Por: Adelaida Alcaraz
Fomentar inéditas aplicaciones es la misión de una nueva generación de hombres de ciencia que se sumergen en un mundo desconocido a través de gafas y dispositivos móviles para lograr una transformación que beneficie a toda la población mundial y favorezca la atracción de inversionistas.
Sentado en el pórtico de su casa de tablas, el cálido viento australiano acariciaba su rostro mientras contemplaba su granja hasta donde el horizonte le permitía. A pocos metros jugueteaban unos cabritos, más allá las gallinas que se quejaban del brioso paso de los pura sangre en un divertido concierto de ruidos de alegría.
El suave balanceo de la mecedora lo invitaba a entrar en sus sueños y recordar los años pasados. ¿Cuántos serían? ¿Veinte? ¿Treinta? No los contaba, sólo tenía presente esa imagen desoladora que se le quedó grabada para siempre la primera vez que llegó a ese páramo.
Como todo joven rebelde, había huido de la ciudad, de la tecnología, de la universidad donde enseñaba ingeniería informática, para conocer la verdadera vida, lejos del mundo virtual que le proponía el siglo XXI.
Australia sería el lugar perfecto, lejos de todo, en contacto directo con la naturaleza. Una sonrisa pícara forman sus labios al recordar con los ojos cerrados que apenas tardó un mes en arrepentirse de su decisión.
Más que la profunda calma del silencio, interrumpido solo por el viento, algunas aves y los molestos insectos, el aburrimiento le resultaba desesperante. Y más, apenas lograba mantener contacto con la civilización a través de unas celdas fotoeléctricas con las que cargaba una vieja batería que le servía para alimentar su notebook.
Durante siglos la naturaleza privó a los pobladores de agua. Foto: Gentileza.
Lo peor era la falta de agua. La región era árida, por lo que dependía de un malhumorado y borrachín proveedor que le acercaba el vital líquido una vez cada semana. Agua sucia y cara, pero agua al fin. Cada noche el calor lo despertaba, pero ni quiera podía darse una ducha para refrescarse puesto que debía conservar el agua para beber y para sus pocos animales domésticos. Fue en sueños que le llegó la idea. Debía buscar agua, a pesar de que los lugareños aseguraban que eso era imposible porque en toda la región no existía un solo pozo.
Pero claro, él no era un ancestral aborigen que se guiaba por costumbres de antaño ni un bruto canguro, él era un universitario experto en informática, por lo que inició una lucha por la supervivencia. A su estilo, con sus armas. Varios fueron sus intentos fallidos y hasta estuvo a punto de claudicar, pero de pronto se dijo “¡Eureka!”.
Pese a que por una cuestión de orgullo evitaba utilizar internet, esta vez con entusiasmo entró en contacto con un par de colegas y después de hacer cálculos y analizar datos creyó que era posible realizar su idea. El uso de la realidad aumentada era incipiente, sabía que era utilizada en juegos, en presentaciones, en eventos, pero también supo del caso de un japonés que podía reparar ciertos equipos sin tener muchos conocimientos al respecto. El caso era que se ponía las gafas, estas a través de un programa analizaba el equipo que estaba enfrente y le sugería los posibles desperfectos que pudiera tener. Y resultaba. ¿Por qué él no intentaba?
Ciencia al servicio de la sociedad. Entonces, Andrew Fitzgerald con sus conocimientos, habilidad e ingenio desarrolló una aplicación de realidad aumentada que le permitiría reconocer el terreno y sugerirle el lugar más probable en el que podría encontrar agua en ese desolado lugar del mundo en el que vivía.
No fue fácil, pero tampoco tenía muchas opciones, así que luego de 35 días estuvo listo para iniciar la prueba. Y con ciertas dudas y mucha esperanza comenzó a recorrer su propiedad seguido por su único compañero, un dingo domesticado a fuerza de restos de comida que le seguía por todos lados.
Fue de norte a sur y de este a oeste con sus propias gafas de realidad aumentada. Y tras cuatro días de analizar todas las posibilidades, finalmente la aplicación determinó el lugar más probable en el que debería haber una vena de agua subterránea.
Apenas pudo descansar esa noche. Había mucho en juego, pero Andrew no sería vencido sin antes darle pelea al destino y a los elementos de la naturaleza. Como no podía dormir, antes de amanecer tomó su pico, una pala y su cantimplora y se dirigió al lugar donde libraría su última batalla, de la que saldría vivo o... bueno, mejor vivo... o si no... con una sonrisa terminó la mortal frase.
