Lic. Karina Hugo
Especialista en Educación y Creadora de modelos pedagógicos.
Mientras la pandemia, nos sitúa en un escenario mundial de terribles cifras de mortalidad, la UNICEF y la UNESCO, recomiendan que la educación no puede parar. Lo cual, en países como el Paraguay, puede significar un costo aún más alto de vidas humanas, principalmente de docentes y por supuesto del entorno familiar del niño, que asiste a la escuela como única opción disponible de mayor calidad, para adaptarse a esta “nueva normalidad”, por cierto, nada normal.
Esta crisis educativa paraguaya, tan prolongada, aún sin visos de solución y sin alternativas que cubran y favorezcan en equidad a todos los niños y jóvenes, ofreciendo sostenibilidad y calidad educativa, nos lleva a investigar; a preguntarnos, cómo están gestionando sus propios retos educativos, los países latinoamericanos, con características muy diversas y en muchas regiones de desigualdad y de “pobreza”, inclusive “pobreza educativa”, ante el desafío de no dejar a los niños y jóvenes sin oferta pedagógica válida, una vez más, durante el 2021.
Según datos del “Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe”, hay países latinoamericanos que supieron vislumbrar con eficiencia objetivos claros para utilizar lo que ya tenían, basándose en desarrollos previos de cada uno de los países.
Este es el caso de Uruguay que estaba ya muy bien preparado para la enseñanza online. El país oriental pudo hacerlo, ya que llevaba muchos años implementando el Plan Ceibal y la plataformas CREA, Matific y la Biblioteca País, iniciativas gubernamentales famosas por haber sido pioneras en la entrega de una laptop a cada alumno en las escuelas públicas y formación académica a los docentes para su puesta en marcha.
Por su parte, México, lleva años en el desarrollo de una televisión educativa multigrado, lo cual le ha servido y ha sido sumamente aprovechado durante la pandemia otorgando equidad en el servicio educativo a nivel país, ya que México, al igual que el Paraguay y la mayoría de los países latinoamericanos, tiene realidades muy diversas, por lo cual usar medios tradicionales para educar, como la radio o la televisión, es una manera de llegar a los hogares más vulnerables.
En Colombia, el gobierno colombiano dio dos semanas a los docentes para preparar un plan pedagógico, con el objetivo de desarrollar y crear actividades y tareas para los estudiantes, para seguir enseñando a los niños en un contexto tan difícil, Colombia optó por dar a los maestros el timón, y los mismos, están innovando la educación colombiana.
Es alentador, que los países de toda latinoamerica, esténn tratando de ajustarse a las alteraciones en el panorama educativo causadas por la pandemia de COVID-19. En este mapa educativo en Latinoamerica, ¿dónde está la propuesta del Paraguay para una educación equitativa? La respuesta rápida e ideal sería: USAR LO QUE TENEMOS, para el diseño y la ejecución de estrategias de un verdadero y escalable aprendizaje a distancia.
En el Paraguay, tenemos una experiencia limitada con los programas de enseñanza a distancia, para permitir el aprendizaje remoto y/o el aprendizaje abierto (u “open learning”), sin embargo experiencias como las de Uruguay, México, Chile, Perú y de otras zonas que han sido tomadas como ejemplo por Latinoamérica en el aprendizaje a distancia, tales como Sierra Leona y Kenia, han demostrado la eficacia de sistemas de prestación de servicios educativos complementando medios tradicionales con innovación y formación sumados a una comunicación coherente como estrategia de éxito, para orientar y mantener informados a los maestros y las familias sobre las nuevas modalidades de aprendizaje y cómo llevarlas a cabo con indicaciones del paso a paso de las mismas.
La alternativa para el Paraguay, para otorgar una oferta con calidad educativa, sería una revisión de los estándares de calidad educativa a los que puede llegar cada comunidad educativa del país y partir de ello aplicar, de manera urgente, un modelo pedagógico paraguayo, como el AFCL (Aprendizaje Funcional en Competencias de Liderazgo) basado en estrategias “multicanal”, con el fin de cada comunidad educativa pueda partir de su realidad, utilizando los recursos humanos, pedagógicos y tecnológicos más acordes, cuya aplicación y puesta en marcha, se realice a través del canal más apropiado para la gestión solvente del docente, lo cual garantice su llegada al alumno de cada ciclo y nivel, con objetivos de aprendizaje.
Hay mucho que hacer en educación en el Paraguay, pero todo será posible, solo a través de una responsable “administración de las realidades sociales y pedagógicas” de cada rincón del país, con el fin de dar respuesta urgente a la impostergable necesidad de facilitar el desarrollo integral de los estudiantes, para que en el 2021 el aprendizaje de la niñez y de la juventud paraguaya, no vuelva a ser relegado, como históricamente viene sucediendo con la educación nacional.