Presentamos un selecto grupo de innovadores, que delinean las páginas del futuro del país con propuestas frescas tanto en economía como en sociedad y ciencias.
A los cuatro elementos de la naturaleza, que desde el principio de los tiempos eran agua, tierra, aire y fuego, en pleno siglo XXI se incorporan otros para innovar y hacer de la vida una nueva concepción, pero no solo eso sino también para marcar los temas de la agenda país.
Revista FOCO congregó a expertos en educación, salud, inclusión y RSE, mipymes, vivienda e infraestructura, energía, pobreza y vulnerabilidad, pueblos originarios, economía circular, agricultura sustentable y calidad del agua y aire para conocer las iniciativas que debe emprender Paraguay para encaminarse hacia un desarrollo sostenido.
CONTAMINACIÓN Y BALANCE. Según la OMS, 7 millones de personas mueren cada año debido a la contaminación atmosférica, es decir, una de cada 8 muertes en el mundo. Esto representa actualmente la amenaza más importante para la salud, teniendo en cuenta que son muertes evitables manteniendo una buena calidad del aire. De las 7 millones de muertes en el mundo, 3.311 corresponden a Paraguay, explicó Diego Palacios, ingeniero Electrónico, máster en Tecnologías de la Información y Comunicación.
Diego Palacios, ingeniero Electrónico, máster en Tecnologías de la Información y Comunicación. Foto: Christian Meza.

“Todas las mediciones de contaminantes atmosféricos realizadas hasta la fecha no superaron en promedio los valores críticos, pero hay indicios de alerta como que la concentración en promedio diario de Material Particulado, uno de los principales contaminantes del aire, en Asunción es 50% mayor que la concentración en promedio diario encontrada en el año 2014”, resaltó. Los contaminantes se encuentran en valores muy cercanos a los niveles críticos e incluso se observan que algunas mediciones sobrepasan los niveles permisibles en algunos instantes, principalmente cuando hay grandes incendios forestales.
Diego asegura que mucha evidencia científica indica que la contaminación atmosférica es uno de los principales factores de riesgo que conllevan a la aparición de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, como la enfermedad isquémica del corazón, accidentes cardiovasculares, EPOC y cáncer. Las probabilidades de contraer una enfermedad mortal aumentan en forma directa con la contaminación ambiental, pero los problemas no terminan ahí, los efectos nocivos van desde irritación de ojos y garganta, reducción de la resistencia a infecciones, envejecimiento acelerado de los pulmones, disminución de la capacidad pulmonar, desgano, improductividad física e intelectual, hasta la reducción de la expectativa de vida, y el aumento de la tasa de mortalidad prematura en niños
“Lo más irónico de todo es que hasta las actividades necesarias para nuestra supervivencia también destruyen el ambiente: los fertilizantes y plaguicidas químicos o el aumento de gas metano y dióxido de carbono por parte de las reses. ¿Paramos la economía y toda actividad humana para evitar contaminar? No, la respuesta está en el balance y en la búsqueda de nuevos conocimientos a través de la investigación”, opinó y lamentó que la gente no cree en la gravedad de la contaminación atmosférica porque supone que es propaganda de lobbies ambientalistas con intereses económicos propios, sin embargo hay datos científicos que avalan lo que está sucediendo.
ENERGÍA Y FUTURO. Los recursos provenientes de las dos grandes hidroeléctricas generadoras de energía limpia y renovable han contribuido de forma importante a los ingresos propios no tributarios del país, sin olvidar que las exportaciones de energía eléctrica representan cerca del 16% del total de todas las exportaciones del Paraguay, un valor muy significativo, indicó Cecila Llamosas, Candidata a PhD en Energía en la Universidad de Sussex e investigadora del GISE FPUNA. Sin embargo, para utilizar estos recursos de la mejor manera, es necesario que se prioricen medidas y políticas de fomento de uso doméstico además de la exportación.
