¿Cómo se come un elefante? Un bocado a la vez. Entonces, ¿cómo le ganamos al año? Ganamos las primeras horas del día, desde bien temprano.
Empezar el día a las corridas nos da una sensación de no tener control de nuestras vidas, sumando al estrés cotidiano. Sin embargo, una rutina matutina nos da varios pequeños triunfos que nos permiten empezar el día ganando.
1. Ganar al día empieza la noche anterior. Calidad de sueño sobre cantidad de horas.
2. Despertarse sin pantallas. Al momento que cedemos a pantallas, “eso que vimos” se apoderó de nuestra cabeza. Esas primeras horas tienen que ser nuestras y de nuestros planes.
3. Nada de “5 minutos más”. Esto solo hace que el cerebro no salga totalmente del estado REM (donde el cuerpo se recupera) y ese tiempo extra hace que todo sea más difícil, así que ¡arriba sin pensar mucho!
4. Luz solar para empezar el día. El ritmo circadiano rige y afecta a todos los humanos y gran parte de los seres vivos. Es nuestro ciclo de 24 horas, de activar y de desactivarnos. Mínimamente 15 minutos de luz solar al empezar el día contribuye a cortar la producción de melatonina y ayuda al cuerpo a liberar serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, que permite regular el estado de ánimo.
5. Hidratación. Beber al menos 500ml de agua durante los primeros 15 minutos de despertarnos. La falta de energía muchas veces es deshidratación y pasar horas durmiendo sin tomar agua nos lleva a deshidratarnos.
6. Despertar el cuerpo. Hay dos formas de hacerlo. Ninguna incluye café (todavía). Una es ejercitar y la otra es una ducha fría. Mi favorita es la segunda. El cuerpo se activa con mucha más energía. Entra en estado de alerta, piensa con más claridad y para compensar ese estado de alerta, libera endorfinas. Primero, el cuerpo entra en un estado de alerta similar al estrés que podríamos tener por una situación en el día a día, pero, al demostrarle al cerebro que “no pasa nada y elegimos estar ahí” lo educamos a manejar el estrés de otra manera.
Por ende, ayuda además a la resiliencia. Puntos extras porque acelera el metabolismo según varios estudios y mejora la piel. Estas y otras varias razones hacen que la ducha fría sea para mí un punto de inflexión en mi día a día y en mi vida. Es además aplicable a cualquier momento del día.
7. “Journaling”. El journaling es una práctica creciente en el mundo de la gente exitosa. Procesamos aproximadamente 70 mil pensamientos al día. Algunos recurrentes y que nos cargan inconscientemente. La mejor manera de entender nuestros pensamientos y sentimientos es poniéndolos por escrito. Es una conversación con nosotros mismos. Incluye nuestros planes, nuestros miedos, nuestros logros, nuestros sueños. Nos da claridad, ayuda a ordenar nuestra cabeza. Personalmente aprovecho para hacer este journaling con el punto sobre la luz solar del día, haciendo ambas cosas en simultáneo.
8. Conversar con mentes brillantes. Cada mañana, podemos conversar con las mentes más brillantes del mundo. ¿Cómo? Un par de páginas de algún libro, algún artículo corto que nos amplíe la mente, aprovechando tecnologías como audiolibros o podcasts. El tiempo para esto a veces está en el tránsito.
9. El primer café del día. Esperar hora y media después de despertar. El cuerpo ya se reguló, ya cumplimos, logramos varios pequeños triunfos y es donde entra otro empujón con cafeína para aumentar el foco necesario del día frente nuestro.
10. Gratitud. Todos tenemos situaciones difíciles en la vida. Al mismo tiempo, todos tenemos cosas para agradecer en la vida. La gratitud nos pone en una situación positiva mental, nos hace ser más empáticos y nos permite atravesar varios desafíos con una visión positiva. Repetido con constancia (que no significa de manera perfecta), este ritual nos otorga una mentalidad ganadora y positiva para afrontar el día y cumplir los pasos necesarios para lograr nuestras metas diarias, semanales y más.
“Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio de vivir: respirar, pensar, disfrutar, amar”. Marco Aurelio.