Y clavó el diente de hierro del pico en la dura tierra. Le pareció escuchar una risa, una especie de burla, pero siguió blandiendo su arma con destreza. Tierra y rocas se defendían con valentía y le hacían difícil conquistar cada centímetro, al punto que al final del primer día apenas había avanzado medio metro. Al día siguiente la tarea prosiguió con igual resultado, al igual que al tercero y el cuarto, pero luego del quinto notó cómo el suelo comenzaba a cambiar de morfología y ese detalle le dio ánimos.
Era el sexto día. Aunque no era muy devoto, alguna vez había leído Génesis en el que mal recordaba que Dios había creado el universo en seis días para descansar al séptimo. Y como una revelación celestial, de pronto del fondo nació el primer vestigio de humedad.
Dudó de si habría sido el sudor o su imaginación, pero continuó cavando hasta que minutos después un fuerte chorro de agua dulce le llenó de alborozo. ¡Había encontrado agua! Pese a todas las adversidades y malos augurios, él había logrado que la naturaleza le revelase sus secretos gracias a su aplicación de realidad aumentada.
Andrew Fitzgerald enfrentó a la naturaleza y a la tradición con las armas de la realidad aumentada.
Con júbilo chapoteaba en medio de su nueva mina de oro. ¿Qué oro? ¡Eran diamantes! Y más que diamantes, era agua fresca y pura la que le producía cosquillas de felicidad por todo el cuerpo.
En la inmensa soledad del triunfo él reía a carcajadas y gritaba de contento. Miraba hacia arriba y veía el sol que bordeaba el brocal. Pero de golpe se detuvo. Fijó la vista y se dio cuenta de que el sol no estaba solo arriba, sino que el rostro de una persona lo contemplaba con curiosidad. Era uno de esos lugareños que siempre lo estaban escudriñando y que a causa de la timidez no se dejaban ver.
Pero tanto alboroto hizo que el desconocido se acercase con curiosidad para ver qué sucedía y tanta fue la sorpresa al ver agua que ni siquiera atinó a esconderse cuando fue descubierto por el extranjero “loco”. Andrew recuerda ese rostro desencajado, mezcla de incredulidad y asombro, puesto que todos en la región le habían asegurado que jamás encontraría agua. Eran siglos y siglos de ignorancia los que había destruido ese día y el rostro del lugareño era la prueba.
Las aplicaciones de realidad aumentada ofrecen infinitas posibilidades al ser humano. Foto: Gentileza.
Ese fue el comienzo, el primer obstáculo derrumbado. Pero había otros iguales, como la falta de electricidad o el terreno inculto, que se resistía a aprender sobre producción sostenible. El segundo paso fue transformar la aplicación de realidad aumentada para que sirviera para encontrar el mejor sitio en el que pudiera erigir una torre de aspas para aprovechar el viento y convertirlo en energía eólica que pudiera servir para alimentar un sistema eléctrico.
Y en pocos años sus vecinos también lograron, gracias a su ayuda, cada uno tener su propio pozo de agua. Y sus molinos de viento, lo que transformó ese páramo en un verdadero vergel.
Hoy criaba cientos de animales, tenía una producción de vegetales y frutas que sorprendía a los aborígenes, puesto que ellos nunca habían visto tanta cantidad y variedad juntas.
Con la ayuda de la tecnología, todos los vecinos de Andrew se convirtieron en florecientes granjeros. Foto: Gentileza.
Visionario como Julio Verne. De niño, Andrew había sido aficionado a las aventuras de Julio Verne, un escritor que imaginaba viajes a la luna o submarinos que en esa época no existían y se dijo que él mismo había contribuido para cambiar la historia gracias a la realidad aumentada, y que los límites de su aplicación eran infinitos.
La publicación que hoy llega a las manos de nuestros lectores, científicos, inversores, autoridades del Gobierno, de instituciones públicas y privadas, de importantes centros educativos, onegés, profesionales en general y de tantos otros sectores, pretende despertar al Andrew Fitzgerald -un personaje creado para narrar esta historia- y al Julio Verne que todos llevan dentro para instalar el debate, convertirlo en tema de agenda y así impulsar el surgimiento de nuevas tecnologías que busquen resolver problemas de larga data, como los devenidos del cambio climático, ofrecer una alternativa para explotar todo el potencial que tienen las energías renovables e incluso dar respuesta a una necesidad latente a nivel global como el acceso a agua potable.