Cecilia Llamosas, Candidata a PhD en Energía en la Universidad de Sussex e investigadora del GISE FPUNA. Foto: Christian Meza.
Asegura que la prioridad hoy es equilibrar la importante infraestructura de oferta con infraestructura suficiente y adecuada para posibilitar el uso doméstico de esa energía. Es decir, si bien los ingresos provenientes por la exportación de excedentes son y seguirán siendo importantes para la economía, es necesario que estos ingresos, así como otros recursos sean utilizados para poner a punto las inversiones clave necesarias para aprovechar al máximo este recurso.
“Estamos a tiempo de repensar y potenciar las inversiones clave necesarias para poder aprovechar al máximo nuestros recursos, y aprovechar esta oportunidad sin precedentes. Los ingresos provenientes de las entidades binacionales en los últimos 17 años, representan casi el 12% de todo lo recaudado por el Estado paraguayo”, expuso.
Para Cecilia, Paraguay se encuentra frente una oportunidad histórica: la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú. En esta ocasión se podrían capturar recursos económicos adicionales o renegociar su distribución, pero sobre todo el país tiene un desafío y una oportunidad aún más grande: un debate interno de cómo usar la energía disponible dentro del país.
Anexo C. Con la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú se revisarán las bases económicas y financieras que rigen la entidad. Significa que para construir Itaipú -uno de los desafíos más grandes de ingeniería en el mundo- se necesitaron créditos. “El costo de capital de la construcción de Itaipú, cuyas obras principales culminaron en 1991, equivalía en ese año al doble del PIB de Paraguay, es decir 12 billones de dólares, y el 2% del PIB de Brasil. Cada país hizo aportes para la construcción, pero estos fueron menos del 1% del monto requerido. Por lo cual, el dinero fue obtenido a través de préstamos internacionales. Estos préstamos, que los sacó Itaipú, no Paraguay ni Brasil, se terminan de pagar en el 2023”, explicó.
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El repago de esos créditos representa alrededor de USD 2.000 millones que anualmente Itaipú paga a sus acreedores. Esto representa cerca del 60% del costo unitario del servicio de energía eléctrica, llamada también tarifa, que es lo que tanto ANDE y Eletrobrás pagan.
Al desaparecer esta obligación se da la posibilidad de revisar las reglas que determinan el valor y la distribución de ese recurso. A Paraguay le conviene asegurar el mayor valor posible de eso, pero sobre todo conviene asegurar el funcionamiento en excelentes condiciones de la central y esto solo puede hacerse asegurándose que existan los recursos para que así sea.
CALIDAD DEL AGUA. Décadas atrás ningún paraguayo imaginó que podría faltar agua para beber, sin embargo, hoy, el agua falta en muchas zonas del Paraguay. Para garantizar una adecuada gestión sostenible del agua en el país, sería importante apoyar la misma en lo que se ha venido en denominar gestión integrada de recursos hídricos (GIRH), concepto globalmente aceptado como la manera de promover el manejo y el desarrollo coordinado del agua, la tierra y los recursos relacionados, con el fin de maximizar el bienestar social y económico resultante de manera equitativa, sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas vitales.
Alicia Albrecht y Mónica Albrecht, investigadoras.
Para Mónica Albrecht, docente investigadora por la Universidad Nacional de Itapúa, es urgente aumentar las investigaciones sobre los recursos hídricos en el país y señaló la importancia de las experiencias (monitoreo) que podrían mejorar la calidad y cantidad del líquido vital, en tal sentido hizo referencia al GIRH como una posibilidad a ser tenida en cuenta.
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En esta línea de ideas, la investigación “Diversidad fitoplanctónica como indicador de calidad de agua en subembalses de la represa de Yacyretá” (2020), de la doctora, sugiere que el fitoplancton juega un papel fundamental en la columna de agua, considerando que forman parte como productores primarios de la cadena trófica de los ecosistemas dulceacuícolas, por ello recomienda la utilización de estos bioindicadores.
