No mirar cuáles son las facturas de Internet o teléfono más provechosas, utilizar un taxi a cargo de la empresa cada vez que acudes a una reunión con un cliente, alquilar una oficina con una sala de más que termina quedando en desuso… Todos estos gastos, habituales entre los emprendedores cuando el negocio marcha bien, podrían terminar por suponer la ruina de tu empresa si llegan las vacas flacas.
Denominados por algunos expertos como “gastos vampiro”, se caracterizan por camuflarse entre los gastos de verdad necesarios. A menudo, los emprendedores tienden a pensar que son imprescindibles, pero la realidad es que no ayudan en nada a la productividad y el desarrollo del negocio, y podrían poner a tu empresa en serio peligro en un marco de inflación e incertidumbre como el actual.
Según algunos estudios, estos gastos podrían suponer, sin que te des cuenta, hasta el 30% de los ingresos mensuales de tu negocio. Así, el escritor y experto Richard Gracia los compara con “una pequeña fuga de agua en una cañería que no se aprecia más que en la factura”.
Para solucionar el problema y evitar el crecimiento de estos gastos vampiro, el experto recomienda a los emprendedores revisar bien sus facturas recurrentes, prescindir de los servicios o infraestructuras innecesarias para el desarrollo del negocio y, sobre todo, vigilar los pagos que se hacen con la tarjeta de empresa. En ocasiones, pueden convertirse en un problema porque los emprendedores no ven el cargo total hasta el final del mes.
¿Cómo controlar los gastos durante las primeras etapas de un negocio?
El control de los gastos es vital para sobrevivir como emprendedor durante las primeras etapas de un negocio. Sobre todo, cuando los recursos iniciales son limitados, y la optimización de estos se hace imprescindible para no acabar fracasando. Así, para maximizar el uso de estos recursos financieros limitados, el mejor consejo es controlar y acotar la estructura de gastos fijos.
Se trata de una cuestión importante, ya que, a menudo, las buenas perspectivas iniciales del emprendedor no tienen en cuenta los obstáculos, retrasos e imprevistos que demoran la obtención de ingresos o disminuyen el ritmo de crecimiento previsto. Por eso, ampliar los gastos de forma desmesurada supone un riesgo para la supervivencia de la empresa.
Ruiz recomienda también huir de los gastos superfluos. Algunos emprendedores, guiados por el concepto de ‘pensar en grande’, visualizan su posición a varios años vista y acometen gastos propios de empresas de mayor tamaño, cuando aún no están preparados para ello.

Por último, otro consejo es aprovechar los incentivos públicos, como complemento a la financiación privada. “Existen diferentes opciones que pueden ayudar a financiar a las startups, desde ayudas públicas -en forma de préstamo o subvención- hasta mecanismos de ahorro