La realidad aumentada está siendo utilizada en investigaciones para explicar los alcances de un proyecto de forma atractiva e instructiva. Foto: Gentileza.
Actualmente, existen varias investigaciones realizadas a nivel mundial que dan cuenta de la utilidad de la realidad aumentada en distintas áreas que sobrepasan el ámbito del entretenimiento y comercial, como habitualmente es utilizada. Una de ellas puede ser apreciada ingresando a Google Patents, bajo el título de “Augmented reality system for leak detecting using mobile terminal”, elaborada por el investigador Na Kwang Yoon, en Corea del Sur, y publicada en el 2018, en la que se apunta que con la realidad aumentada se pueden detectar fugas de agua de una tubería en un campo industrial.
A esta se suma otra propuesta publicada en el portal web digitalwater.city, titulada “Augmented reality (AR) mobile application for groundwater visualisation”. La misma deja entrever que mediante una aplicación móvil de realidad aumentada -que integra un modelo geológico 3D del área de Berlín, Alemania, con simulaciones de calidad y flujo de agua subterránea- se puede informar al público sobre el papel y los desafíos del agua subterránea de una manera atractiva e instructiva ya que permite acceder a una vista holística del área de Berlín y sitios individuales de interés (por ejemplo, pozos de agua potable específicos, estructuras litológicas), o según la ubicación con información específica del sitio sobre acuíferos, aguas subterráneas y caudales.
Y no solo eso, sino comunicar sobre temas de interés local, por ejemplo, destacando la excelente calidad del agua potable, fomentando el consumo de agua del grifo frente al agua embotellada e incrementando la aceptación entre los ciudadanos de las inversiones necesarias para hacer frente a los desafíos de infraestructura.
Vista holística del proyecto de investigación sobre el área de Berlín en el que se aprecian acuíferos, aguas subterráneas y caudales. Foto: Gentileza.
Acceso al agua limpia y saneamiento. Décadas atrás ningún paraguayo imaginaría que podría faltar agua para beber, sin embargo hoy el agua falta en muchas zonas del país. Las doctoras en gestión ambiental, docentes de la Universidad Nacional de Itapúa, investigadoras Pronii e integrantes del Centro de Desarrollo e Innovación Tecnológica, Alicia Albrecht y Mónica Albrecht, sostuvieron que para garantizar una gestión sostenible del agua en el país, es importante impulsar una adecuada gestión integrada de recursos hídricos (GIRH).
Explicaron que, actualmente, la gestión de los recursos hídricos en el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible está siendo administrada por la Dirección General de Protección y Conservación de los Recursos Hídricos, que tiene la función según el Art. 25 de la Ley 1561/00 de formular, coordinar y evaluar políticas de mantenimiento y conservación de los recursos hídricos y sus cuencas, asegurando el proceso de renovación, el mantenimiento de los caudales básicos de las corrientes de agua, la capacidad de recarga de los acuíferos, el cuidado de los diferentes usos y aprovechamiento de los recursos hídricos; preservando el equilibrio económico.
En este sentido, Alicia indicó que “los sistemas de gestión del agua del siglo XXI no solo deben ser eficaces a fin de proporcionar esa garantía de suministro sino que deben ser sostenibles, de manera que permitan a los gobiernos y sus sociedades atender de manera eficaz y equilibrada los objetivos económicos, sociales y medioambientales asociados a modelos de crecimiento”.
También señaló la importancia de garantizar este recurso vital, que se ve hoy amenazado por fenómenos como el crecimiento demográfico, la mayor demanda para la producción de alimentos y de energía, la menor disponibilidad por los efectos adversos del cambio climático, la peor calidad de los recursos disponibles, los conflictos asociados a la lucha por el acceso al agua en las cuencas compartidas o los fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y las inundaciones.
Por otra parte, “es necesario centrar la atención en establecer la calidad del agua existente (ríos, arroyos, lagos, embalses y otros) y los distintos usos que se realizan con la misma en todo el territorio nacional”, reflexionó por su parte la doctora Mónica.
Y entonces, ¿por qué no utilizar la RA para visualizar las nuevas nacientes de agua que se encuentran en cada m² de tierra? Mirar “dentro” de estructuras y procesos que de otro modo estarían ocultos podría traer inmensas oportunidades de progreso para el país, no solo en el campo de la investigación y de los negocios, sino que también contribuiría a mejorar la calidad de vida de miles de personas que hoy no tienen acceso a este líquido vital. Si bien hoy el MADES cuenta con un mapa de humedales y con un atlas de cuencas hidrográficas de Paraguay, no dispone de un relevamiento hídrico de lo que pueda existir en cada propiedad del país.