Posibilidad de faltante. La circulación de agua sin contaminar es primordial para el mantenimiento de ecosistemas que dependen de este líquido, opinó la doctora Alicia Albrecht, también docente e investigadora de la UNI, quien explicó que la falta de agua y de su calidad acarrea perjuicios al medio terrestre y acuático, y más todavía genera perjuicios a la fauna y flora, que ya atraviesan problemáticas y, sus repercusiones se deben en gran parte al urbanismo que está experimentando el país y al cambio climático, en general. "Es decir... podría hablarse de una faltante futura, justamente por las causas aludidas, comentó Alicia.
La circulación de agua sin contaminar es primordial para el mantenimiento de ecosistemas que dependen de este líquido. En la imagen: contaminación de la Laguna Cerro.
El suministro de agua en cantidad y calidad es fundamental para el desarrollo de la sociedad paraguaya, para la lucha contra la pobreza y las enfermedades. Esto equivale a decir que el agua es vida, salud y energía, o lo que es lo mismo, que la falta de agua constituye un elemento limitante del nivel de vida y progreso del país y de los países. Este recurso vital hoy se ve amenazado por fenómenos como el crecimiento demográfico, la mayor demanda para la producción de alimentos y de energía, la menor disponibilidad por los efectos adversos del cambio climático, la peor calidad de los recursos disponibles, los conflictos asociados a la lucha por el acceso al agua en las cuencas compartidas o los fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y las inundaciones.
EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA. A pesar de las reformas e inversiones realizadas durante décadas, hablar de educación en Paraguay es sinónimo de deficiencia. Patricia Escauriza, licenciada en Lengua Inglesa por la UNA y Máster en Calidad Educativa por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), opina que para reencaminar la estrategia educativa se debe reforzar la idea un plan integral a largo plazo pensando en las competencias y habilidades que los estudiantes deben tener de aquí a 20 años.
Patricia Escauriza, máster en Calidad Educativa.
“Por ejemplo, hacernos preguntas como ¿cuál es el perfil de salida que queremos del estudiante en Paraguay? Teniendo eso en mente, ¿cuáles son los objetivos pedagógicos que tenemos que establecer para lograr eso?”, interroga Patricia y al mismo tiempo responde que existe muchísima literatura y experiencias de las cuales aprender y adaptar en la región, como las de Chile, Costa Rica o Uruguay.
Agrega que Paraguay ya tiene un compromiso país de colaborar con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en este caso específicamente el ODS 4 de Educación de Calidad y otros que están relacionados. Al contemplar esto, existe mucha experiencia en Paraguay de personas técnicas de varios ministerios, sociedad civil y académicos que pueden colaborar.
Existe una brecha generacional entre los docentes que llevan muchos años o décadas y los que están formándose en esta última década, explicó Patricia, quien espera “que pronto se puedan ver los beneficios de los requisitos de concurso de oposición y formación continua que hoy día se exige”.
Por otra parte, también expone que hoy día los estudiantes viven en un escenario global súper expuestos a tecnología y a mucha información. La educación debe adaptarse constantemente e innovar para llegar a los estudiantes. “No podemos seguir enseñando con metodologías de hace décadas, tenemos que adaptarnos y desarrollar ciudadanos competentes para poder desenvolverse en este escenario global”, dijo.
Entre varios consejos que dejó, la Máster indicó que se debe apostar por la innovación para que los jóvenes puedan ser creadores y desarrolladores de tecnologías, productos y servicios. También es necesario invertir en infraestructura tecnológica, becas, formación a docentes, experiencias de aprendizaje prácticas.
“Una de las grandes lecciones que nos deja la crisis sanitaria es que debemos redoblar la inversión en infraestructura tecnológica como internet, entrega de dispositivos y sobre todo la formación en las nuevas tecnologías. Si queremos empoderar a los estudiantes y docentes, deben tener las herramientas para lograrlo. También es urgente fomentar el desarrollo del pensamiento crítico. Para ello hay que trabajar mucho en el aprendizaje profundo y basado en proyectos donde la teoría se vuelve práctica, en el método científico”, aseguró.
