Cada 31 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ahorro desde el año 1924, cuando se realizó el Primer Congreso del Ahorro en Milán (Italia). En conmemoración a esta fecha conversamos con Adriana Insaurralde, directora ejecutiva y especialista en finanzas de la Fundación Capital, organización promueve proyectos de inclusión financiera tanto con emprendedores, pequeños productores y participantes de programas sociales del Gobierno.
Cultura del ahorro. Es de conocimiento popular que el hábito de ahorrar sigue siendo deuda pendiente en la sociedad. En este contexto, Adriana recordó que según la Encuesta de Educación Financiera en Paraguay 2017, realizada por el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF, el 28% de los paraguayos habían ahorrado en los últimos 12 meses. De estos, el 67% lo hacían en el hogar.
“Esto da una pauta de una poca cultura de ahorro, si bien, en los últimos años vemos un aumento significativo en la apertura de productos financieros para ahorrar, pero de vuelta, los saldos y uso siguen siendo bajas”, explicó. Y detalló que en Paraguay para el ahorro formal todavía hay barreras de acceso sobre todo en las zonas rurales, y también vale decir que los intereses para el ahorro en el sistema financiero aún son bajos.
Otro factor importante es la educación que reciben las personas. Desde la educación formal e informal se ha avanzado en incorporar temas de educación financiera en diferentes mallas, también desde los programas de gobierno como del sector privado que incluyen componentes de finanzas personales y empoderamiento económico, según indica la directora.
“Actualmente ante esta situación de pandemia, la realidad es que en muchos hogares se perdieron o disminuyeron fuentes de ingresos, por ende es muy difícil ahorrar, cuando las personas están buscando aumentar sus ingresos como sea, pero si, sirvió para evidenciar la importancia del hábito de ahorro como mecanismo ante imprevistos o crisis”, mencionó.
En este sentido, refirió que entre las lecciones que dejan el Covid-19, se puede incluir la de contar con ahorros que ayuden a confrontar las crisis financieras. “Guardar una parte de los ingresos para casos de emergencia pueden ser de gran ayuda ante cualquier situación, hoy tocó una pandemia, pero en otro momento puede ser un accidente o cuestiones de salud, etc”, agregó
También citó como ejemplo a las personas en situación de vulnerabilidad con quienes trabajamos y tenían sus ahorros pudieron enfrentar la disminución de sus ingresos durante las primeras semanas de cuarentena estricta que tuvimos lo que significó tener o no alimento en su hogar.
La Fundación Capital promueve grupos de ahorro entre mujeres. Actualmente, pese a la crisis, acompaña aproximadamente a 12 grupos en todo el país.
“Ahorrar es una práctica difícil de lograr, pero es un hábito y por lo tanto se construye, se refuerza con la disciplina y con fuerza de voluntad, hasta es posible que en el tiempo se vuelva costumbre de una persona. Existen muchos prejuicios acerca del ahorro, erróneamente se lo asocia con guardar el dinero que sobra, algo poco probable, ya que casi nunca sobra”, advierte
En marzo del 2020, a inicio de la pandemia, Fundación Capital realizó una encuesta con el objetivo derelevar información sobre la situación económica de más de 400 mujeres en situación de vulnerabilidad, que incluía a participantes de grupos de ahorro y una población de comparación que participaba de programas pero no contaba con grupos de ahorro.
Si bien las estrictas medidas de aislamiento dispuestas en marzo evitaron la rápida propagación del virus en el país, no contempló que las personas que viven del día a día tendrían altas desventajas para poder sobrellevar la situación. El estudio realizado evidenció que las mujeres participantes de grupos de ahorro fueron más resilientes, es decir, pudieron enfrentar mejor la situación en comparación a las mujeres de otros grupos que no poseían un ahorro.
“Ante la situación de crisis, los grupos de ahorro pudieron atender las necesidades de sus integrantes, y ante la falta de una respuesta institucional rápida, las mujeres decidieron utilizar sus ahorros para cubrir las necesidades básicas del momento y en algunos casos, utilizaron sus fondos comunitarios para quienes estaban en peores condiciones”, explicó Adriana.
