El último informe del Banco Mundial revela un panorama impactante sobre la bancarización en América Latina, donde Chile emerge como líder indiscutible en este ámbito, seguido de cerca por Venezuela y Brasil.
Los datos del Global Findex muestran un crecimiento sostenido en la penetración de tarjetas de crédito y débito, así como en la apertura de cuentas bancarias en la región. Sin embargo, mientras Chile brilla con más del 70% de su población poseyendo estos productos financieros, otros países como Colombia, México y Perú se encuentran a medio camino, con porcentajes de bancarización que oscilan entre el 40% y el 57,5%.
Al cierre de 2023, la mayor concentración de tarjetas de crédito está entre personas de 25 a 45 años de edad. Paraguay, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua se encuentran aún rezagados con menos del 30% de la población accediendo a tarjetas bancarias.
Un caso que llama particularmente la atención es el de Venezuela, donde la adquisición masiva de tarjetas y cuentas bancarias no es necesariamente un indicador positivo, sino más bien una respuesta a la complicada situación económica que atraviesa el país.
Expertos señalan que la hiperinflación y la necesidad de enfrentar la inutilidad del efectivo son factores clave que impulsan esta tendencia. Además, políticas gubernamentales como la entrega de subsidios y bonos a través de medios electrónicos también contribuyen significativamente a esta alta tasa de bancarización.
Costa Rica destaca como una excepción, con más del 53% de su población utilizando tarjetas. Estos datos reflejan las disparidades económicas y sociales presentes en la región, evidenciando la complejidad de los desafíos financieros que enfrentan los países latinoamericanos.