Siendo un entusiasta autodidacta, Ismael Barrionuevo aprendió técnicas de orfebrería y se abrió camino en los negocios con anillos que llevan su propia impronta.
Nunca es tarde para encontrar una vocación y arriesgarse a lanzarse al universo de los negocios, más aún cuando hay pasión y corazón en lo que se hace. Esta es la historia de Ismael, quien hace poco más de un año se percató de que el trabajo artesanal era lo suyo.
Ismael es técnico constructor y rescatista con entrenamiento urbano, aunque no ejerció sus profesiones. Trabajó muchos años en logística, pero siempre consciente de que esa no era su vocación. Fue hasta hace poco más de un año que descubrió, en la orfebrería y el emprendimiento, esa pasión que alimenta una vocación y la comparte a través de “kelethar”.
Aunque no posee grado académico en orfebrería o en negocios, es autodidacta, toma inspiración y se instruye a través de las fuentes que va descubriendo, lo que le permite reforzar los conocimientos aprendiendo de los demás. “Puedo decir que tener la cabeza abierta para aprender -de cualquier lugar o persona donde encuentre conocimiento- es una de las cosas que más me ha ayudado en lo personal y ahora en lo profesional también”, afirmó.
En cuanto al proceso para encontrar esta inspiración y convertirse en emprendedor, relata lo siguiente: “Cuando estuve en Argentina trabajando en una empresa tuve un pequeño capital y decidí entrar en el mercado de revender joyería, y aunque veía cosas muy lindas, me parecía que faltaba algo, que lo que veía era todo demasiado similar. Investigando encontré a creadores de varias partes del mundo en las redes sociales, comencé a seguir su contenido y me enamoré de los diseños entre minimalistas y rústicos en materiales no convencionales. Cuando en 2019 salí de la empresa donde trabajaba, probé hacer un anillo en bronce para mí ¡Me encantó el resultado!”
Esto lo llevó a intentar otros modelos para sus amigos, proceso cuyo disfrute fue tal que decidió invertir en herramientas y aprovechar su tiempo para aprender este oficio. “Oficialmente, empecé a promocionarme como marca en la segunda mitad de 2019, lento pero seguro de que esto es lo que quiero hacer. Ya en 2020 me instalé en Paraguay y nos casamos con mi novia paraguaya, y seguí con mi emprendimiento.
Si bien el Kelethar tiene poco tiempo de existencia, Ismael recuerda que siempre, desde niño, tuvo un interés por las cosas que podía armar con sus propias manos. “Pienso que crear piezas con mi propio diseño es algo que iba a pasar en algún momento, porque ahora que me recuerdo, desde chico pensaba muchas veces “¿qué podré armar que me guste a mí y a la gente le guste para comprarme?”, indicó.
En este contexto, hizo hincapié en que el trabajo hecho a mano tiene personalidad, y considera que las piezas de líneas de producción tienen su mérito, pero desarrollar la capacidad crear algo de buena calidad con las propias manos tiene un gusto único- “Es como que un poquito del corazón del que lo hizo va en la pieza”, explicó.
Únicos y duraderos, es como el emprendedor describe a sus creaciones. “Antes que nada, los diseños únicos, de los que no vas a encontrar en ningún otro lugar, porque no se parecen a nada de lo que hay actualmente en el mercado local”, afirmó.
Asimismo, señaló que su foco es combinar algo cálido, primario y noble como la madera y la piedra natural, con metales preciosos y semi-preciosos, y elementos sintéticos como la fibra de carbono, compuestos que brillan en la oscuridad, y piedras sintéticas. “Todas las maderas son tratadas para que sean impermeables y resistentes al paso del tiempo, para que no tengas miedo de que se moje o se manche y lo puedas seguir luciendo”, mencionó.
Todos los anillos son forjados por Ismael, y en ocasiones utiliza el trabajo de artesanos locales para partes de los anillos que no puede hacer en metales preciosos. “Si encargo una base de plata o una franja de oro, son solo piezas que van a ser unidas a maderas, piedras, fibra de carbono, otros metales, etc. Me aseguro que el trabajo que derivo a otros artesanos sea siempre lo mínimo, para que la pieza final tenga mi propio trabajo encima”, detalló.
Muchos de los trabajos son personalizados, sobre todo en el tipo de madera a usar, al escoger una franja de otro material, o hacerlos más anchos o más delgados. En este sentido, Ismael destaca que algunos de los modelos más lindos han sido ideas de sus clientes, por lo que siempre está abierto a recibir las ideas y plasmarlas con su arte.
Al tratarse de un trabajo artesanal conlleva su tiempo y dedicación, crear un anillo puede tomar aproximadamente unas 10 a 16 horas, distribuidas en 2 o 3 días, porque al utilizar materiales diferentes, cada parte necesita su trabajo específico. “En particular las piezas de madera tienen que recibir un tratamiento químico que necesita algunas horas de curado antes de lijar y lustrar, y corregir pequeños detalles también entra en el tiempo de proceso”, explicó el emprendedor.
Feedback constante. Para el éxito de todo emprendimiento es fundamental saber llegar al público y dar a conocer la esencia de los productos. Con kelethar ha logrado esto y se ganó el apoyo de los consumidores y clientes. “Recibo muchos mensajes de gente que, aunque no pueda comprarme algo en el momento, me felicitan por el trabajo o me dicen que les ha encantado una foto que he publicado. La verdad disfruto mucho ese feedback”, mencionó.
Con la meta puesta en seguir fortaleciendo sus conocimientos y consolidar la marca, otros de los desafíos para Ismael son mejorar sus técnicas y acceder a mejores materiales y herramientas. “Siempre van a ser una prioridad, porque, aunque disfruto lo que hago, quiero poder hacer más y mejor”, aseveró.
Con la mirada a futuro, Ismael apuesta, en primer lugar, a seguir aprendiendo y mejorando. A corto plazo, trabaja por alcanzar a más personas en el país y expandirme también con el público internacional.
Para los interesados en conocer más acerca del trabajo que realiza el emprendedor pueden visitar su página en Instagram como: @kelethar.forge. Pueden seguirlo también en Facebook en el perfil de Kelethar Forge, el contenido que publica es el mismo en ambas redes, pero donde más lo contactan es vía Instagram.
Aún no cuenta con página web donde puedan efectivizarse las compras online, pero ya se encuentra trabajando en eso, para ahorrar tiempo y que sea accesible a más personas.