Las doctoras en gestión ambiental Alicia Albrecht y Mónica Albrecht, mencionan que la realidad aumentada abre un abanico de posibilidades para la investigación científica.
Experiencia inmersiva. En Paraguay, la empresa Aumenta viene realizando un extraordinario trabajo en cuanto a desarrollo de Apps de RA para webs y juegos. A través de sus distintas propuestas, esta firma liderada por Aldo Orué, desarrollador y especialista en análisis de Sistemas, no solo conquista el plano local sino también trasciende fronteras ya que tiene operaciones en Colombia, México, Panamá, Perú, Chile y próximamente en EEUU y Europa.
Conciente del enorme potencial que tiene esta tecnología, Aldo anunció que dirige la mirada hacia otros sectores para ampliar su propuesta enfocada al entretenimiento y empresas de servicios. “Si un médico puede estar viendo las constantes vitales de su paciente mientras lo opera; un turista puede alzar su cámara y encontrar puntos de interés de la ciudad que visita, apuntando hacia los lugares a los que quiere dirigirse; o un operario realizar labores de mantenimiento en una sala de máquinas de una central hidroeléctrica, obteniendo información de en qué lugar se encuentran las averías, simplemente apuntando con su tablet, y sin necesidad de consultar un complicado manual, por qué no hacer algo diferente y único para el país”, sostuvo.
El paraguayo Aldo Orué, CEO de Aumenta, se alista para presentar novedades en el sector. Su próxima apuesta será llegar a EEUU y Europa.
Oportunidades. Reconoció que la industria de hoy en día es cada vez más inteligente, por lo cual contar con el soporte de RA podría agregar valor en la resolución de problemas que pudieran suscitarse. De allí es que hay que estar preparados para aplicarla en empresas que apuestan por las nuevas fuentes de energías renovables y el saneamiento del agua, que tanta falta hacen, no solo en Paraguay sino en el mundo, es una excelente alternativa.
“Tenemos inversiones de gran envergadura como Paracel en Concepción, que producirá pasta de celulosa, con inversiones calculadas en USD 3.200 millones; la planta de biocombustible Omega Green en Villeta, con una apuesta de USD 800 millones; o Atome Paraguay SA, una planta industrial en Villeta que producirá hidrógeno verde. Todos estos desarrollos suponen enormes oportunidades para nuestra industria”, relató Aldo haciendo referencia a informes del Ministerio de Industria y Comercio.
Y pensar que para el 2023, según el portal estadístico internacional Statista (informe publicado en agosto de 2022), se prevé aproximadamente 1.700 millones de usuarios de realidad aumentada móvil en todo el mundo, es decir, más del doble con respecto a la cifra registrada en 2020.
Semillero de nuevos talentos. Esto hace suponer que a mayor desarrollo de esta tecnología también se necesitará de una mayor capacitación. Es ahí que conectar la realidad aumentada con la educación que se imparte en las universidades cobra vital importancia, pues no solo otorga una visión más amplia sino que también crea nuevos perfiles.
Alejandro Ameneiro, director de Innovación del IE University, de Madrid, España, aseguró que tanto la realidad virtual como la realidad aumentada tienen la capacidad de potenciar experiencias cognitivas, incrementando la efectividad y el atractivo en el aprendizaje para el estudiante y profesores.
“En la actualidad la combinación de RA en la educación supone un avance como metodología dentro y fuera del aula de clases para poder complementar, por ejemplo, la teoría de cualquier conocimiento. Lo más popular hasta el momento es la formación técnica: formación en procesos delicados, testeo de instalaciones de forma asistida con RA”, relató. Agregó que ante todo, la ventaja de utilizar esta tecnología es explorar el entorno de manera distinta y disfrutar de un proceso de aprendizaje interactivo y enriquecedor.
Con la incorporación de este tipo de tecnologías en las aulas las destrezas y actividades también mejoran. “Con la RA se potencian los “soft&hard skills” de forma interactiva, inmersiva, novedosa utilizando diferentes técnicas para el aprendizaje como gestión de proyectos, cinematografía, diseño 3D, gamificación, educación inductiva, entre muchas. Consecuentemente este tipo de nuevas metodologías permite aumentar la capacidad de investigación e indagación de estudiantes y profesores, aprender y mejorar de errores cometidos y contrastar sus aprendizajes confrontándoles con situaciones prácticamente vividas”, confesó.