AGENDA INCLUSIVA. La diversidad e inclusión plena son temas en los que históricamente el Paraguay ha estado en deuda. Y es que en el devenir social y económico, plantar barreras a lo diferente se convirtió una constante en lugar de tornarse en una alianza para construir una sociedad mucho más diversa, en la que cada persona pueda aportar desde sus conocimientos, experiencias, valores y virtudes.
Teófilo Urbieta, abogado y máster en Políticas Públicas y Sociales. Foto: Christian Meza.
Teófilo Urbieta, abogado y máster en Políticas Públicas y Sociales, indicó que para revertir esta situación se requiere de un mayor involucramiento de las empresas, así como de sus acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Pero no solo eso, sino que las políticas públicas ejecutadas por el Gobierno nacional también sean acompañadas por iniciativas de RSE desde las compañías.
Para Teo, conocido en el ambiente social como activista por los derechos de las Personas con Discapacidad, y quien actualmente ocupa el cargo de gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de la empresa inclusiva NutriHuevos, esta es la vía que permitirá garantizar una salida airosa ante cualquier crisis socioeconómica que se presente, tal como la que actualmente estamos viviendo desde la llegada del Covid-19.
Accesibilidad para toda la vida. Un conocido refrán dice que “no hay mal que por bien no venga”. Aplicado a los desafíos que trae consigo la actual crisis sanitaria -y sus consecuencias económicas- para el rubro de la construcción y la infraestructura este dicho se ajusta “como anillo al dedo”.
Viviana Pozzoli, directora de Proyectos de la firma Proyectos de Arquitectura. Foto: Christian Meza.
La arquitecta Viviana Pozzoli, directora de Proyectos de la firma Equipo de Arquitectura, señaló que los grandes cambios en la humanidad se dieron a partir de una crisis. “Es un punto de quiebre, de inflexión, que nos obliga a transformar nuestra manera de habitar y, por ende, a cambiar nuestro entorno a través de la arquitectura”, opinó. En Paraguay existe un déficit importante de espacios públicos de calidad, que convivan con el medio ambiente, que cuenten con ventilación apropiada y correcto asoleamiento, entre otras características, que van cobrando mayor relevancia a medida que la sociedad va adquiriendo conciencia.
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“Para que los espacios públicos cumplan con las exigencias básicas de salud deberían incorporar accesibilidad a servicios de higiene básica, señaléticas organizativas de distanciamiento, criterios medioambientales que colaboren a generar espacios bien ventilados, correcto asoleamiento y dimensionamiento de estas instalaciones para soportar la demanda masiva que eventualmente pudiera ocurrir”, mencionó.
DÉFICIT HABITACIONAL. Otro de los grandes problemas de larga data que tiene Paraguay es su déficit habitacional. Así lo señaló Soledad Núñez, máster en Políticas Públicas y exministra de la Secretaría Nacional de Vivienda y Hábitat (2013-2018), quien refirió que esta carencia se debe a la combinación de dos factores. “Por un lado, varias décadas en las cuales la política de vivienda fue insuficiente y utilizada como alimento para el sistema clientelar que impera en el país; y, por otra parte, el factor demográfico representado por la población mayoritariamente joven que demanda cada vez más viviendas a nivel nacional”, explicó.
Soledad Núñez, máster en Políticas Públicas y exministra de la Secretaría Nacional de Vivienda y Hábitat (2013-2018). Foto: Soledad Núñez.
“El mercado financiero, el mercado inmobiliario y las políticas públicas de vivienda deben funcionar coordinadamente y con una visión ampliada de la situación. El sector privado debe innovar en su modelo de negocios y utilizar tecnologías nuevas para que los precios de venta de las unidades habitacionales estén acordes a la capacidad adquisitiva de la población”, aclaró.
