Un estudio publicado por The Breakthrough Institute señala que el sistema alimentario mundial viene desarrollando tecnologías con el propósito de impulsar la producción con bajas emisiones de carbono a través del desarrollo de tolerancias y resistencias de cultivos transgénicos a diferentes adversidades, tanto climáticas como de ataque de plagas.
El informe reporta que el menor uso de fitosanitarios en la producción determina la menor emisión de gases de efecto invernadero al ambiente sumado a la cultura conservacionista de los suelos en la agricultura.
El estudio muestra como ejemplo lo desarrollado en Estados Unidos, y asevera que los cultivos transgénicos pueden mejorar la eficiencia fotosintética en las plantas, y podría aumentar los rendimientos en un 15%. Además, señala que, con múltiples 03 Ciencia en el mundo
La emisión de carbono en la agricultura es baja gracias a la biotecnología, los rendimientos podrían aumentar en un 60%, con una disminución de las emisiones del sistema alimentario mundial.
Argumentación. En el estudio destacan que en el año 2018 las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario mundial totalizaron 16.000 millones de toneladas de CO2, y de las emisiones del sistema alimentario mundial, una cuarta parte (aproximadamente 4 GtCO2e/año) proviene de conversiones de ecosistemas naturales en tierras de cultivo.
Sin embargo, la investigación muestra que la modificación de cultivos clave en los Estados Unidos con solo un nuevo rasgo modificado genéticamente podría aumentar los rendimientos en un 15%, lo que reduciría las emisiones del sistema alimentario mundial derivados de la conversión de la tierra en un 5%, o 214 millones de toneladas equivalentes de CO2 por año. Con la adición de otros dos rasgos en cultivos modificados genéticamente (GE), ese aumento de rendimiento podría cuadriplicarse al 60%, lo que provocaría reducciones drásticas de las emisiones a escala mundial.
Además, señalan que históricamente los aumentos de rendimiento de los cultivos desempeñaron un papel crucial en la limitación de la conversión de tierras y las emisiones asociadas; sin ellos, el uso de la tierra para la producción de cereales se habría expandido 6 veces más de lo que se hizo. Aseguran que las mejoras en la genética de los cultivos contribuyeron aproximadamente la mitad de las ganancias de rendimiento históricos, lo que hace que el crecimiento del rendimiento sea una forma poderosa de reducir las emisiones.