Dar continuidad a los planes de expansión de mercados internacionales y cubrir el déficit en educación para los mandos medios, son algunos de los principales desafíos para el desarrollo integral del sector, según Pedro Galli Romañach, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
Uno de los sectores de mayor relevancia para la reactivación de la economía nacional es el agropecuario, con una importante participación en el PIB y en el comercio exterior es un motor clave con miras a los años venideros.
Por esta razón, FOCO conversó con Pedro Galli Romañach, nuevo presidente de la Asociación Rural del Paraguay, quien compartió detalles en torno al comportamiento del sector, los desafíos actuales y los planes a futuro.
¿Qué representa para usted asumir el liderazgo de la ARP?
Es la posibilidad de influir en la toma de decisiones de todas las iniciativas que afectan a nuestro sector, buscando el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de los cientos de miles de personas que dependen directamente de esta actividad.
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta esta nueva administración?
La posibilidad de llevar adelante los grandes proyectos tanto a nivel nacional como la identificación y trazabilidad de todo el rebaño nacional, el Instituto de la carne, etc. Así como a nivel interno de la institución, tenemos la reforma integral de los estatutos para adecuarla a la realidad actual y darle mayor apertura a productores de distintas áreas, la creación de la Universidad Rural, un instituto técnico de formación de mandos medios, la reconversión del predio de Mariano Roque Alonso y la profesionalización de las comunicaciones, son desafíos muy ambiciosos para una institución que se caracteriza por su apego a las tradiciones y al conservadurismo consuetudinario.
¿Cuál es el plan de acción a seguir para responder a estas necesidades?
¡Todo lleva su tiempo! Somos conscientes de que dado el tiempo que duran los mandatos, algunas de las reformas no podremos concluir en este periodo, pero haremos todo lo posible por llevar adelante los cambios que son tan necesarios para adaptar la institución al vértigo del siglo XXI.
¿Cómo describiría el desarrollo del sector rural en los últimos años?
El sector rural ha sufrido cambios espectaculares, inimaginables hace solo 20 años cuando salíamos del siglo pasado. En términos de ganadería, el rebaño nacional tuvo un crecimiento de unas 8 millones de cabezas a 14 millones, las exportaciones pasaron de unas 50.000 toneladas con un ingreso de USD 55 millones a 370.000 toneladas con un ingreso de USD 1.200 millones.
Por su parte, en el sector agrícola ocurrió lo mismo. En la producción de soja pasamos de producir 1.300.000 toneladas en el año 1990, a casi 11 millones de toneladas en el 2019; en cuanto al maíz, de 420.000 a 4.200.000 toneladas en el 2019. La variación es aún más impactante en el sector del arroz que fue de 34.000 toneladas a 1.040.000 toneladas, y hablando en términos de genética, nos convertimos en referentes regionales y hasta mundiales.
Al ser un sector ya vulnerable a condiciones climáticas, se les sumó la pandemia. ¿En qué medida estos factores han afectado a la cadena de producción y comercialización agropecuaria?
La producción agropecuaria nunca paró. Es uno de los pocos rubros que siguieron trabajando normalmente. De hecho, no se puede parar. Tiene una dinámica de un ser vivo. Pero desde el punto de vista económico, sí fuimos duramente golpeados al desplomarse los precios de nuestros productos. Pero, por otro lado, entendemos también que sería el rubro de más rápida recuperación.
¿Cuáles han sido los resultados del primer semestre del año?
De enero a agosto, tuvimos un aumento en el faenamiento de más del 4%, un crecimiento del 6,5% en volumen de carne y 5% en valor con respecto al mismo periodo del año pasado. Todo indicaría que deberíamos haber tenido un mejor nivel de precios para el productor, pero no fue así lastimosamente.
¿Se espera una recuperación o crecimiento para el cierre de año?
