Un estudio reciente realizado por Americas Market Intelligence y Mastercard revela que la digitalización de los servicios financieros es un camino de ida en Latinoamérica.
La adopción de los pagos digitales y la tecnología sin contacto, la cantidad de usuarios de internet (y el tiempo que pasan conectados), junto al aumento exponencial de smartphones y datos móviles, explican el boom de las Fintech en Latinoamérica y su incidencia a favor de la inclusión financiera de una región que todavía tiene a la mitad de su población fuera del sistema. Los servicios financieros cambiaron mucho, y van a seguir cambiando. Estos son los aspectos principales de los que será tendencia durante el presente año.
Atraer, pero también retener: En sus comienzos, las empresas fintech buscaban conquistar nuevos clientes. Crecer era la medida de su éxito. La necesidad, ahora, es aumentar su rentabilidad mediante servicios que repercutan en mayor transaccionalidad y más tiempo de pantalla. La gran mayoría de fintechs comenzó ofreciendo una cuenta digital y una tarjeta, pero ahora están ampliando sus portfolios para ofrecer también préstamos personales, seguros, inversiones, programas de fidelización o cashback y hasta un marketplace de productos y servicios.
De Open Banking a Open Finance: La revolución que empezó con el Open Banking se continúa en el Open Finance. La apertura de datos, algoritmos y procesos que, en el primer modelo, se centraba en las cuentas bancarias y pagos, ahora se extiende a otros servicios financieros y se abre a otras industrias, e incluso a los organismos públicos. Open Finance es un paso más allá porque permite mayor libertad de experiencias de gestión financiera. Es importante subrayar que la modernización de la infraestructura de pagos necesita de una regulación también muy ágil, que ya está en marcha en la región.
Buy Now Pay Later: Esta es una tendencia que se volvió muy popular en el último tiempo, sobre todo entre Millennials y Gen-Zs, pero que en Latinoamérica está en vigencia hace años: BNPL es el nuevo “pagar en cuotas”.
Funciona como una financiación a corto plazo, que en general no cobra intereses si el cliente cumple con sus pagos en tiempo y forma. BNPL es otra tendencia a favor de la inclusión financiera de la región, y la posibilidad de más clientes conectados comprando también beneficia a los comercios.
Blockchain (y criptomonedas): Todo parece indicar que vamos hacia una industria cada vez más digital, y uno de los caminos que nos lleva al futuro es la tecnología blockchain. Asociada en sus comienzos al mundo cripto, blockchain es un sistema de documentación de transacciones digitales que evolucionó rápidamente hasta extenderse a otras aplicaciones e industrias. Blockchain y criptomonedas tienen el poder de revolucionar la industria financiera, siempre y cuando protejan el consumidor y respeten los marcos regulatorios que acompañan estos cambios
5G: es lo que conecta virtualmente a todos con todos y con todo. Más confiable y 100 veces más veloz que la tecnología actual, esta nueva interfaz impactará en todas las industrias y se espera que, para 2035, aporte USD 13,2 billones a la economía global. Aunque la pandemia de COVID-19 retrasó la implementación del 5G, para este año que comienza se esperan 1000 millones de suscripciones en todo el mundo.