Por Rodrigo Medina, presidente del Grupo Victoria.
Paraguay es un país bendecido por su clima, tierra, ubicación estratégica, recursos naturales y demográficos. Hay un gran dicho que dice: si las oportunidades no se aprovechan, se desperdician, y en el actual escenario parece que vemos a nuestros recursos como eternos, pero no es así, y debemos empezar a actuar en consecuencia.
Hace mas de 10 años que comenzamos a hablar de la ventaja superlativa del Bono Demográfico en Paraguay, lo hemos expuesto en charlas, seminarios, medios de comunicación, etc., y la pregunta es: ¿lo estamos aprovechando como país para generar más puestos de trabajo y hacer crecer la economía? ¿estamos trabajando en implementar políticas de Estado para aprovechar el bono demográfico? ¿estamos invirtiendo en educación y capacitando al segmento más importante de la fuerza productiva que son los jóvenes para que este beneficio sea a favor del país?
En el aspecto energético, Paraguay es líder en energía verde, con Itaipú y Yacyretá, sin embargo, arrastramos décadas de falta de inversión en distribución con los consecuentes cortes de luz, y en la falta de planificación histórica para el aprovechamiento de nuestros excedentes a un precio de mercado que vigorice nuestra economía e inversiones para la generación de empleos. La mirada cortoplacista en materia energética trajo muchos perjuicios al país.
Además, los recursos naturales, el clima, la tierra fértil y nuestra ubicación geopolítica nos ubican con un potencial enorme para convertirnos en una verdadera potencia regional y continental. Tenemos que ver realmente al Paraguay como un país con un potencial enorme, y todos, de todos los sectores, tenemos una gran responsabilidad para generar resultados en lo que es la cuenta regresiva de este “viento de popa”.
Hay que decir que actualmente, desde el gobierno y el sector privado, se está trabajando en mejorar nuestras capacidades para crecer y tener una mirada más a largo plazo, pero hay que saber reconocer que aún falta mucho por hacer, y que las decisiones que tomemos sean lo suficientemente inteligentes como para que el país en vez de estancarse, crezca y sea lo que alguna vez fue. ¡Un país modelo!
Es una cuestión de querer, es una cuestión de voluntad. Es nuestro deber como patriotas entender que la historia nos da una gran responsabilidad. Esa responsabilidad es la de saber que hicimos lo correcto.
Titulares, estadísticas y diferentes instituciones nos ubican con el mejor clima de negocios de la región, como el cuarto país con menor riesgo en la región. Hoy más que nunca, deberíamos de tomar las decisiones estratégicas más acertadas para lograr el Paraguay que queremos.