La Cooperativa Chortitzer, liderada por Ronald Reimer, se apresta a desarrollar una nueva etapa en su producción de algodón, el oro blanco que será industrializado en su nueva planta de Loma Plata.
Desde hace años un silencioso, pero fuerte desarrollo se viene implementando en el Chaco paraguayo, con inversiones, nuevas infraestructuras y tecnología sobre todo en el rubro lácteo-ganadero, sin olvidar la expansión del cultivo de la soja hacia esa zona desde la región oriental.
En menor grado, la producción del oro blanco, el algodón, se mantiene desde hace décadas, sin embargo, hoy se está produciendo una segunda revolución en el segmento con un ambicioso proyecto de la Cooperativa Chortitzer, que instaló su nueva planta procesadora de algodón a pocos kilómetros de Loma Plata.
Ronald Reimer, presidente de Cooperativa Chortitzer. Foto: Roberto Zarza.
La intención es potenciar la siembra del algodón en la zona y a futuro tener un complejo con la capacidad de procesar las fibras para convertirlas en hilos, así como trabajar en subproductos, que podrán exportarse a Europa o Asia gracias a la cercanía de la Ruta Bioceánica, un importante detalle del que carecieron históricamente para que tuviera salida su producción.
“El desarrollo genera esperanza, pero debe ser planificado para evitar impactos contraproducentes, tanto en las zonas rurales como urbanas, afianzando la armonía y la previsibilidad”, reflexionó Ronald Reimer, presidente de la Cooperativa Chortitzer Ltda., quien indicó que dicha expansión debe ser acompañada por infraestructuras de distintas índoles y por servicios más amplios, razón por la cual también se tendrá que invertir mucho en viviendas dignas, escuelas, salud, seguridad entre muchos otros aspectos más.
Las expectativascon una nueva planta como esta son grandes y más aún porque se tuvo que esperar 33 años para batir récord en la zafra de 2020 con 13.851 toneladas de algodón; una cosecha histórica de la zafra de 1987, que cosechó 11.085 toneladas de 8.557 hectáreas, y en 2021 otro nuevo récord de 21.857 toneladas.
Inauguración de la nueva planta algodonera de Chortitzer en Loma Plata. Foto: Gentileza.
“El cultivo de algodón es uno de los rubros agrícolas de renta más añejo de nuestra colonia y ha tenido un rol fundamental en el desarrollo de la misma. En la primera zafra de algodón en el año 1928 se sembraron 24 hectáreas, como no hubo una desmotadora en el Chaco, este algodón fue vendido en rama en Asunción. En el año 1929 es iniciada la construcción de la primera desmotadora en el Chaco que empezó a operar en el año 1930. Esa desmotadora contaba con una capacidad de procesamiento de unos 700 kg/h y fue instalada por la Corporación Paraguaya en Campo Esperanza, una localidad distante a unos 28 kilómetros de la ciudad de Loma Plata”, relató el titular de la cooperativa.
Recordó que esa misma desmotadora fue posteriormente adquirida por los colonos e instalada para el año 1938 en la ciudad de Loma Plata, en la ubicación en la cual sigue operando el desmote del algodón hasta el día de hoy.
“Para acompañar el crecimiento que tuvo el cultivo en los primeros años, se tuvo que instalar una desmotadora con una capacidad de desmote mayor para la zafra del año 1953, en esa época se compró una desmotadora totalmente nueva de una marca americana Murray Mitchel, con una capacidad de procesamiento de 2.000 kg/h. Hasta los finales de los años 70, toda la cosecha era manual, lo cual era siempre un gran desafío para el productor. Pero para la desmotadora significaba procesar un algodón con un muy bajo contenido de impurezas. La mecanización de la cosecha ayudó a que el cultivo de algodón tuviera años con una interesante superficie en los años 80 en nuestra Colonia. Con el ingreso de las primeras máquinas de cosechadoras mecánicas se tuvo que ampliar con más máquinas de limpieza a la desmotadora para la zafra del año 1980, se aprovechó también para instalar un tercer descarozador para aumentar también la capacidad de desmote”, relató.