Seguidamente, dijo que, si el mercado no es capaz de generar la oferta para satisfacer la demanda existente, es pertinente la intervención del Estado. En este contexto, se hace más necesario que nunca el buen diseño de políticas públicas y la buena ejecución de las mismas. “No hay margen para la improvisación. El gobierno central tiene gran responsabilidad, pero también los gobiernos locales, sobre todo cuando hablamos del mercado de suelos y los incentivos que pueden generarse para aprovechar el suelo urbano para generar soluciones habitacionales. El sector financiero es clave para generar soluciones a escala”, señaló Soledad.
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Una opción muy factible, según la experta, sería la creación de un fondo de garantías para créditos hipotecarios otorgados a la población de menor ingreso. De esta manera, el Estado podría reducir el riesgo percibido por las entidades financieras y lograr que más familias accedan a capital que puedan invertir en la adquisición o compra de una vivienda.
Otra alternativa es el subsidio indirecto a la tasa de interés. Sin embargo, Soledad acotó que este debería darse como parte de un acuerdo con el sector financiero, mediante el que ambas partes contribuyan para que exista una reducción significativa final. “En Guatemala existe el Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), que también es un modelo interesante para evaluar. Básicamente emite un seguro de hipoteca que hace que la operación sea menos riesgosa. El modelo del FHA permitiría construir un sistema de garantías que es urgente y necesario para dar solución al déficit habitacional”, afirmó.
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“Me preocupa que en este periodo de Gobierno se creó un ministerio de urbanismo y que a dos años no estamos viendo un cambio significativo en la manera en la cual se gestiona la urbanización del Paraguay. Me gustaría que un ministerio de urbanismo pueda tener un rol mucho más protagónico, incluso dentro del equipo económico, porque finalmente la gestión de urbanización es trasversal a todas las otras políticas sectoriales y va muy de la mano con las políticas económicas a nivel nacional”, aseveró.
POBREZA Y VULNERABILIDAD. Es sabido que la pobreza es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo humano y el crecimiento económico. Conscientes de que esta problemática debe tratarse como uno de los puntos clave de la agenda país, visitamos el Bañado Tacumbú, una zona de Asunción que muestra uno de los índices de pobreza más elevados y que sufre inundaciones cíclicas debeido a las crecidas del río Paraguay.
Sofía Rojas, coordinadora del Centro de Ayuda Mutua y Salud para Todos (CAMSAT). Foto: Christian Meza.
Cuando hablamos de pobreza no solo nos referimos a la falta de ingresos, sino a un problema de derechos humanos. El hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna y el acceso limitado a otros servicios básicos como la educación o la salud, la discriminación y la exclusión social son también parte de la misma.
Conversamos con Sofía Rojas, coordinadora del Centro de Ayuda Mutua y Salud para Todos (CAMSAT), que opera en el Bañado Tacumbú. Ella mejor que nadie conoce las necesidades del barrio puesto que ha crecido en él y ha vivido un sinnúmero de experiencias a lo largo de su vida. En este escenario, Sofía reveló que a 30 años de existencia de CAMSAT, la institución cosechó importantes logros como la organización y articulación del barrio, el acceso al agua potable, a la atención en salud, 500 viviendas, así como áreas de atención integral a menores que antes ni siquiera existían debido al nulo apoyo estatal. Esto fue posible a que se propusieron que el barrio -a través de la nucleación- sea sujeto de su propio desarrollo y no mero objeto de beneficencia y clientelismo.
Educación, una herramienta fundamental. La educación siempre fue importante para la realización de la persona y en CAMSAT la han priorizado porque entienden que de ella dependen muchas de las decisiones inteligentes que se tomen en la conducción del país. Sin embargo, sus integrantes son conscientes de que ella sola no basta para superar la pobreza.
