Chiara Capdevila
Empresaria
Habitamos en un mundo hiperconectado y cada vez más competitivo, con consumidores informados que buscan productos diferenciados y a buen precio, de ser posible en el menor tiempo de entrega. Esto hace que la diferenciación y la proyección de una fuerte identidad de marca sean determinantes para el éxito.
Para las empresas que desean que sus valores sean perceptibles en primera instancia, la comunicación debe ser clara en visibilidad de buenas prácticas.
Calidad y excelencia. El primer paso para agregar valor a cualquier producto es garantizar una calidad indiscutible y ese es uno de los pilares de nuestras empresas. Nos esforzamos por superar expectativas y asegurar que cada producto cumpla con los estándares establecidos.
Esta calidad no solo aumenta la satisfacción del cliente, sino que también fortalece la reputación de la marca y la confianza que depositan en nosotros quienes eligen nuestros productos.
Tecnología. La incorporación de tecnología en nuestras empresas nos hizo reconfigurar las formas de trabajo de los equipos logrando así mayor eficiencia en procesos de producción, reducción de costos y la creación de productos diferenciados y de alta calidad.
Valoramos la relevancia de involucrar a los colaboradores en el uso eficiente de la tecnología, porque esta funciona y suma si la cultura empresarial la adopta.
Es frecuente esperar que la tecnología aporte soluciones, pero los sistemas son herramientas útiles únicamente si hay conocimiento y prácticas de uso coherentes con los objetivos y las formas de trabajo.
Invertir en tecnología es una apuesta importante y los resultados pueden no ser inmediatos, pero a largo plazo permite crecer de una manera ordenada y eficiente.
Finalmente, se deben potenciar todas las variables que permitan conectar con las personas para que su experiencia con la marca sea algo que perdure en el tiempo, sosteniendo los valores que deben ser consistentes y no contradecir con las prácticas de la empresa.