Bianca Rolón, estudiante de Ingeniería en Informática de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay, quien al momento de la entrevista se encontraba realizando su pasantía en el Parque Tecnológico de Itaipú, aseguró que la utilización de RA en las aulas, principalmente en carreras técnicas, contribuiría enormemente a generar un ecosistema de seguridad en el que los estudiantes pueden experimentar con sus prácticas sin la necesidad de pasar por alguna emergencia y/o riesgo durante el proceso.
“Paraguay es un país en proceso de desarrollo. Considero que la falta de datos dificulta bastante el avance de algún proyecto que implique aplicar realidad aumentada para, por ejemplo, visualizar hilos de agua en la tierra. Pero esto implica poner mayor esfuerzo en programación”, sentenció.
Bianca Rolón, estudiante de Ingeniería en Informática de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay, socializa lo aprendido en el país asiático, con ingenieros del Parque Tecnológico de Itaipú.
Sobre este último punto también opinó Diego Galeano, investigador de aprendizaje automático en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (FIUNA) y Ph.D. en Ciencias de la Computación en Royal Holloway, University of London en 2019, quien insistió en que Paraguay debe trabajar mucho en programación y software. “El caso ficticio de Andew Fitzgerald es una excelente idea, pues abre una posibilidad de crear aplicaciones para la vida real, que pueden ser asistidas por sensores que se colocan en la tierra”, sostuvo y para finalizar dijo que el principal problema que ve en Paraguay es que “la gente no se arriesga por la tecnología. Existe un gran temor de invertir en lo desconocido y tal vez esto se debe también por la falta de talento humano”, refirió.
Diego Galeano, Ph.D. en Ciencias de la Computación, animó a las organizaciones e instituciones educativas a apostar por el desarrollo de áreas de formación relacionadas con programación y software.
Venture Capital. El impacto al medio ambiente supone inmensas oportunidades para invertir en startups con proyectos enfocados en energías limpias y renovables. La generación de alternativas energéticas junto con las tecnologías innovadoras, como las de RA, hacen una nueva alternativa para explorar en el Venture Capital (VC).
“El talento para arrancar o unirse a una startup se encuentra en todas partes. Paraguay puede aprovechar la interconexión que tiene con otros países para subirse a la ola de innovación e inversión que está ocurriendo en la región. Puede perfectamente salir a otros países e incluso apuntar a comercializar en diferentes latitudes para la inversión de VC ya que el mercado local es pequeño. Al VC le interesan las inversiones que puedan tener retornos extremadamente altos, y para eso se necesita un mercado lo más grande posible”, comentó a FOCO Gabriela Cibils, Líder de Venture Capital de Cibersons, holding internacional tecnológico.
Y seguidamente dijo que la idea es importante, pues debe ser lo suficientemente innovadora para crecer, pero igual o más importante son el equipo, el mercado, y el modelo de negocio. “El equipo es el que va a hacer que la startup sea realmente exitosa, o fracase. Aquí son importantes algunos detalles como el expertise que tiene el equipo fundador con relación a lo que hace la startup, cuán balanceado esté el equipo en términos de negocio y conocimiento técnico. La capacidad de vender del equipo y conseguir que otros se sumen a la misión ya sea como empleados, clientes, partners o inversores”, precisó.
Gabriela Cibils, Líder de Venture Capital de Cibersons, comparte con startups paraguayas y las motiva a seguir innovando y atrayendo a inversionistas. Foto: Gentileza.
Paraguay se merece. Entonces, no se trata solo de señalar los problemas que ya se sabe que existen, las causas y las posibles consecuencias, sino de ofrecer soluciones para construir juntos el país en el que cada paraguayo se sienta orgullo de estar y pertenecer.
Esto funciona como un engranaje: mientras más ideas se aporten, más científicos, inversionistas y creativos estarán prestos para entregar su granito de arena. La solución a varios de los problemas que se tienen en el mundo se encuentra en la capacidad que tiene cada uno de compartir un poquito de lo que conoce.
Probablemente aquel Andrew Fitzgerald de la historia se sentiría feliz de formar un think tank con una nueva generación joven, altruista, comprometida y visionaria. ¡Larga vida a los proyectos de innovación en Paraguay!
Viví la experiencia de la realidad aumentada y sé el próximo protagonista de los futuros proyectos de innovación que se gesten en Paraguay. Escaneá el código QR y apuntá a Hiro.