Gabriela Teasdale
Presidenta de la Fundación Transformación Paraguay
Arrancar un nuevo año implica en muchos casos ordenar una agenda de metas y prioridades para los meses venideros. Alcanzar esos objetivos constituye siempre una motivación importante porque nos da esa sensación de movimiento, de que estamos en acción y vamos dando pasos hacia adelante.
Un concepto que tiene ya varias décadas en el campo laboral, pero del que se habla con más regularidad últimamente es el de “work-life balance”, que vendría a ser ese equilibro entre la vida laboral y personal que nos puede permitir cumplir con nuestras expectativas profesionales sin dejar de lado nuestra vida personal.
Creo firmemente que encontrar este equilibrio es crucial para tener una vida plena. Siempre digo que de nada sirve ser un gran profesional y tener una carrera exitosa si no cultivamos nuestras relaciones interpersonales y nuestros afectos más cercanos. Y en este mundo en el que vivimos a las apuradas, de reunión en reunión y con la tecnología demandándonos mucho más tiempo que antes, es fácil caer en una vorágine que te consume el día sin dejarte tiempo para nada más. Esto con el agregado de la presión, el estrés y el agotamiento.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, el estrés laboral no gestionado puede reducir la productividad en un 35%. Entonces, ¿cómo equilibrar nuestra vida laboral y personal para cumplir con los objetivos que nos hemos trazado para este año? Aquí van algunos consejos:
1. Planificación. Saber organizarse es fundamental para determinar cuáles son las actividades prioritarias en nuestra rutina laboral y personal. Algo tan simple como llevar una agenda puede convertirse en una gran ayuda para el registro de estas actividades.
2. Actividad física. Buscar un tiempo para hacer una actividad física y tener la disciplina necesaria para que esto sea una rutina sostenible en el tiempo. Podés elegir algo que te guste mucho hacer para que sea más llevadero. Una caminata diaria de 30 minutos puede ayudar a encarar la jornada laboral con otra energía.
3. Horarios.Establecer un horario para empezar y terminar la jornada laboral. Esto es importante para organizar las tareas y tener tiempo para la vida familiar. Evitar en lo posible la disponibilidad 24/7, cada vez más común gracias al celular que nos acompaña a todos lados.
4. Delegar tareas. A veces no se nos da bien esto de delegar, pero siempre es importante tener aliados para compartir tareas. Aunque tengamos la responsabilidad de esas tareas y nos toque supervisarlas, tener una ayuda nos deja tiempo para dedicarnos a ese cumpleaños familiar, un encuentro con amigos o un fin de semana de desconexión.
5. Trabajar desde casa. Es una alternativa para compaginar la vida laboral con la familiar, aunque debe ser gestionada de una forma rigurosa. Nos permite ganar el tiempo que nos lleva desplazarnos, pero eso no significa trabajar en medio de un acontecimiento íntimo, por ejemplo.
6. Organizar actividades en el trabajo. Quizás esto concierne más a los líderes de la empresa, pero también puede ser iniciativa de cada integrante de la organización. Actividades que integren a las familias o amigos permiten relajarte y generan un mejor ambiente laboral.
Estas son algunas ideas, sin dudas hay muchas más opciones para encontrar un balance entre la vida laboral y personal, lo importante es ser consciente de esa necesidad y comenzar a organizarse para poder desarrollarse de manera óptima en ambos campos. ¿Ya tenés tu agenda de prioridades para el año? ¡Es hora de empezar!