Sí. Pensamos que se va a dar una recuperación importante para fines del año. Este año, aparte de la pandemia tuvimos problemas climáticos, con una sequía que no veíamos en los últimos 40 años, lo que ha generado en muchos lugares en una verdadera corrida acompañada de precios irrisorios.
¿Qué tipo de iniciativas ha liderado la ARP para apoyar a los productores locales frente a esta crisis?
Todas las regionales, que son 20, así como las asociaciones de criadores incorporadas a la Rural, han realizado muchos esfuerzos para ayudar a las comunidades más necesitadas en sus respectivas áreas de influencia.
¿Cuáles consideran son los aspectos que requieren de un mayor esfuerzo para en un futuro lograr un desarrollo integral del sector?
Debemos conseguir mercados más grandes y atractivos que nos permitan obtener mejores precios para nuestros productos. En los últimos años trabajamos con precios buenos y razonables y se realizaron importantes inversiones que fueron reflejadas en el desarrollo del sector.
Por otro lado, debemos insistir en la educación y formación de profesionales, tanto de mandos medios como de nivel universitario. La producción está cada día más tecnificada y para mejorar la eficiencia, necesitamos gente muy capacitada.
¿Cómo describiría el acompañamiento del sector público?
El gran déficit hasta ahora es en la seguridad. Trabajar en ciertas zonas del país, se ha convertido en un desafío de mucho riesgo. De hecho, en este momento tenemos un asociado nuestro en manos de un grupo criminal que opera en el norte.
En otros aspectos, se trabaja muy bien con las distintas instituciones del estado vinculadas con nuestro sector. Sobre todo, con el SENACSA, que es el servicio sanitario oficial con el cual tenemos una cooperación interinstitucional para llevar adelante los planes sanitarios.
¿Con qué objetivo nace el proyecto del Instituto Técnico Superior Rural del Paraguay?, ¿cómo avanza su puesta en marcha?
El objetivo es sacar profesionales de mandos medios en las distintas especialidades para cubrir el déficit -mencionado anteriormente- en recursos humanos de calidad. Por otro lado, estamos trabajando sobre el proyecto de la creación de la Universidad Rural del Paraguay, con el objeto de satisfacer la demanda de profesionales de alto nivel. Ya estamos presentando el proyecto al MEC y esperamos su aprobación lo antes posible.
¿En Paraguay se puede hablar de commodities sustentables?
De hecho, una de las características de la producción pecuaria de nuestro país es su sostenibilidad en todos los sentidos y principalmente con el medio ambiente. Tenemos una legislación muy clara con respecto a temas ambientales. A pesar de
los ataques de ciertos agentes ambientalistas, podemos demostrar las buenas prácticas de manejo sostenible, cuidando la naturaleza y la biodiversidad. El problema es que nos falta comunicar mejor para que el público neófito pueda conocer la realidad.
¿Qué iniciativas se llevan adelante en este contexto?
Le damos mucha importancia en nuestra institución a este tema. Tenemos una Comisión de Desarrollo Forestal, medio ambiente y desarrollo sostenible integrado por profesionales del área que intervienen en todas las iniciativas que tienen relación, sobre todo trabajando de cerca con las instituciones del estado encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes vigentes como el MADES y el INFONA.
Con la mirada puesta en el 2021, ¿cuáles son las expectativas?
Pensamos que puede ser el año de la reactivación económica de nuestro país y el sector agropecuario será el pilar de esa recuperación.
¿Un mensaje final?
Nuestro lema es “El porvenir de la patria está en el campo”. Nuestra institución ha cumplido 135 años y se constituye en la institución civil más antigua de la república. Hemos ayudado a salir al país de sus peores crisis y esta no será la excepción. Seguiremos trabajando a pesar de los riesgos y continuaremos produciendo para llenar la mesa de los habitantes de nuestro país y el mundo.
Perfil
• Doctor en Ciencias Veterinarias por la Universidad Nacional de Asunción.
• Presidente de la Asociación Rural del Paraguay.
Pedro Galli Romañach, presidente de la ARP. Foto: Néstor Soto.