Celina Lezcano
Ministra de la Mujer
En el mes de mayo recordamos y celebramos a la figura de la Madre y a la Patria, no es una coincidencia histórica el que ambas fechas y figuras se unan para reclamar nuestra atención y reflexión. En tiempos de dependencia colonial, ambas figuras ya eran importantes actores en la vida de los paraguayos, la madre como creadora de vida de ciudadanos de diferentes orígenes, engendrados sin reclamar nada más que un espacio para desarrollarse, progresar y avanzar hacia un estado de bienestar; y la patria que se iba dibujando a partir de una lluvia de ideas desordenadas, pero dinámica y rica en pensamientos de libertad y bienestar.
Ambas fechas siempre estuvieron y estarán entrelazadas por el destino de nuestra nación, ya que recorriendo el camino de nuestra historia podemos estudiar la permanente presencia de la madre en la construcción y consolidación de nuestra patria. Recordando especialmente a una Juana María de Lara, prócer de la independencia, ejemplo de mujer entregada a la causa de la patria, que no dudó en poner a disposición de la libertad, su cómoda posición social y económica, para participar activamente en la realización del sueño de la construcción de una nueva nación.
La idea de una nación con visión y principios republicanos, motivó a la nueva generación de habitantes de nuestra tierra, a aunar esfuerzos en un escenario favorable a la independencia, para propiciar la oportunidad y convertir en realidad sus sueños de “Libertad e Independencia”, como valores y principios fundamentales para su bienestar y desarrollo en equidad e igualdad de posibilidades, sin importar su ascendencia, sino solamente el esfuerzo, la honestidad de sus intenciones y la disciplina en el trabajo por el cumplimiento de sus objetivos como individualidad y como comunidad.
La lucha por esos sueños no fue una tarea sencilla y sin sacrificios, sino todo lo contrario, requirió de desprendimientos y la vida de valiosos ciudadanos que no dudaron en ofrendar la vida misma, por el éxito de la causa de “Libertad e Independencia”; requirió el esfuerzo de madres, hijas, hijos, de muchos de los habitantes de esa patria, que aun no habiendo nacido en ella, simpatizaban y apoyaban la causa y la idea de una nueva nación.
Hoy nos toca vivir situaciones complejas a todos los paraguayos, sin distinciones socioeconómicas de ningún tipo, en donde se identifican con mayor rapidez los puntos que nos dividen, que nos separan; donde es más fácil criticar y juzgar la situación desde la posición del observador, aunque todos seamos actores en mayor o menor medida de la coyuntura, que adoptar la posición del ejecutor o parte de la solución, basada en la unión de esfuerzos para enfrentar los grandes desafíos que se nos presentan a todos por igual.
Es así que en este tiempo singular, quiero recordar y rendir un especial homenaje a todos los que han hecho y han puesto su máximo esfuerzo por dar nacimiento a nuestra patria, el Paraguay; a todos los que nos enseñaron que unidos, mujeres y hombres, podemos superar cualquier desafío que se nos presente; a todos los que nos legaron un espacio de libertad y un sinfín de posibilidades, en un marco democrático y republicano; y en especial quiero rendir homenaje a las madres que ofrendaron sus propios hijos, en los diferentes momentos históricos de nuestra vida como república independiente y soberana.
¡Feliz día de la Madre! ¡Feliz día de la Patria!