Con algunas ampliaciones menores y con mejoras continuas esta desmotadora siguió procesando todo el algodón hasta la zafra del año 2018. Con el crecimiento que ha tenido el cultivo de algodón en la zona en los últimos años, se tuvo que aumentar la capacidad de desmote para la zafra del año 2019. Se cambió casi completamente la desmotadora, con equipos usados, pero con una capacidad de desmote mayor. Para la zafra 2022 fueron instalados otra vez algunas máquinas más, para aumentar por última vez la capacidad de desmote en la planta de Loma Plata. “El cultivo de algodón ha pasado por muchos altibajos en nuestra Cooperativa, pero todos los años se ha plantado y procesado al menos algo”, sostuvo.
Unos 70 colaboradores trabajan de forma directa en la industria, en turnos de 24 horas durante 6 días de la semana. Foto: Gentileza.
El mundo siempre va demandar algodón y aunque pueda haber ciertas fluctuaciones también existen subproductos en los cuales la Cooperativa ya está trabajando para ampliar los procesos en futuras etapas, comentó Florian Reimer, gerente general de la Cooperativa Chortitzer
En este escenario, el economista también indicó que se invirtió mucho dinero y tiempo en investigaciones sobre este rubro y se llegó a la conclusión de que con una aplicación adecuada de la tecnología existente, el Chaco podría ser un lugar óptimo para fomentar la plantación de algodón, por ser una plata rústica.
“Una inversión en una desmotadora como esta es obviamente una nueva oportunidad de aumentar esta participación y abre el techo a los productores de producir más algodón y tener una capacidad de procesamiento mayor”, refirió Ronald. Dijo, además, que poder producir un producto de alta calidad y apuntar a los mayores mercados internacionales, contribuye fuertemente al desarrollo de la economía local, ya que genera mucha mano de obra en forma indirecta por la intensificación en la producción en el campo, las cosechas, la logística, asesoramiento, entre otros.
En la actualidad el cultivo de algodón pasa por un muy buen momento en la Cooperativa, y más allá en el Chaco. “Contamos con un servicio agropecuario, que tiene técnicos altamente capacitados que están en constante busca de mejores técnicas o sistemas de producción, y este conocimiento se transmite a los productores interesados”, señaló el presidente.
Otro punto importante, que hace que aumente el buen concepto que se tiene sobre este producto, es la facilidad con la que se puede acceder a créditos para invertir en la mejor preparación del campo y en maquinarias para posibilitar el crecimiento del cultivo. “Los departamentos comerciales de la Cooperativa ofrecen el soporte con maquinarias y productos de alta calidad para intensificar cada vez más la producción sustentable del algodón”, mencionó. Agregó que la agricultura en el Chaco tiene sus particularidades, que son muy diferentes a la región oriental, pero que con la aplicación de sistemas probados de producción, está demostrado que es un cultivo de renta muy válido e interesante en nuestra región.
La planta algodonera, que supuso una inversión de USD 12 millones, está ubicada a 14 km de Loma Plata hacia el este y a 18 km de la Ruta Bioceánica al lado del Frigorífico Frigo Chorti, lo cual significa que es una zona industrial estratégica. “Se puso en dicho sitio porque el algodón, estadísticamente analizando, viene alrededor del 80% de Loma Plata al noreste”, explicó el titular de la Cooperativa.
Seguidamente dijo que tiene una capacidad máxima de 60 fardos/h y que es operada por unas 70 personas que trabajan en turnos rotativos, las 24 horas, durante 6 días en la semana. Para dimensionar en kilogramos, se puede decir que se procesan entre 800 y 900 toneladas de algodón en rama por día, lo que representa unos 11 contenedores de fibra de algodón y unas 14 cargas de semilla de algodón por día, comentó el gerente agroindustrial.
Agregó que se estima que con ello se puede procesar la producción de unas 25.000 a 30.000 ha, que serían unas 80.000 toneladas. También mencionó que el rendimiento promedio del algodón en rama se divide de la siguiente manera: fibra, 31 %; semilla, impurezas, 15 %; fibrilla 1 %. “Prácticamente toda la producción de fibra va para exportación”, indicó por su parte Oliver Wiebe, gerente agroindustrial de la Cooperativa Chortitzer, quien recordó, además que, en 2022, el 95 % fue para exportación y 5 % para consumo local.
En cuanto al destino de la presente zafra, el profesional anticipó que este “oro blanco” será exportado a países como Alemania, Turquía, Bangladesh, Indonesia y Vietnam. Sobre la semilla, mencionó que se venderá en el mercado local para nutrición animal y para la extracción de aceite. En cuanto a las impurezas, comentó que serán aprovechadas para la nutrición animal o como abono para las parcelas, mientras que la fibrilla también será exportada.