Y es que la pobreza tiene causas estructurales como la desigualdad social, la corrupción, la acumulación de bienes en pocas manos, la reducción del trabajo y a veces de derechos humanos básicos en meras mercancías, aristas que deben ser atendidas. En definitivas, si estas causas y factores no se atacan y superan, la sola educación no sirve para hacer frente a la pobreza, sino para que algunos entren en el pequeñísimo círculo de privilegiados que permite el sistema.
Manos solidarias. Con la aparición del Covid-19, la comunidad fue muy golpeada. Sofía contó que en las primeras fases –cuando la recomendación y regla era quedarse en casa- muchas familias pasaron hambre. Afortunadamente, la solidaridad de muchas personas hizo posible que funcionaran en el barrio 3 ollas populares que tuvieron capacidad de brindar almuerzo a más de 1.200 personas de lunes a viernes durante 6 meses.
ECONOMÍA CIRCULAR . Considerando que en Paraguay existen miles de personas que tienen dificultades para acceder a una buena alimentación, o se ven obligadas a reducir en porciones y calidad el plato de alimentos por falta de recursos, la economía circular resulta una gran aliada ya que justamente lo que se busca promover con ella es un sistema económico en el que las materias primas, los componentes y los productos pierden su valor lo menos posible y en la que los ciclos de los materiales se cierran siguiendo el ejemplo de un ecosistema sostenible y que se regenera a sí mismo.
Ximena Mendoza, directora de Mboja´o, la primera empresa social paraguaya que lucha contra el desperdicio de alimentos y ayuda en la alimentación de personas en situación de vulnerabilidad, explicó a Revista FOCO que la problemática del desperdicio de alimentos radica en la mala distribución de los recursos que se generan a lo largo de la cadena, en todo el proceso, desde el pequeño agricultor, hasta que ese alimento llega a las grandes cadenas y finalmente a nuestras mesas.
Ximena Mendoza, directora de Mboja´o, la primera empresa social paraguaya que lucha contra el desperdicio de alimentos y ayuda en la alimentación de personas en situación de vulnerabilidad. Foto: Christian Meza.
“Por supuesto que esta no es una tarea fácil ni una problemática sencilla de solucionar, pero impulsando modelos de negocios circulares que busquen rescatar estos alimentos que están aún en óptimas condiciones de ser consumidos para volverlos a introducir dentro de la cadena de valor, buscando que estos alimentos sean reutilizados, dándoles una segunda vida y acercando esos alimentos a quienes más lo necesitan, es un gran primer paso”, aseguró la Master en Estrategias de Innovación y Emprendimiento.
Hoja de ruta. Ximena apuntó que para comenzar a hablar de economía circular se necesita trazar un plan de acción con metas claras a las que se debe llegar en un tiempo determinado. La idea es que empresas, autoridades públicas y consumidores adopten un modelo sostenible, con el objetivo de asegurar que los recursos permanezcan en la economía durante el mayor tiempo posible.
“Sé que aún no estamos en ese punto en Paraguay, pero se podría empezar a pensar en políticas públicas a favor del desarrollo sostenible del país, y para ello es imprescindible contar con la colaboración de todos los actores socioeconómicos implicados, sobre todo los gobiernos locales”, enfatizó.
Manifestó, además, que con relación a la problemática del desperdicio de alimentos, se han visto varias políticas públicas que buscan la reducción de estos desperdicios implementadas con mucho éxito en países de Europa, tales como Francia e Italia. “En ambos países existe una ley de incentivo fiscal que permite una deducción impositiva importante a las empresas de la industria gastronómica que no destruyan alimentos, sino que los donen a instituciones benéficas, lo cual lo veo súper factible de ser localmente implementado”, sugirió.
