Elisa Ferreira Da Costa Perán
Lic. Administración UNA
Trust Family Office
Esta expresión, FOMO, por sus siglas en inglés “Fear Of Missing Out” que significa “Miedo de Perderse Algo”, nace en esta era digital como un fenómeno que afecta a todas las personas en diferentes contextos. Este temor procedente de la exposición excesiva de las redes sociales, la cultura del consumismo y la información instantánea con el avance acelerado de la tecnología, se ha vuelto parte del día a día de todos. Sin embargo, si nos centramos en el ámbito del dinero y habilidades financieras, ir en el camino contrario al FOMO es lo correcto para tener una mejor situación financiera. En la columna de hoy explicaremos porqué es necesario ir contra corriente.
El FOMO se manifiesta con la sensación de ansiedad o inquietud de que otros están logrando o experimentando cosas que nosotros no. En muchas áreas es sumamente necesario vivir informados y en constante capacitación para sobresalir en el lugar de trabajo, actuar con precisión en los tiempos a través del conocimiento y la información. Vivir en un constante ¿Cómo me puedo volver más inteligente? ¿Cómo desarrollo mayores habilidades? ¿Qué hacer para estar más informada?, son las preguntas intuitivas que incluso nos hacemos muy ambiciosamente respecto al dinero y nuestras inversiones.
Existen dos puntos de vista sobre el FOMO Financiero, el primero, se evidencia en la necesidad de seguir el ritmo de otras personas en cuanto a gastos y estilo de vida, incluso si esto significara comprometer la estabilidad financiera a corto o largo plazo. Consiste en una presión social en compararse con otros y con ello la toma de decisiones compulsivas y poco saludables con relación al dinero. Esto podría llevar a tener consecuencias en nuestras finanzas personales, como gastar más de lo que ganamos o endeudarse para mantener un estilo de vida de cierto nivel.
El segundo punto de vista sobre el FOMO Financiero, es respecto a las inversiones financieras, compararnos con otros respecto a sus decisiones de inversión al observar a personas que están logrando ganancias inesperadas y rápidas, en donde creemos que por la observación y siguiendo sus mismos pasos conseguiríamos los mismos resultados. Sin embargo, aplicar el FOMO y copiar a ciertos individuos proporcionaría que finalmente se invierta en activos de alto riesgo y cortoplacista. Para aquellos que quisieran sobresalir financieramente, una verdadera habilidad de inversión es no tener FOMO.
El criterio propio es lo esencial en el momento de invertir, analizando las formas de inversión de los pares, colegas y famosos, pero solamente aplicar la estrategia de inversión que uno realmente cree conveniente, sin desviarse del perfil de riesgo y objetivos propios. No contar con FOMO para invertir incluye, capacidad de tener un criterio propio de inversión para no caer en burbujas y establecer los propios objetivos financieros a largo plazo.
Es por ello que es fundamental tener una mentalidad contraria al FOMO cuando se trata de dinero y habilidades financieras. En vez de estar bajo presión para seguir el ritmo de los demás en cuanto a estilo de vida, gastos, tipos y estilos de inversiones, debemos priorizar nuestros propios tiempos, mentalidades y objetivos personales.