El acceso a alimentos seguros y nutritivos es esencial para llevar una vida saludable. Por eso debemos cuidar cómo se preparan y se almacenan estos recursos. Tomá nota de estas recomendaciones ofrecidas por el Dr. Fidel Zenteno, titular de Aspagran.
Está comprobado que las bacterias, los virus, parásitos o sustancias químicas son causantes de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados. Debido a esto, conversamos con el doctor Fidel Zenteno, presidente de la Asociación de Nutricionistas del Paraguay (Aspagran), quien brindó algunas recomendaciones para mitigar los riesgos en la salud.
De acuerdo al profesional, todos tenemos una gran responsabilidad en mantener la seguridad y la inocuidad de los alimentos. Esta tarea debe comenzar desde las casas, con algunas prácticas sencillas que guardan relación directa con la forma de conservación, higiene y desinfección de los alimentos.
1. Evitá sobrecargar la heladera: La circulación de aire es necesaria para mantener los alimentos frescos. La temperatura adecuada para mantener una buena refrigeración es de 4 ºC (40 ºF) o por debajo. Si la heladera está llena, una buena opción es congelar algunos alimentos.
2. Sé estratégico al almacenar: No juntes los alimentos cocidos y crudos, ni de diferentes grupos, como vegetales con carnes o huevos. Lavá y enjuagá todos los productos frescos antes de guardarlos. Limpiá todos los envases (vidrios, plásticos, Tetra Pak) con un paño humedecido con desinfectantes antes de guardarlos en la heladera o la alacena, y acordate que los envases Tetra Pak permiten conservar los alimentos a temperatura ambiente hasta por 6 meses, y una vez abiertos, hasta tres días en la heladera.
3. Dejá que las sobras se enfríen: Antes de guardarlas, colocalas en recipientes de aproximadamente 5 centímetros de profundidad y que sean herméticos. Llevá a la heladera después de que se enfríen.
4. Recalentá las sobras de manera segura: Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos la temperatura adecuada es de 74 °C, y cuando se utiliza un microondas, conviene detener el proceso a la mitad del tiempo para revolver los alimentos y después continuar con el recalentado.
5. Prestá atención a la caducidad de las sobras y los alimentos: Las sobras se pueden consumir hasta tres o cuatro días después de guardarlas en la heladera. Congeladas duran hasta dos o tres meses.
6. Limpiá y lavate las manos: Indentificá las superficies y los puntos que siempre se tocan dentro de la casa, y limpialos. En esta tarea es importante involucrar a todos los miembros de la familia; además hay que promover el lavado de manos frecuente. Esta última acción es una de las maneras más fáciles de prevenir la propagación de gérmenes.
7. Revisá las etiquetas de vencimiento y reconocé las diferencias: “Consumir antes de” indica una fecha en la que el alimento es seguro para ser ingerido, mientras que “consumir preferentemente antes de” significa que la calidad del alimento es mejor antes de esa fecha, pero su consumo sigue siendo seguro después del periodo señalado.