Se estima que en Paraguay se desperdician 60.000 toneladas de mango al año. Atendiendo a esta situación, dos jóvenes emprendedoras convirtieron esta fuente de materia prima en una oportunidad de negocios creando Maigotex, una empresa que fabrica biocuero a partir de desechos orgánicos.
La pasión por la moda sostenible, la creatividad y el interés por descubrir nuevos materiales biodegradables impulsaron a Verónica Alegre (26), estudiante de Innovación y Desarrollo, y Maura Marti (40) licenciada en Marketing, a fusionar sus talentos e intercambiar experiencias para crear Maigotex, la empresa paraguaya pionera en fabricación de biomateriales a partir de desechos orgánicos.
“Un amigo en común nos puso en contacto, pues ambas teníamos ideas similares en cuanto al desarrollo de nuevos materiales. Esto nos llevó incluso a presentarnos a un concurso para acceder al Programa de Oportunidades Circulares–MiPyme Compite, iniciativa de la Unión Industrial Paraguaya, que es apoyada por la Unión Europea, el cual ganamos, y que nos permitió llevar adelante este proyecto”, relató Verónica, quien mencionó, además, que optaron por el mango para la fabricación del biocuero por ser una fruta de estación que sobreabunda en sus épocas y que es poco aprovechada en Paraguay.
Biocuero fabricado a base de mangos. Foto: Gentileza.
Seguidamente explicó que el material que se obtiene luego del procesamiento de la fruta es sorprendentemente resistente, elástico, e impermeable. Asimismo, destacó que tiene una vida útil de 15 años y, lo más relevante es que los componentes orgánicos se biodegradan en condiciones de compostaje, lo que lo convierte en una alternativa interesante a la cuerina que está fabricada con poliuretano.
“Este biocuero también puede ser utilizado para una gran diversidad de productos como carteras, ropas, decoración del hogar, tapizados y accesorios”, anticipó abriendo un abanico de posibilidades para la industria.
El proceso inicia con la recolección de los mangos, luego pasa por la fase del deshidratado y posterior almacenamiento. La siguiente etapa corresponde al procesamiento de los frutos, la sinterización con polímeros, la aplicación del color, el secado y la terminación.
“El desarrollo de la fórmula que utilizamos para nuestros biomateriales es resultado de un trabajo colaborativo con la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción”, expresó Verónica quien agregó que una vez iniciada la producción –hasta el momento en fase de prueba- contarán en promedio con cuatro u ocho personas trabajando en la fabricación de las planchas de biocuero de 1m x 1m.
“Estimamos que, una vez iniciadas nuestras actividades operativas y con la capacidad instalada actualmente en fábrica, llegaremos a producir unos 200 metros de cuero vegetal al mes. De acuerdo a nuestro plan, esto se daría los primeros 6 meses a un año; la idea es ir aumentando tanto la capacidad como la producción de acuerdo al mercado. Cada metro utiliza un promedio de 800 gramos de mangos procesados”, explicó.
Futuro prometedor. Verónica reveló que, próximamente, Magoitex será oficialmente presentado al público, así como los calzados y carteras que ya fueron confeccionados durante la etapa de prueba del cuero vegetal fabricado, esperando inspirar a otras compañías a sumarse a la idea de utilizar biomateriales en sus creaciones.
“Nuestra idea es conquistar el mercado local y, una vez aumentada nuestra capacidad productiva, exportar nuestros cueros ya que somos la primera empresa en Latinoamérica en industrializar desechos para fabricar biomateriales”, concluyó la emprendedora.