El Mercado de Valores ha logrado canalizar el ahorro en inversión beneficiando a todo aquel con necesidad de financiamiento y a visionarios inversionistas, un sistema que marca una ruta de crecimiento y sostenibilidad de gran impacto para la economía nacional.
La incertidumbre generada a raíz de la pandemia del Covid-19 invita a grandes y pequeños inversores a repensar las finanzas y a plantear ingresos con seguridad. Esta coyuntura acompaña un proceso de crecimiento y desarrollo en el mercado de capitales que ya venía dando muestras de sorprendente expansión.
En Paraguay, la historia de este mercado con gran potencial para fortalecer la economía inició un 11 de octubre de 1993 con la primera Rueda de Negociaciones de la Bolsa de Valores del Paraguay y la participación de nueve empresas emisoras que marcaron el precedente en el Mercado de Valores nacional. Hoy, a más de 25 años, con más de 100 emisores registrados y la constante diversificación de productos e instrumentos, esta iniciativa bursátil se ha convertido en uno de los sectores más dinámicos, atractivos y de sostenible crecimiento.
Entre el 2014 y el 2020 el volumen negociado en Bolsa creció en torno al 46% anualmente y la capitalización de los fondos patrimoniales de inversión, del 2017 al 2020, en un 119%. Y para este año, las expectativas están puestas en un crecimiento del 65%. Es en este alentador escenario que compartimos la visión y experiencia de Rodrigo Callizo, quien ejerció como presidente de la Bolsa de Valores y Productos de Asunción durante 14 años, hasta que la semana pasada anunció su retiro.
“En el 2010 el mercado movía apenas un volumen operado de USD 117 millones, periodo en el que inició la implementación del sistema electrónico de negociación, acompañado de la desmaterialización de los bonos, la creación de nuevos productos y la mayor participación de diversos sectores. Todo esto hizo posible llegar a casi USD 2.000 millones en el 2020″, resumió Callizo.
En este contexto, agregó que la custodia electrónica facilitó la forma de operar, hoy la operación se realiza con un simple llamado. Este proceso de digitalización fue un gran hito para la Bolsa, permitió que la BVPASA sea la primera entidad en desmaterializar sus propias acciones, los bonos de empresas emisoras y gracias a su impacto, la institución fue autorizada por la CNV para llevar las anotaciones en cuenta, fungiendo las funciones de una Caja o Depositaria de Valores.
Asimismo, este avance permitió que el mercado secundario ganase terreno, y actualmente su participación ronda el 80%, generando mayor liquidez en el mercado. Con relación a la participación en general, señaló que los sectores financieros, público y comercial son los de mayor protagonismo.
BVPASA 2.0. Para el presidente la inversión en tecnología y digitalización es muy importante en el mercado, por lo que seguirán apostando por fortalecer estos aspectos, para que en un futuro todo inversionista pueda invertir directamente desde el celular.
Respecto al área de sistemas y seguridad informática, se ha llevado adelante un minucioso trabajo, se logró la aprobación de 36 documentos (planes, políticas y procedimientos) relacionados a la Seguridad Informática y el Departamento de TI. Se cuenta con certificaciones como: Certificado de Aplicación CIS CONTROLS, implementando las mejores prácticas internacionales de ciberseguridad basadas en CIS Controls (Fase I y Fase II).
En este escenario de constante desarrollo, la bolsa también logró acercarse al centro financiero con una nueva oficina y trabaja en la migración de los sistemas de custodia y liquidación, el cual permitirá interconectarse con otras Bolsa y entidades. “Al mismo tiempo, venimos trabajando en una nueva estructura en la organización el cual permitirá lograr grandes cosas”, agregó.
Instrumentos financieros. Si bien existe gran diversidad de instrumentos, Callizo recuerda que el más utilizado es la Renta Fija (Bonos y Reporto) “Representan el 97% del volumen total, lo que significa que las empresas tienden más a emitir deuda que a abrir su capital al público. Y que los inversionistas están más interesados en invertir en bonos por contar con periodicidad de pagos de interés y capital ya fijos desde su compra”, explicó. Y destacó que es una característica de los principales países de la región sudamericana.
También destacó que las operaciones de reporto (operaciones de liquidez a corto plazo, dónde una empresa o persona que necesita liquidez vende sus títulos por cierto plazo, obteniendo el capital que necesita, con la obligación de recomprarlo y pagar por ello una tasa de interés al que brindó la liquidez) registraron un gran salto debido al Covid-19, ya que las empresas y/o personas requerían liquidez a corto plazo. Lo se tradujo en un 60% de participación.
Con respecto al Futuro de Divisas, indicó que se trata de un producto que permite al inversionista cubrirse ante volatilidades en el tipo de cambio, si bien el producto está activo y negociándose, el volumen no es lo esperado. “Necesitamos que los grandes jugadores del sector financiero obtengan la autorización del BCP para que puedan entrar a operar y den volumen al mercado”, mencionó. Otro indicador importante de la confianza hacia el mercado, es que las entidades financieras miran con otros ojos el rubro bursátil. Tanto es así que, cuatro bancos ya cuentan con su casa de bolsa operando.
Como en todo mercado en desarrollo, la bolsa exige del trabajo en conjunto entre los diferentes actores, en especial con las entidades de regulación. En este sentido, Callizo destacó que el trabajo en conjunto y el apoyo entre las entidades viene desarrollándose de manera óptima, hay muchos proyectos en conjunto lo cual exige que la relación sea lo más transparente posible. En el marco de esta colaboración también se ha logrado un 80% en los avances de interconexión con el Banco Central del Paraguay, y creen que para este año se alcanzará la meta final.
Principales desafíos. Con las constantes innovaciones y nuevas tendencias de consumo, los desafíos nunca desaparecen. Es primordial adaptarse a la necesidad de los clientes, trabajar en innovar y desarrollar productos, optimizar la estructura y seguir invirtiendo en tecnología. “También es fundamental la capacitación bursátil a todos los actores del mercado, lo que venimos haciendo a través del centro de estudios”, añadió.
La capacitación ha sido bien recibida por el mercado, en el 2020 capacitaron a más de 500 personas. Además, el diplomado en mercado de valores también tuvo gran éxito. Finalmente, la BVPASA apunta a que el 2021 sea un año de mayor interconexión con otros países.