Marcelo Codas Frontanilla
En Twitter: @CodasMarcelo
La palabra retiro a los efectos de este artículo es sinónimo de jubilación y ésta proviene del latín “iubilare”, que significa gritar de alegría. Ahora bien, entre los que se retiran hay quienes están contentos y hay quienes no, porque el retiro también puede traer problemas y estrés.
Es muy importante planear el retiro con el debido tiempo, ya que ello no ocurre de manera espontánea. Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. En este sentido, existen dos elementos claves en dicha planificación, que son: el personal y el económico.
En lo personal, es muy importante que la persona diseñe un plan de actividades a las que se dedicará al dejar de trabajar en la empresa familiar; es decir, debe decidir qué hará al retirarse. Es muy difícil que una persona que ha trabajado gran parte de su vida con un ritmo intenso, diga a partir de un determinado momento que no hará nada. En este sentido, está probada la conveniencia que las personas estén activas después del retiro, siendo ello clave para mantener la mente en forma.
En lo económico, el fundador tiene un nivel de vida que es deseable que lo mantenga, luego del retiro, para lo cual debe elaborar un plan que le permita seguir generando los ingresos suficientes sin el riesgo de pasar dificultades y que deba recurrir a sus hijos para poder llevar una vida digna.
Entre los dos aspectos mencionados precedentemente, conforme a la experiencia, el más difícil, por estar vinculado al interior de cada uno es el personal y, específicamente lo relativo a lo que hará el fundador, luego del retiro. Al respecto, las principales opciones son las siguientes.
Disfrutar del tiempo libre: Dedicarse a actividades de distracción que le gustan y que, hasta ese momento, no ha podido hacerlo o no ha podido hacerlo con la intensidad deseada. Por ejemplo, disfrutar con la pareja, con la familia, dedicarse a algún deporte o a viajar.
En general no estamos muy acostumbrados al disfrute del tiempo libre y como lo señala Montserrat Fornós, psicóloga psicoterapeuta, “falta cultura del tiempo libre porque el trabajo suele ocuparlo casi todo, cuando, en realidad, es un tiempo en la vida”. Si se opta por disfrutar del tiempo libre, necesariamente se deberá pasar por una etapa de aprendizaje.
Realizar tareas de voluntariado en fundaciones, asociaciones, clubes sociales, etc.
Emprender un proyecto nuevo: Al respecto, Felipe Contepomi, médico y exrugbier argentino señala: “Cuando uno se retira tiene que hacer un duelo que no es fácil hacer, un duelo porque deja de hacer algo que le gusta todo el tiempo y es ahí cuando se debe reinventar y hacer una transición y debe encontrar y poder hacer algo que le guste, que le llene tanto como lo que hizo hasta esa edad”.
Finalmente, hay quienes opinan que el fundador nunca se retira sino que cambia de posición. Esta es una alternativa muy válida, pero debe llevarse a cabo con mucha prudencia y sabiduría de modo que la generación que toma el mando no esté con las manos atadas