Convertir a Paraguay en una gran potencia en nanotecnología, como lo son EEUU y Japón, es posible. El químico farmacéutico paraguayo, Hamoudi Ghassan Awde Alfonso, quien se encuentra realizando un doctorado en Ciencias Químicas en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, compartió sin recelos todos sus conocimientos, y sueña con volver al país a ejecutar grandes proyectos. Mayor inversión e infraestructura serán necesarias para llegar a la meta de exportar productos de calidad premium al mundo.
Podría parecer una anécdota jocosa, sin embargo, desde la perspectiva de Hamoudi Ghassan Awde Alfonso, un simple dibujo animado fue capaz de encender en él la llama de la inspiración y avivar su curiosidad por la ciencia.
Desde muy pequeño, nuestro protagonista pasaba horas y horas sentado frente al televisor viendo su programa favorito: el laboratorio de Dexter. Y es que él se sentía identificado con el personaje, un niño genio con un laboratorio secreto. En aquel entonces ya sabía que de grande quería ser como este científico y, motivado por este deseo, comenzó a leer todo lo que podía sobre ciencias, tanto en enciclopedias como en internet.
Así fue que, a los 15 años, cayó en sus manos el libro Nano de Robin Cook y esto lo llevó a descubrir su verdadera pasión por la nanotecnología. “La química siempre me resultó apasionante desde la primera vez que me hablaron del átomo como unidad básica de la materia. Eso me explotó la cabeza y ya en la universidad escogí para estudiar una rama de ciencias químicas”, relató con un especial brillo en los ojos Hamoudi.
Hoy día, el científico está cursando un doctorado en Ciencias Químicas, con orientación en nanotecnología farmacéutica, en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina (FCQ-UNC) y sueña con volver a Paraguay para implementar todo lo aprendido. Confía que con el favorable clima de negocios que se vive actualmente, desembarquen nuevos inversionistas interesados en diversificar sus negocios en un rubro tan trascendental para el desarrollo económico como lo es la nanotecnología.
Equipo de trabajo de nanoparticulas en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, dirigido por los doctores Santiago Palma y Lina Formica, a quienes Hamoudi agradece profundamente la oportunidad de ser sus mentores. Foto: Gentileza.
Un mundo de oportunidades. Si bien, el experto se encuentra trabajando con nanocristales y nanopartículas lipídicas en aplicación oftalmológica, contó que la nanotecnología puede aplicarse en diferentes ramas. En este sentido, reveló que próximamente le gustaría migrar a otros blancos terapéuticos como: terapia de cáncer, terapia en traumas de cráneo, cosmética, entre otros. “Mi sueño es llegar a un sistema versátil donde pueda incorporar cualquier fármaco y que sea escalable, es decir que pueda producirse fácilmente a nivel industrial ya que de esa forma llegaría a la venta y por ende a la población”, explicó.
También dejó entrever que las opciones de aplicación son variadas, por lo que Paraguay podría aprovechar este potencial y comenzar a producir a gran escala. “La aplicación de las nanociencias es prácticamente interminable, desde ciencias de la comunicación hasta terapias bioespecificas. Paraguay con su capacidad productiva y su gran mano de obra puede explotarla en prácticamente todos los campos”, aseguró.
Confesó que, personalmente, se siente atraído por experimentar con las plataformas nanotecnológicas como vehículo para fármacos de origen vegetal. Esto teniendo en cuenta la enorme variedad de hierbas medicinales que se tiene en Paraguay. “Las nanopartículas proveen muy buena estabilidad para estas moléculas, y mejora enormemente la terapia, favoreciendo solubilidad y permeabilidad de los mismos, además de que a estas pueden hacérsele modificaciones para que interaccione con tejidos específicos (tumores, por ejemplo)”, reflexionó.
Imagen por microscopia electrónica de como se ve una nanopartícula de alrededor de 200nm, con un aumento de 20mil veces vista humana. Foto: Gentileza, Development of Triamcinolone Acetonide Nanocrystals for Ocular Administration. Pharmaceutics 2023.
Campos de aplicación. Interesado en que esta rama de la ciencia permee en todos los campos de acción, el científico indicó que las nanotecnologías pueden intervenir en formato de nanosensores, para medir contaminantes o nutrientes en el suelo y de esa forma optimizar los cultivos. Indicó, además que estos mismos nanosensores pueden ser incluso consumidos por animales de ganado para permitir el monitoreo de parámetros biológicos en los mismos.
También se puede implementar en nanopartículas para la agricultura, ya que existen nanoformulaciones que transportan ciertos pesticidas no tóxicos, así como otros nutrientes que pueden aspersarse al suelo como cualquier otro producto de uso común, pero que al ser nanopartículas estas pueden penetrar el suelo mucho mejor y repartirse de forma muy homogénea pudiendo ejercer mejor efecto con menores concentraciones.
La nanoinformática es otro sector muy interesante, sostuvo. Y es que los nanochips y nanocomponentes poseen capacidad de procesamiento mucho más eficiente, por ende, el poder de cómputo es mucho mejor. Continuó explicando que otra opción válida son los nanofiltros, ya que existen nanopartículas “purificantes”, las cuales pueden interaccionar con contaminantes de agua precipitándolas y que luego pueden retirarse.
Demostración de cómo se mejora la solubilidad de un fármaco cuando este se formula como nanopartícula. Foto: Gentileza, Development of Triamcinolone Acetonide Nanocrystals for Ocular Administration. Pharmaceutics 2023.
Un inmenso potencial recae en la nanomedicina y la nanofarmacia. “Dos de los campos más interesantes y explotables”, aseguró. En nanomedicina existen numerosos nanobiosensores que pueden fijarse a tejidos tumorales y ser diagnosticados con mayor detalle; otro campo interesante son los nanorecubrimientos con actividad antimicrobiana para prótesis con lo cual se disminuye enormemente la posibilidad de infecciones o generación de biofilms en la superficie de la prótesis.
“En cuanto a la nanofarmacia, la variedad de nanopartículas es enorme, lipídicas, poliméricas, metálicas, basadas a carbono, etc, las cuales en línea general buscan mejorar las terapias convencionales, ya sea haciendo la terapia más específica y localizada, disminuir dosis, reposicionar fármacos, luchar contra la resistencia antimicrobiana, mejorar propiedades fisicoquímicas de las moléculas, obtener formas de administración alternativas y más seguras, y, por supuesto, la liberación sostenida haciendo que la frecuencia de tomas sea menor (tomar la medicación cada 24hs en vez de 6 u 8 horas, por ejemplo)”, compartió como un sueño a replicar en Paraguay.
Foto: Gentileza, Development of Triamcinolone Acetonide Nanocrystals for Ocular Administration. Pharmaceutics 2023.
Para finalizar, el químico farmacéutico y futuro doctor en Ciencias Químicas, instó a la academia y centros educativos en general a incorporar a las nanociencias como un tópico de enseñanza con la cual los alumnos puedan dimensionar todo lo que se puede hacer en este campo.
“Sin dudas, mejoraríamos una gama gigante de productos y procesos. Nos volveríamos más competitivos en términos de exportación de productos, ya que estaríamos ofreciendo propuestas que presentan propiedades superiores. Además, lógicamente, teniendo productos y procesos más eficientes estaríamos mejorando la calidad de lo que llega a nuestra población”, puntualizó.