Los grupos de ahorro son un modelo de microfinanza comunitaria, se conforman a través de grupos de 15 a 25 integrantes voluntarias que ahorran juntas y toman pequeños préstamos de esos ahorros. Los grupos son administrados y operados por sus integrantes; son sostenibles financiera e institucionalmente. En Paraguay esta iniciativa está vigente desde el año 2011 implementado en los programas sociales de reducción de pobreza del Gobierno.
¿Claves para lograr un proceso de ahorro efectivo?
Adriana cita 3 claves para lograr un proceso de ahorro efectivo.
1- Fijarse una meta. Una meta motivadora y realista, hace que el plan de ahorro pueda ser tangible y que las personas visualicen eso a corto, mediano o largo plazo.
2- Tener un presupuesto mensual. Saber cuánto se tiene y cuánto se gasta a la vista da posibilidad para detectar algunos gastos innecesarios y disminuirlos así se puede saber qué capacidad tiene una persona para ahorrar.
3. Un plan de ahorro. ¿Qué quiero? ¿Cuánto cuesta? ¿Para cuándo lo quiero? ¿Cuánto debo ahorrar? ¿Por cuánto tiempo? ¿Podré? responder esas preguntas darán una imagen realista de lo que uno quiere y también adaptar los plazos de acuerdo a la realidad de cada uno.
¿Ahorro “bajo el colchón” o a través de entidades financieras? “Ambas formas de ahorrar están bien, ya que depende mucho del contexto en que se encuentra cada persona, por ejemplo, es irreal pedirle a una persona que no cuenta con servicios financieros en su comunidad que lo haga de manera formal ya que ocasionará costos de transacción, es decir, gastos extras”, detalló.
Entonces, cada persona debería elegir la manera que más le convenga, analizando las ventajas y desventajas de cada una, que en el caso del ahorro formal garantiza mayor seguridad, lo importante es adquirir el hábito de ahorrar.
Inclusión financiera. El ahorro es la puerta de entrada para muchas personas a la inclusión financiera, una persona al abrir una cuenta básica de ahorro va formando un historial financiero que le permitirá acceder a otros productos financieros, cómo créditos, seguros, etc.
El ahorro permite una mirada a futuro, que uno pueda proyectarse de aquí a futuro, si eso se planifica de manera correcta es posible que la persona poco a poco vaya adquiriendo de acuerdo a sus necesidades y capacidades lo que el sector le ofrece para mejorar su salud financiera.
Para la promoción de la inclusión financiera y el ahorro, en Fundación Capital implementan proyectos de inclusión financiera tanto con emprendedores, pequeños productores y participantes de programas sociales del Gobierno. Desarrollan soluciones basadas en tecnologías digitales que permiten a los usuarios capacitarse en su propio espacio y tiempo, aprovechar mejor sus oportunidades económicas, generar medios de vida sostenibles, mejorar sus prácticas financieras y tomar decisiones más informadas.
Esto a través de capacitaciones que cuentan con muchos componentes tecnológicos, aplicaciones que por ejemplo simulan cajeros automáticos para que las personas puedan practicar y aprender cómo usarlos, estrategias de formación digital vía WhatsApp que en esta situación nos ha servido bastante para seguir trabajando con las personas.
Además, poseen alianzas con fintechs y la banca para crear o adaptar productos de ahorro a poblaciones de bajos ingresos y brindar soluciones de digitalización de la gestión de grupos de ahorro, de modo a disminuir brechas de acceso.
Sobre la organización. Organización internacional de desarrollo, pionera de la inclusión financiera e incubadora de innovación para la creación de activos que promueven la eliminación de la pobreza mediante la inclusión, el acceso a la capacitación, el capital y las oportunidades productivas. Fue fundada en 2007 y posee operaciones en Paraguay desde el año 2010. Por medio de la alineación de políticas públicas, mecanismos de mercado y avances en tecnología digital, Fundación Capital permite a millones de familias en condición de pobreza, vivir sus ambiciones y decidir por sí mismos cómo manejar, crecer e invertir sus recursos.