Sin duda alguna, la noticia del fichaje de Lewis Hamilton a Ferrari para el año 2025 ha causado un descomunal impacto tanto para los fanáticos del deporte motor como para los accionistas de la marca de lujo.
Febrero llegó con una avalancha de información y cambios sorprendentes para los amantes del deporte cuando el legendario piloto de Fórmula Uno, Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo, anunció su incorporación a la escudería Ferrari a partir de 2025. Este emocionante fichaje coincide con las proyecciones optimistas de la compañía italiana, que ha elevado sus expectativas para el año en curso, respaldadas por una robusta cartera de pedidos que se extiende hasta 2025.
Lewis Hamilton pasará a Ferrari.FOTO: AFP
Las predicciones alcistas han impulsado las acciones de Ferrari en un 9,5%, alcanzando un valor de mercado histórico de USD 100.000 millones. El director ejecutivo, Benedetto Vigna, destacó la solidez de la cartera de pedidos en todo el mundo, cubriendo hasta el año 2025 y a todo esto se suman las expectativas del ingreso a una nueva era con el lanzamiento de su primer automóvil totalmente eléctrico también para el 2025.
Esta seguidilla de anuncios movió las finanzas y acciones de la firma que auguran unos años movidos y en alza. El anuncio de Hamilton como nuevo integrante del equipo de Fórmula Uno de Ferrari ha añadido también un componente emocionante a la narrativa empresarial, mientras que las acciones de la compañía experimentan un resurgimiento del 9,2%, tras una reciente caída del 10% entre diciembre y enero. Con envíos en aumento del 3% en el último año, Ferrari ha demostrado un rendimiento sólido, respaldado por el éxito de su modelo Purosangue.
Además de las expectativas financieras positivas para 2024, Ferrari ha generado más de 930 millones de euros en efectivo el año pasado, y se prevé que alrededor de 800 millones se distribuirán entre los accionistas mediante dividendos y recompras de acciones. Los analistas señalan que las previsiones realistas para este año pueden generar alivio entre los inversores, quienes temían orientaciones conservadoras. Con la visibilidad excepcional de la cartera de pedidos, Ferrari mira con confianza hacia los objetivos de gama alta para el 2026.
El fabricante de superautos espera alcanzar un Ebitda ajustado de entre 2.500 y 2.700 millones de euros en 2026, como parte de su plan de negocios a largo plazo. En este escenario positivo, las acciones de Ferrari experimentan un ascenso del 4,7% en las operaciones de Milán, marcando la mayor subida en aproximadamente tres meses.