El Reino Unido espera que su adhesión a un tratado comercial entre Asia y el Pacífico abra mercados para las empresas británicas en América Latina, como parte de un esfuerzo más amplio por revitalizar los vínculos comerciales con una región durante mucho tiempo olvidada por Londres.
Al concluir un viaje a Colombia, Chile y Brasil, el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly, dijo que los niveles de comercio con la economía brasileña, de USD 2,1 billones, “no eran suficientemente altos”, en parte debido a la falta de entendimiento mutuo.
“Algunas empresas británicas no piensan en América Latina. Tenemos que asegurarnos de que esta región esté en la lista de la compra de las empresas británicas. Aunque la región tiene una población de 664 millones de habitantes y América Latina sólo representa el 2% de las importaciones británicas y el 2,5% de las exportaciones. Reconozco que tenemos mucho más que hacer con respecto a esta relación futura“, sostuvo en conferencia de prensa.
Parte de la respuesta del gobierno es el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, su sigla en inglés). El Reino Unido finalizó en marzo las negociaciones para adherirse al pacto, que agrupa a potencias asiáticas como Japón y Vietnam, así como a naciones del Pacífico como Chile, Perú y México. Costa Rica, Ecuador y Uruguay también han solicitado su adhesión.
Sin embargo, el Reino Unido enfrenta una ardua batalla para competir con China, cuyo voraz apetito de alimentos y minerales esenciales durante las dos últimas décadas la ha convertido en el mayor socio comercial de América del Sur. Las compañías chinas han estado comprando minas de litio y cobre en toda la región, así como gran parte de la soja y carne que producen Brasil y Argentina.