Hace unos años, los cultivos de cannabis eran considerados un problema en varios países, pues se relacionaba la planta con el tráfico y consumo ilegal de drogas. Ahora, algunos gobiernos han convertido esta planta en una fuente de ingresos para sus economías, las cuales han sabido aprovechar el mercado.
La producción y exportación de cannabis en diferentes países del mundo ha ayudado a incrementar los niveles de ingresos. Naciones como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú y Puerto Rico han decidido legalizar su producción para usos medicinales, mientras que otros como Canadá, México, Holanda, Alemania, Uruguay y algunas partes de Estados Unidos han facilitado la producción de la planta con fines recreativos.
Se estima que hasta 2020 el mercado mundial de cannabis regulado e ilícito tenía un valor de USD 344.000 millones aproximadamente, según un reporte de New Frontier Data.
El crecimiento de esta industria ha sido bastante significativo en los últimos años, pues cada vez se crean más productos a base de este producto, independiente de su uso. De hecho, en Norteamérica el cannabis recreativo genera más millones que la cerveza artesanal. Según registros de Visual Capitalist, durante 2021, la marihuana generó USD 60.000 millones en ese país, incluyendo las compras ilícitas; es decir, el doble de las ganancias del licor producido de forma tradicional, que solo produjo USD 27.000 millones.
En cuanto a las ganancias que recibe cada zona por este mercado se divide de la siguiente manera: Asia, con USD 132.900 millones; Norteamérica, con USD 85.600 millones; Europa, con USD 68.500 millones; África, con USD 37.300 millones y América Latina, con USD 9.800 millones.
Además, los países líderes en el mercado global de cannabis medicinal son EE.UU., con USD 10.000 millones; Canadá, con USD 5.500 millones; Alemania, con USD 87,3 millones; Italia, con USD 47,8 millones y Uruguay, con USD 45,5 millones.