El proyecto Mi Huerta inició su ejecución a mediados del 2020 con el objetivo de brindar seguridad alimentaria e ingresos extras a familias en estado de vulnerabilidad debido a la pandemia. Actualmente, más del 90% de las huertas construidas en ese año siguen produciendo y algunas hasta se han expandido, aumentando su producción.
Las familias beneficiarias recibieron capacitaciones a modo de adquirir habilidades para el mantenimiento de sus huertas, educación financiera y liderazgo personal, entre otras acciones necesarias para el cuidado correcto y sostenibilidad de las huertas.
Jessica Paniagua de Villa Ygatimí es una de la productoras y sigue el calendario hortícola “Recomendaciones básicas para cultivo de hortalizas”, el “Manual de Diseño y Cuidados Técnicos para la Huerta”, y otros materiales físicos y audiovisuales entregados en las capacitaciones para que los beneficiarios puedan saber cuáles son las mejores épocas de plantación de las hortalizas.
En este contexto, las familias recibieron acompañamiento para la preparación de suelo, instalación de vallas de protección, colocación de mallas de media sombra y otras acciones necesarias para el cuidado correcto del terreno. La última capacitación desarrollada consistió en el manejo de plagas y enfermedades. Asimismo, cada beneficiario recibió insumos como semillas y plantines, fertilizantes foliares, fungicidas, tejidos de alambre, bandejas de plásticos, regaderas y mallas de media sombra.
Hasta la fecha, un total de 5.454 familias en los 14 departamentos de la región oriental fueron beneficiadas por el proyecto. Cabe destacar, que del total de beneficiarios 90% son comités y familias liderados por mujeres. Se calcula que la renta promedio por cada huerta es de Gs. 900.000 mediante la venta de las hortalizas que sobran luego del consumo en el hogar.
Esta iniciativa contempla una inversión de USD 2,4 millones en total y está orientada a familias en estado de pobreza y pobreza extrema como un esfuerzo complementario del Programa Tekoporã en su afán de mejorar la seguridad alimentaria.
El proyecto es financiado por Itaipú Binacional, liderado por el Ministerio de Desarrollo Social e implementado por la UNOPS en todos los departamentos de la Región Oriental del país.