¿La plata no le alcanza y hace malabares para llegar a fin de mes? Identifique estos hábitos que no le permiten tener éxito financiero y corrijalos a tiempo.
Ser rico puede ser el objetivo de muchos en esta vida, sin embargo, según expertos, ser rico no solo está atado a los ingresos o patrimonio que se pueda tener, sino que el concepto de riqueza es mucho más complejo y tiene varias aristas.
Distintos expertos en esta materia señalan que ser rico implica que su dinero, así sea poco para muchos, le dé una sensación de seguridad emocional. Es decir, que le proporcione la sensación de que, sin importar lo que pase, estará bien, podrá resolverlo y tiene recursos para ello.
Estos son los hábitos financieros que se deberían evitar si se quiere ser rico o tener éxito financiero. Desconocer el nivel de ingresos real: cuando no se tiene presente cuáles son las posibilidades económicas y los recursos con los que se cuenta, se corre el riesgo de incurrir en gastos excesivos, deudas innecesarias y un deterioro en el bienestar financiero. Es importante contar con un presupuesto claro, que incluya todos los ingresos recibidos, así como los gastos fijos, variables y esporádicos. Esto ayudará a saber con qué dinero cuenta para darse gustos, ahorrar e invertir.
Comprar sin pensar: Los antojos y las compras impulsivas de bienes que probablemente las personas no necesitan es una de las formas más comunes de gastar sin propósito. En estas situaciones, una opción es hacer una pausa y, si es posible, aplazar la compra para pensarlo mejor. También ayuda mucho ir a comprar con una lista específica de compras.
Gastos hormiga: pequeñas compras presenciales o virtuales que se cargan a la tarjeta de crédito o se pagan en efectivo, como el transporte público, suscripciones que no se usan o pequeños consumos en la tienda de la esquina, pueden hacer que el dinero se acabe pronto sin notarlo. Es importante llevar un control escrito de cuánto es el gasto en estos temas para hacerlos conscientes y luego evitarlos. Cada peso cuenta.
Gastarse hasta el último centavo: cuando a fin de mes queda algún excedente de dinero, en vez de salir a gastarlo resultaría más conveniente hacer un uso más productivo de ese dinero, como ahorrarlo o abonarlo a alguna deuda.
Adquirir deudas sin medida: vivir a crédito, destinar la mayor parte de los ingresos al pago de deudas y diferir las compras de la tarjeta de crédito a muchas cuotas es un riesgo, pues la mala gestión de las deudas afecta el historial crediticio y, en general, la sostenibilidad financiera.
No tener metas financieras claras: Los gastos fijos son aquellos que le permiten sobrevivir; los gastos variables son los que se relacionan con su estilo de vida. Hacer la diferencia entre unos y otros le ayudará a saber en qué actividades puede evitar gastar dinero.
Establezca sus límites y aprenda a decirse “no me alcanza”: Si algún gasto o actividad se sale de su presupuesto, evítelo por completo. La importancia de decir “no me alcanza”, radica en saber con precisión cuáles son los gastos innecesarios que se salen de su presupuesto.