Ser el nexo entre la producción campesina local y los consumidores directos, así como el canal para impulsar una buena vida en el campo, son algunos de los objetivos que persigue la red de comercialización de productores Teko Katu.
La agricultura campesina es la mejor productora de alimentos en el país, sin embargo carece de una buena llegada hasta los hogares paraguayos, es por esta razón que nace Teko Katu, una red de comercialización de productores locales.
“Desde hace años se viene pensando y reflexionando con las asociaciones campesinas acerca de una problemática real que enfrentan los labriegos, que se traduce en la falta de canales de comercialización de sus productos, lo cual hace que muchas veces se vean obligados a desperdiciarlos sin poder venderlos. De esta inquietud, nació la idea de crear una red de comercialización de productores e instalar un centro de ventas en Asunción”, explicó Natalia Báez, representante del Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch, institución que impulsa esta iniciativa.
Teko Katu es posible gracias a un proyecto financiado por la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID) y la Fundación Entreculturas que, desde el 2017, viene estructurando planes muy de cerca con las organizaciones campesinas para el desarrollo integral de sus pobladores.
La red la conforman cuatro organizaciones campesinas: Asociación de Organizaciones Sociales de San Ignacio (AOSSI) de Misiones, Asociación de Productores Agropecuarios Pojoaju de Yasy Cañy (APAPY) de Canindeyú, Asociación de Feriantes Kokue Poty de Lima (AFEKOPOL) de San Pedro y Asociación para el Desarrollo Integral (APDI) de Caazapá. Todas ellas representan aproximadamente unas 750 familias campesinas.
El segundo paso fue la instalación de un centro de ventas en la capital. El mismo fue inaugurado en julio del año pasado y desde entonces abre sus puertas a toda la ciudadanía interesada en adquirir productos naturales. Además, cuenta con servicio de delivery y de pick up.
En el Centro se puede encontrar desde hortalizas, verduras, frutas de estación, legumbres, granos, carnes (cerdo, gallina), hasta queso y huevos. También se ofrece productos procesados, tales como harinas o derivados de mandioca, maíz, maní y coco. A esto se suman productos elaborados artesanalmente o en pequeña escala industrial de manos de los mismos campesinos tales como yerba “La comuna”; aceite de sésamo, mermeladas, dulces de frutas y de leche, miel negra y miel de abeja. También se ofertan conservas y productos de limpieza. “Todo lo que ofrecemos son elaborados por los propios campesinos y campesinas”, recordó.
En cuanto al impacto real que se genera a través de la iniciativa, Natalia mencionó que al ser esta red una propuesta de las propias organizaciones campesinas, todas las ganancias que se originan en ella, son reinvertidas nuevamente en las familias de las asociaciones. “Esto representa una gran esperanza para las familias productoras ya que pueden generar sus propios ingresos, porque venden directamente al consumidor final sin pasar por ningún intermediario que generalmente hace que se reduzcan en gran medida las ganancias para ellas”, explicó.
Las personas que compren de Teko Katu tienen la garantía de que con sus compras están apoyando a innumerables campesinos y campesinas que están detrás de este sueño. Es decir, personas trabajadoras que diariamente están dedicando su tiempo en producir alimentos sanos y de calidad que luego traen a la red para venderlos.
“Es importante mencionar que todos los productos que se comercializan en la Red, son hechos de manera sana, sin utilizar ningún tipo de agroquímicos. Esa es nuestra ventaja competitiva; ofrecemos productos sanos ofertados directamente de los mismos productores”, enfatizó.
También detalló que la Red Teko está inspirada en el teko guaraní, porque nos habla de utopías, de un camino a ser transitado. “En este caso, la Red es producto de un esfuerzo colectivo que busca que más actores se involucren como un modo concreto de construir sociedades inclusivas, y, sobre todo, es una red de relaciones que a pesar de un contexto adverso para la agricultura familiar campesina busca ofrecer alternativas para la clase trabajadora del campo”, detalló.
¿Por qué Teko Katu? según los primeros traductores jesuitas, estos vocablos provienen del guaraní “buena vida”, “ser pleno, en plenitud”. Por eso, este Centro persigue el objetivo de llevar a las personas nuevamente hacia ese estilo de vida de campo, a ese lugar de confort, plenitud y sacrificio en el que se garantiza a las familias la producción de alimentos saludables y bien naturales.
Las personas interesadas pueden hacer sus pedidos llamando al (0983) 581-585, o bien, visitando el centro de ventas ubicado en la calle Eligio Ayala entre EEUU y Tacuary, Asunción.
Por último, Natalia recordó que el Centro de Estudios Paraguayos Padre Antonio Guasch (CEPAG) es la Obra Social de los Jesuitas en el Paraguay y tiene como una de sus misiones caminar al lado de los más excluidos y desprotegidos, alentando su participación activa en la sociedad de manera organizada.
De allí que, desde hace 53 años vienen trabajando y acompañando la ejecución de proyectos productivos con las asociaciones campesinas en cuatro departamentos del país: San Pedro, en el distrito de Lima; Canindeyú, en el distrito de Yasy Cañy; Misiones, en el distrito de San Ignacio; Caazapá, en el distrito de Tava’i. “En estas zonas llevamos a cabo programas de desarrollo rural con ejes prioritarios como la seguridad alimentaria, la producción agroecológica y la economía social y solidaria”, finalizó