Una compañía íntegra siempre se destaca por ser más competitiva. Las buenas prácticas de integridad empresarial son un recurso útil para evaluar y mitigar los riesgos de corrupción que cualquier organización puede enfrentar al realizar actividades comerciales.
Atraer nuevos clientes retener talento y llegar a nuevos mercados son algunos de los beneficios que una empresa obtiene al apostar por la transparencia, es por ello que la multinacional de comunicación Tigo hoy en día cuenta con un programa de Integridad, Ética y Cumplimiento.
“La cultura de integridad significa vivir con ética e integridad nuestro día a día, valores que son fundamentales en nuestra cultura corporativa, a la que llamamos “Sangre Tigo”. Con estas acciones, y muchas otras que se sostienen sobre estos principios, buscamos ser cada día una mejor empresa, con mejores personas que aporten significativamente a la sociedad y al país”, explicó Patricia Ramírez, gerente de Ética y Cumplimiento de Tigo Paraguay.
Programa. Se debe entender que ser una empresa íntegra no se trata de tener más o mejores políticas y controles, sino de vivir lo que se profesa. Es por ello que la familia de Tigo cree que con integridad se construye un verdadero negocio a largo plazo y con un impacto significativo en las sociedades donde operan.
“Hace muchos años hemos iniciado este camino, fortaleciendo nuestra cultura, impulsando conductas que vivimos día a día y que al mismo tiempo son nuestro norte para seguir creciendo. La misma nos impulsa principalmente a trabajar como un solo núcleo; a hacer que todo suceda de la manera correcta y a dar el 1.000% por nuestros clientes”, acotó Patricia.
También dijo que saben que en Tigo todos trabajan para crear impacto en el país bajo el propósito de construir autopistas digitales que conectan personas, mejoran vidas y desarrollan las comunidades y eso les llena de orgullo.
El mensaje. En este contexto, Patricia hizo ver que es indispensable que las compañías vayan mutando hacia este ejercicio, pues es el futuro de las empresas. “La integridad empieza contigo. En un mundo cada vez más conectado y que se mueve a un ritmo vertiginoso, hacer las cosas de la forma correcta y no tomar atajos parecería ser una pérdida de tiempo, pero no lo es. Si nos detenemos a analizar, desde la perspectiva de que la suma de las pequeñas acciones es la que hace realmente un gran cambio, pensar dos veces antes de actuar es más fácil de lo que muchos se imaginan”, finalizó.