También, indicó que sería importante tener una política pública ambiental de gestión integral de residuos sólidos urbanos. “Ahora más que nunca, con todos los incendios que venimos viviendo a nivel país ya es hora de hablar de la importancia de contar con políticas de Estado que regulen la disposición final de los residuos e impidan la contaminación de nuestros causes hídricos, suelos, etc. Por otro lado, también trabajar en incentivos eficaces para reducir la generación de residuos en el origen de los procesos productivos”, puntualizó la experta en estrategias de innovación.
Nuevas oportunidades. Lo que muchos consideran basura para otros no los es y más aún si se tiene consciencia de que estos desperdicios,además de ser utilizados en la alimentación humana y de animales, también pueden servir para el rubro de la cosmética, de la generación de energía, en otros sectores.
Paraguay debe romper algunas barreras para dar paso a la economía circular. La falta de apoyo y de estímulo por parte de los gobiernos, la falta de conciencia ambiental en proveedores y clientes, el coste de nuevos modelos de innovación y de negocios verdes deben ser prácticas que queden en el pasado para generar esas oportunidades de negocios que no saltan a simple vista, pero que con ingenio y un toque de creatividad pueden convertirse en experiencias más que interesantes.
“En Perú existe una empresa llamada SINBA, ellos justamente se concentran en los alimentos que ya no están aptos para el consumo humano, los recolectan como Mboja’o de los restaurantes y locales gastronómicos, los reprocesan y los convierten en alimento animal para granjas urbanas en alianza con recicladores urbanos, es un diferente enfoque, pero con el mismo fin, el cero desperdicio y la reutilización de la materia prima”, explicó.
Otras empresas se enfocan en comercializar composteras que conviertan ese residuo orgánico ya no apto para consumo humano en compost, lo cual se puede a la vez volver a comercializar o utilizar para huertas urbanas. Cabe destacar que, utilizando biodigestores especiales, también con los residuos orgánicos se puede generar biogás, un gas combustible que se genera en medios naturales por las reacciones de la biodegradación de la materia orgánica. El biogás posteriormente puede ser utilizado en el hogar e incluso en la industria. Estas son solo algunos modelos de negocios que pueden ser implementados en Paraguay haciendo buen uso de la economía circular.
MIPYMES, MOTOR DE LA ECONOMÍA. Las estadísticas apuntan que casi 7 de cada 10 empleos de la Población Económicamente Activa corresponde a una mipyme, sin embargo, esta cifra solo representa el 10% del Producto Interno Bruto lo cual indica que las micro, pequeñas y medianas empresas tienen mucho camino por recorrer en Paraguay en cuanto a sofisticación, competitividad y productividad.
Bruno Defelippe, presidente de la Asepy, reveló que desde la organización trabajan en iniciativas que permitan a más empresas apostar por la formalización, la generación de más empleos y beneficios económicos para el país a fin de que también se pueda gestionar más proyectos de desarrollo social que son tan importantes para nuestro crecimiento.
Bruno Defelippe, presidente de la Asepy. Foto: Christian Meza.
Bruno citó algunas acciones que podrían llevarse a cabo para lograr el cometido de una mayor formalización empresarial que genere beneficios para todos. Por ejemplo, mencionó la digitalización del proceso de apertura formal de la compañía a través de la Ley de Empresas por Acciones Simplificadas (EAS), la inclusión de todo el personal a la planilla de IPS planteando una moratoria de 2 a 3 años para aquellas mipymes que todavía no han logrado vincular a sus funcionarios al servicio obligatorio de salud. Otra acción muy importante son los créditos para el desarrollo de nuevas empresas o líneas de negocios dentro de las mismas.
“Si se quiere fomentar las mipymes en Paraguay se necesita que el sector financiero tenga productos atractivos para este segmento, a fin de que también encuentren ventajas claras como por ejemplo lo que ocurrió con los créditos Fogapy que benefició solo a las empresas formales”, refirió.
PRODUCTOS DE COMERCIO JUSTO. Reconstruir la economía con justicia implica cuestionarse quiénes deberían recibir un pago justo por su trabajo. En este contexto, los pequeños productores se han posicionado como un sector clave para la vida de las comunidades y el mercado local.
