La economía global se ha debilitado debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual, ha incrementado los precios de varios productos, materias primas y energía, ejerciendo una presión alcista sobre la inflación que sigue creciendo en todo el mundo, según el último informe ¨Interim Economic Outlook ¨ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde)
De acuerdo con el estudio, las perspectivas de los economistas estiman un crecimiento global de 3% en 2022, antes de que se ralentice aún más la economía, para 2023 proyectan un aumento de 2,2%. Todas las proyecciones muestran que están muy por debaj0 de lo estimado para este año antes de que iniciara la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ya deja pérdidas de USD 2,8 billones en producción mundial en 2023.
El informe muestra que la guerra ha generado un incremento significativo en los precio de la energía, especialmente en el continente europeo, ya que Rusia es el principal proveedor para la mayoría de países de Europa, situación que ha agravado las presiones inflacionarias en medio de un momento en que el que el costos de vida ya venía aumentando a nivel global a causa de los efectos de la pandemia de Covid-19.
Esto se debe a que una gran cantidad de compañías deben pagar por los costos más altos de energía, transporte y mano de obra, y la inflación está llegando a niveles no resgistrados desde la década de 1980, por lo cual, los bancos centrales de todo el mundo se han visto obligados a reajustar sus políticas monetarias con un aumento de las tasas de intervención.