El problema de innovar

La Real Academia Española define la innovación como creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado. El inicio de la frase es bastante interesante, hablamos de modificación y no solo de creación de productos. Ahí es donde se vuelve importante entender las necesidades de nuestros usuarios, ya que muchas veces pequeños cambios son los que nos permiten crear productos o servicios realmente innovadores.

Una tarde, fui a un bar con dos amigos. Mientras mirábamos el menú, nos preguntamos cómo es que los restaurantes siguen utilizando una versión impresa en la que es muy complicado agregar nuevos platos, actualizar o eliminar cierta información. Algunos locales incluso recurren a metodologías caseras con parches para realizar los cambios.

Éramos tres programadores, y automáticamente pensamos en la necesidad de plantear una solución. Trabajamos durante un mes y como resultado desarrollamos un software con un montón de funcionalidades: un código QR para acceder al menú, un dashboard para que la empresa autogestione sus propios menús, información nutricional de los platos, un filtro según tipo de alimentación o alérgenos y traducciones automáticas hasta en nueve idiomas distintos.

La propuesta fue bien recibida por los propietarios de los restaurantes, pero pocos fueron los que llegaron a implantar la plataforma. Al hacer un análisis nos dimos cuenta de que el problema era nuestro propio software. La implementación era tediosa, en los locales gastronómicos nadie quería encargarse de actualizar el menú en la plataforma, los mozos no explicaban a los usuarios cómo utilizar el software y los mismos usuarios preferían acceder a la carta física y no a la digital.

Entonces, ¿cuál fue nuestro error? Básicamente, nos centramos en desarrollar tecnología, en lugar de buscar entender cuál era el problema que los usuarios tenían y desarrollar una solución para el mismo.

Uno de los principales problemas que tienen las grandes empresas o emprendimientos al momento de introducir innovaciones tecnológicas, es que se dejan llevar por su intuición o por tecnologías que son las más utilizadas en el mercado, sin antes entender cuáles son los problemas o necesidades de sus usuarios. Muchas veces forzando procesos y ofreciendo algo que no necesariamente los clientes necesitan.

Es por eso que, antes de seleccionar una tecnología y empezar a desarrollar e implementar una solución, necesitamos entender una serie de factores que influirán en esa solución planteada. Por ejemplo, en el caso del e-commerce, existen muchas preguntas que hacen que nuestra solución pueda ser muy distinta a la que otras industrias desarrollan:

- ¿Qué tipo de dispositivo utiliza mi usuario en el momento de la compra?

- ¿Necesitará el cliente soporte técnico durante la compra?

- ¿Nos conviene ser partícipes de un marketplace antes de desarrollar nuestro propio e-commerce?

Todas estas y un montón de preguntas más nos ayudan a comprender la experiencia de usuario que buscamos brindar a nuestros clientes a través de la innovación que queremos introducir.

Por eso, el primer paso para implementar innovación en nuestro emprendimiento es entender a nuestros usuarios, sus necesidades y el proceso de lo que queremos ofrecer.

Una vez que tengamos claro tanto los problemas de nuestros usuarios, como el proceso por el cual pasa, podemos empezar a introducir tecnología donde consideremos que aporta valor.

Un principio que siempre debemos tener en cuenta es que la innovación no es un evento único. Es clave entender que las grandes ideas no aparecen por casualidad, sino que debemos confiar en la metodología, porque la innovación es eso, el proceso constante de buscar mejores soluciones a partir de entender al usuario, probar nuevas ideas y medir resultados.

* Papu Arza es desarrollador de software con especialidad en UX/UI, Inteligencia Artificial y Machine Learning. Co-fundador de Wegital, empresa especializada en consultoría tecnológica e incubación de startups con base digital en Paraguay y España.

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