipo, contagiándose unos a otros de energía positiva donde no tiene cabida “el no se puede” y donde el reconocimiento de cada logro es un puntapié para ir tras otro nuevo reto.
La felicidad de los colaboradores es la consecuencia de cómo Nestlé desde su ADN busca y persigue la salud y bienestar de todos sus consumidores, partiendo de la premisa: cómo dar lo que no se tiene y no se conoce.
“Con esta mirada, en los más de 180 países buscamos garantizar la calidad de vida y el bienestar de nuestros colaboradores. Así, desde la alta dirección nos proponemos que eso suceda desde el momento en que se inicia el proceso de selección, pasando luego a la etapa de inducción, en la que cuidamos cada detalle para hacer que desde ese momento las personas se sientan esperadas, guiadas y acompañadas, y sientan orgullo de pertenecer a Nestlé”, puntualizó.