¿Y si la potencia de cálculo de tu smartphone pudiera integrarse directamente en tu piel? Las posibilidades de la tecnología vestible están siendo exploradas a fondo por científicos de materiales e ingenieros eléctricos.
Recogiendo datos directamente del cuerpo de los usuarios y utilizándolos para calcular y mostrar información útil directamente sobre su piel, algunos investigadores esperan que los tatuajes inteligentes puedan aplicarse pronto a toda una serie de tareas cotidianas desde este 2023.
“Desde ordenadores portátiles que sigan tus progresos en el gimnasio, la velocidad en la que corres en una carrera hasta vendajes inteligentes que proporcionen a los médicos información en tiempo real sobre el estado de sus pacientes”, dice la organización ComputerHoy en un documento digital.
En la actualidad, las tecnologías vestibles no solo son costosas y requieren mucho tiempo de fabricación, sino que además deben fabricarse como circuitos fijos, que solo pueden utilizarse para aplicaciones muy específicas, lo que limita su versatilidad. Sin embargo, los primeros tatuajes inteligentes saldrán a las calles de Nueva York, Londres y Beijing desde el segundo trimestre del año próximo.
La ciencia ha puesto el ojo en los tatuajes y quiere empezar a emplearlos como un nuevo punto de partida a la hora de llevar dispositivos electrónicos, convirtiendo algo tan tradicionl como un tatuaje en es sensores inteligentes.
A lo largo de los últimos años lo que se ha hecho es avanzar hasta conseguir que este tipo de tecnología sea una realidad. En las últimas semanas estos avances se han vuelto cada vez más palpables y todo gracias al último proyecto que se ha desarrollado de la mano de un centro de investigación de Corea del Sur.
Lo que habrían conseguido es desarrollar tatuajes que, aunque suene extraño, sean inteligentes. Vamos, poder llevar sobre la piel un elemento que, aparte de ser decorativo, funcione para algo que nos ayude en el día a día. La forma en la que lo han conseguido es mediante la utilización de nanotubos de carbono.
En concreto, la tinta que se estaría empleando sería la clave de todo esto al contar con los nanotubos de carbono para conseguir hacer que todo funcione a la perfección. Además, este material es conductor de la electricidad por lo que se podrían añadir sensores y tras esto recubrirlos con la tinta simulando un tatuaje convencional.
¿Te animarías a usarlo?