Como dato importante compartió que esta zafra la trabajaron con más de 150 productores, tanto socios como no socios de la Cooperativa y que el procesamiento se hizo de forma individual, a fin de que cada productor reciba el pago de acuerdo a la calidad entregada. “Tenemos productores que están a una distancia de unos 300 kilómetros, provienen de todas las zonas agrícolas del Chaco”, afirmó Oliver.
La planta algodonera está ubicada a 14 km de Loma Plata. Foto: Roberto Zarza.
Seguidamente, dijo que la planta de algodón tiene la cualidad de ser muy rústica, tolerante a suelos con mayor índice de salinidad, por lo que es uno de los cultivos que mejor tolera condiciones climatológicas adversas como sequía y/o exceso de agua. Estos son algunos factores por los que el productor apuesta por este cultivo en el Chaco.
Sin embargo, se requiere un plantel humano excelente y, sobre todo capacitado para sobrellevar las dificultades que se presentan en el día a día. Otro desafío que se tiene es el de sincronizar toda la cadena, desde el productor hasta la llegada del producto al cliente.
Planes a futuro.La meta que se trazó la cooperativa es siempre apoyar, hacer posible y acompañar el crecimiento de la región y dar un valor agregado a la producción primaria. Con inversiones en el frigorífico, la industria láctea y ahora en el agro, el desafío es optimizar cada proceso y ser eficiente en las instalaciones existentes.
También es un reto cotidiano buscar nuevos mercados y adaptar las industrias a las exigencias del mercado. “En el caso de la desmotadora de algodón, es una etapa que se está concluyendo ahora y ya se están trabajando en las próximas etapas ya que al algodón se pueden agregar más industrias, sea la producción de semillas, el de aceites, el famoso hilo que ya son trabajos previos para la industria de textil”, detalló el gerente general.
Sobre este último punto, Oliver confesó que están muy enfocados en acompañar de cerca al productor en este rubro tan noble. “Estamos recién en la fase 1, para el próximo año pensamos trabajar en el proyecto que nos permitirá hacer una semillería de algodón de primer nivel. Además, tenemos adquiridos ya terrenos en ubicaciones estratégicas para futuras algodoneras satélites, para estar más cerca del productor”, anticipó.
Igualmente, aseguró que darán curso a otras iniciativas como el de la aceitera para darle más valor a la semilla y un laboratorio HVI para análisis de fibra. Y por qué no, en un futuro próximo una hilandería.
El Chaco paraguayo está registrando un crecimiento en su producción primaria y participa cada vez más en la industrialización. “Hay varios desafíos que tenemos que afrontar a corto y mediano plazo. Por un lado, es la energía eléctrica, actualmente hay un déficit en energía eléctrica en el Chaco que limita la industrialización. Con la intensificación de la producción primaria, la logística es un desafío en muchas zonas por la falta de caminos de todo tiempo”, advirtió Florian.
En resumen, dijo que como cooperativa apuntan a ser partícipes de aportar al desarrollo del Chaco paraguayo con la meta de producir alimentos y productos de alta calidad para el mercado nacional e internacional con el fin de mejorar el nivel de vida de sus asociados, sus colaboradores y la comunidad.
BOX
Una gran apuesta
  • Más de USD 12 millones es la inversión en esta primera etapa.
  • Está ubicada a 18 km de la ruta Bioceánica.
  • 100 ha tiene el predio de la nueva industria.
  • 10.000 m2 ocupa la superficie construida.
  • Tiene 3 galpones principales; uno para la sala de máquinas, otro para el almacenamiento de unas 9.000 toneladas de semilla y otro para almacenamiento y embarque del producto terminado.
  • Cuenta con una capacidad máxima de 60 fardos por hora de algodón, unas 900 toneladas ramas por día; es decir, 11 contenedores de fibra y unas 14 cargas de semillas cada día.
  • La desmotadora de algodón es de origen indio, de la marca Bajaj Continental Eagle. Es una planta con una gran capacidad de limpieza y secado, puede procesar algodón cosechado con el sistema picker y también con el sistema stripper.
  • Cuentan con casi 200 productores asociados.
  • 70 colaboradores trabajan de forma directa en la industria, en turnos de 24 horas durante 6 días de la semana.
  • Se procesarán unas 70.000 toneladas de materia prima, en esta zafra.