La modelo, influencer y empresaria Kim Kardashian brindó una masterclass en la prestigiosa  Harvard Business School, en donde habló durante dos horas, sobre los diferentes modelos de venta y marketing que ella implementa en su marca Skims.
La empresa de Kim, Skims, es una compañía de prendas moldeadoras, fue fundada en junio del 2019 y fue valorada en alrededor de USD 3.200 millones hace apenas un año y a su vez, la magnate acaba de lanzar SKKY Partners, una empresa de capital riesgo.
Kim y Jenes Grede, socia de Skims, estuvieron hablando de la búsqueda de nuevos modelos de venta directa al consumidor más allá de los canales más comúnmente conocidos y en los que precisamente las redes sociales tan importante papel guardan.
El primer mensaje que dio a los jóvenes espectadores fue que sean capaces de notar las necesidades de los consumidores, “si hay un producto que llene un vacío, evidentemente tendrá éxito”
Lo segundo que resaltó fue la simplicidad y personalización limitada, la idea esencial de Skims es exactamente eso, simple. Es solamente ropa interior, el agregado fue hacerla de todos los tonos de piel, para que todas las clientas puedan escoger el tono que más se asemeje a su tono de piel.
El siguiente tip pasa por trabajar sin intermediarios, ser dueños de la relación entre proveedor y cliente final, porque aunque Skims ya se venden en retailers,  los primeros años sólo se podía comprar de forma directa en su página web y en sus pop ups. Esto les permitió ser dueño de la relación con el cliente y tener la info de primera mano.
Y por último dejó bien claro que hacer vivir una experiencia mágica a cada cliente sigue siendo la clave de la excelencia. Es por ello que existen cientos de videos de mujeres recibiendo sus prendas y enseñando cómo les queda en las redes sociales, siendo estas prácticas un propulsor para la firma, sería algo así como el nuevo “de boca en boca”,  esto es puro earned media.