En un revés legal significativo para Sony Interactive Entertainment (SIE), un tribunal londinense dictaminó que la empresa debe enfrentar una demanda masiva valorada en hasta 6.300 millones de libras (aproximadamente USD 7.900 millones).
El fallo acusa a la gigante de los videojuegos de abusar de su posición dominante en el mercado, lo que se tradujo en precios considerados injustos para sus clientes. La demanda, presentada en nombre de casi nueve millones de personas en el Reino Unido que adquirieron juegos digitales o complementos a través de la PlayStation Store de Sony, está liderada por Alex Neill, reconocida defensora de los derechos de los consumidores.
Neill alega que la compañía impuso restricciones al requerir la compra y venta exclusiva de juegos digitales y complementos a través de su plataforma, la cual aplica una comisión del 30% a los desarrolladores y editores.
Según Neill, esta práctica llevó a que los clientes pagaran precios inflados por los juegos y contenidos adicionales en comparación con lo que hubieran desembolsado en un mercado más competitivo. A pesar de los argumentos de los abogados de Sony, quienes calificaron el caso como “erróneo de principio a fin”, el Tribunal de Apelación de la Competencia decidió que la demanda de Neill puede proceder, con la excepción de quienes realizaron compras en la PlayStation Store después de que se presentara la demanda en 2022.
En respuesta a la sentencia, Neill declaró en un comunicado que este fallo representa “el primer paso para garantizar que los consumidores recuperen lo que se les debe”. Hasta el momento, Sony no ha emitido comentarios inmediatos tras la solicitud de reacción ante el dictamen.
Este veredicto no solo plantea un desafío legal significativo para Sony, sino que también desencadena una batalla potencialmente costosa y con implicaciones sustanciales para la industria de los videojuegos, poniendo en entredicho la posición de dominio de las empresas sobre sus plataformas digitales y sus políticas de precios.