Linda Vera, coordinadora de Incidencia para América Latina en CLAC Paraguay. Foto: Christian Meza.
En Paraguay existen 12 empresas de Comercio Justo, dedicadas al rubro de la caña de azúcar, chía y sésamo que comercializan sus productos en Europa y EEUU bajo el sello Fairtrade. Linda Vera, coordinadora de Incidencia para América Latina en CLAC Paraguay, refirió que para sumar a más organizaciones a esta propuesta se debe trabajar en políticas públicas claves para acompañar el fortalecimiento y sostenibilidad de la producción de alimentos y los medios de vida rural.
Ella propone las siguientes pautas: 1) Educación y promoción cultural, 2) acuerdo político que genere un marco normativo que permita impulsar medidas fiscales, de protección y promoción de la agricultura para una vida digna en el campo, 3) participación más estratégica en el Mercosur, atendiendo a que las economías no son aisladas, la integración regional es fundamental para el futuro.
AGRICULTURA SOSTENIBLE. Cuando se habla de agricultura con base ecológica surgen un montón de reacciones de incredulidad por parte de productores, técnicos y agrónomos. Sin embargo, lo que posiblemente no se sepa es que el verdadero problema inicia en la formación del agrónomo, ya que la universidad no profundiza en este tipo de agricultura puesto que los cursos de agroecología, agricultura orgánica, control biológico, y otros cursos similares son optativos cuando que estas disciplinas deberían estar en primer lugar. Así lo señaló el ingeniero Agrónomo, Andrés Sanabria.
“La agricultura con base ecológica nos da las herramientas suficientes para crear una agricultura sostenible, en donde constantemente exista un reciclaje de recursos, y donde la inclusión de insumos externos sea mínima o escasamente necesaria”, acotó.
Por otro lado, dijo que las empresas, los gremios de la producción y el gobierno deben ser agentes de cambio, deben ser quienes propongan una transición para promover el cambio hacia una agricultura con base ecológica y permitir un equilibrio entre las necesidades de la sociedad, la economía y el ambiente.
PUEBLOS ORIGINARIOS. En Paraguay, la proporción de pobreza y pobreza extrema entre las poblaciones indígenas es de 75% y 60%, respectivamente, superando el promedio nacional (DGEEC 2012).
Algunas barreras que impiden el desarrollo inclusivo y sostenible de los pueblos originarios a nivel nacional tienen que ver con problemáticas en cuanto al bienestar y la pobreza, la cultura, el medio ambiente, la salud, la educación y los derechos humanos.
Lorena Ríos, especialista en gestión de proyectos y desarrollo social, es quien lidera el programa comunitario denominado Qamma' amaqtenaq (Jardín de Sonrisas). Desde su experiencia trabajando con comunidades indígenas considera que el Paraguay está desperdiciando la riqueza en los saberes de los pueblos originarios, que no solo son diversos en conocimientos sobre la salud, el medio ambiente y la cultura, sino que representan el patrimonio más importante que nos hace únicos como paraguayos.
Lorena Ríos, especialista en gestión de proyectos y desarrollo social, lidereza del programa comunitario denominado Qamma’ amaqtenaq (Jardín de Sonrisas).
“Es el momento oportuno de darle las herramientas y oportunidades que se merecen, creando iniciativas únicas que atiendan a diferentes problemáticas. Por ejemplo, la creación de un Centro de Conocimientos Indígenas o Lab Indígena para el Desarrollo Sostenible, la inversión en programas de agua y energía limpia para comunidades indígenas, la implementación de pequeñas farmacias rurales o pequeños dispensarios. Debemos de enfocarnos en identificar y crear un inventario biológico. Realizar mayor investigación sobre los conocimientos ancestrales, patentarlos y adaptarlo a los protocolos de la salud occidental o moderna”, concluyó.