Neón, un negocio que da luz y personalidad a los ambientes

Federico Silva Casanova es el creador de Neón, este emprendimiento que va en auge y que nació en plena pandemia, ofreciendo para todo tipo de espacios carteles originales y llamativos para darles un toque de distinción.

“Creo que algunas personas no se sienten cómodas estando en una oficina, solo esperando el día de pago mes a mes. En mi caso, trabajaba como diseñador en una pequeña empresa de diseño gráfico y sabía que escalar más ya no era posible, entonces me animé a emprender”, relató.

En las horas que se quedaba fuera del trabajo Fernando comenzó a instruirse de forma online con miles de videos tutoriales. “Es increíble la cantidad de cosas que uno puede aprender viendo tutoriales”, reflexionó el emprendedor. A principios de diciembre del 2020 se gestó la idea, pero el joven dejó su trabajo de oficina recién en mayo 2021, y se animó a realizar su primera inversión de unos G. 2.500.000.

“Con mi primera apuesta de dinero me compré unos 50 metros de neón y algunas herramientas. De allí a esta parte, el crecimiento viene siendo exponencial, tengo mi propia máquina láser y mi propio vehículo de la empresa y empleados. Y ya estoy empezando otro emprendimiento a la par pero de la misma rama de la cartelería y diseño”, acotó.

Neón se encarga de realizar principalmente carteles de diversos diseños o frases; pronto estarán ofreciendo también servicios de impresión, gran formato, carteles corporeos luminosos y carteles de impresos en lona con bastidor, entre otras miles de ideas, bajo el nombre de “Banana Print”, la nueva rama de la firma.

“En Neón los precios varían según la complejidad del diseño y tamaño. Por ejemplo, algo simple se puede conseguir desde los G. 250.000, un Happy Birthday desde G. 890.000, y un nombre de cinco letras aproximadamente a G. 450.000″, añadió .

Actualmente la firma cuenta con dos colaboradores, pero dentro de las proyecciones está la expansión de la marca y la incorporación de más personas al equipo.

Con respecto a los desafíos que conlleva tener un emprendimiento de esta índole, Federíco expresó que los desafíos están en ingresar a nuevos mercados, pero que una vez que prueban los carteles, la mayoría vuelve a pedir otros.

“Siempre está el desafío de preguntarse ¿Cómo puedo mejorar mi producto o servicio?, también quisiera tener más tiempo para crear nuevas ideas, pero lamentablemente el día solo tiene 24 horas”, dijo entre risas el soñador.

A futuro, agregó que buscan ofrecer una gama de productos más amplia, distinguirse con innovación y por la calidad del producto y también por la atención.

“Sueño con tener dentro de poco un equipo de 10 a 15 empleados y estar en nuestro propio taller, con máquinas industriales y un espacio especial para la atención al cliente. Emprender es una aventura, ya que nada es fijo, no hay sueldo, sos vos y tu capacidad de evolucionar que se pone a prueba día tras día. Si hay una idea, hay un emprendimiento en potencia. Si sos de los que les molesta la monotonía de una oficina, ya tenés la chispa y solo falta la idea que la encienda”, finalizó.