La automatización, actualización de habilidades y el trabajo remoto son algunos de los aspectos que preponderarán en el mercado laboral.
El Fondo Monetario Internacional, a través de su Revista Finanzas y Desarrollo, presenta los elementos para conocer los nuevos horizontes en cuanto al trabajo y las oportunidades del futuro. Saadia Zahidi, directora gerente del Foro Económico Mundial y Jefa del Centro para la Nueva Economía y Sociedad del Foro señala que el mundo se enfrenta a una doble perturbación que hará que algunos trabajos desaparezcan y surjan otros nuevos.
En cuanto a los cinco elementos identificados a través del estudio realizado por el FMI cita los siguientes:
1. La fuerza de trabajo se está automatizando con mayor rapidez de lo esperado, y 85 millones de empleos se verán desplazados en los próximos cinco años. La automatización, conjuntamente con la recesión de la COVID-19, está creando un escenario de “doble perturbación” para los trabajadores. La adopción de tecnología por parte de las empresas transformará las tareas, los puestos de trabajos y las competencias de aquí a 2025.
Aproximadamente el 43% de las empresas encuestadas indicaron que están preparadas para reducir su fuerza laboral debido a la incorporación de tecnología; el 41% tiene pensado recurrir más a contratistas para tareas especializadas, y el 34% planea ampliar su personal como resultado de las nuevas tecnologías. Dentro de cinco años, los empleadores dividirán el trabajo entre humanos y máquinas prácticamente por igual.
2.La revolución robótica creará 97 millones de nuevos empleos. Al evolucionar la economía y los mercados laborales, surgirán nuevas funciones en la economía asistencial en ámbitos tecnológicos (como la inteligencia artificial) y en carreras relacionadas con la creación de contenidos (como administrador de redes sociales y redactor de contenidos). Las nuevas profesiones reflejan la mayor demanda de empleos en la economía verde y la economía de los datos y la inteligencia artificial y los nuevos trabajos en ingeniería, informática en la nube y desarrollo de productos. Estos trabajos prometedores subrayan que la interacción humana sigue siendo importante en la nueva economía, como son las funciones en la economía asistencial, en marketing, ventas y producción de contenidos y en los empleos que dependen de la capacidad de trabajar con distintos tipos de personas de distintos entornos.

3.En 2025, el pensamiento analítico, la creatividad y la flexibilidad se encontrarán entre las competencias más buscadas. Los empleadores consideran que en los próximos años crecerá la importancia del pensamiento crítico, el análisis y la resolución de problemas, aunque estas ya han sido citadas reiteradamente en ediciones anteriores de la encuesta. Las nuevas habilidades que se observan este año están relacionadas con el autocontrol, como el aprendizaje activo, la resiliencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad. Los datos disponibles a través de las mediciones procedentes de LinkedIn y Coursera nos permitieron identificar con una granularidad sin precedentes los tipos de competencias especializadas necesarias para los empleos del mañana.
4.Las empresas más competitivas se centrarán en actualizar las habilidades de sus empleados. De los trabajadores que conservarán sus puestos en los próximos cinco años, prácticamente la mitad necesitará capacitarse en nuevas competencias básicas. La encuesta también concluye que el sector público debe ofrecer un mayor apoyo para que los trabajadores desplazados o en riesgo adquieran nuevas competencias o mejoren las que ya poseen. Actualmente, solo el 21% de las empresas afirma poder acceder a fondos públicos para apoyar a sus empleados con iniciativas de perfeccionamiento profesional. El sector público debe proporcionar incentivos para inversiones en los mercados y empleos del mañana, ofrecer redes de protección más sólidas para los trabajadores durante la transición de un empleo a otro, y emprender mejoras de los sistemas de educación y capacitación que han quedado postergadas durante mucho tiempo.
5.El trabajo a distancia ha llegado para quedarse. Aproximadamente el 84% de los empleadores está preparado para digitalizar con rapidez los procesos de trabajo, lo que incluye una expansión significativa del trabajo a distancia. Los empleadores afirman que el 44% de su fuerza laboral tiene la posibilidad de trabajar a distancia. Sin embargo, el 78% de los empresarios espera cierto impacto negativo sobre la productividad de los trabajadores, y muchas empresas están adoptando medidas para facilitar la adaptación de sus empleados.