Los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares se cobran más de 17 millones de vidas al año. Y se estima que la cifra ascenderá a 23 millones para el año 2030. Una gran proporción de estas muertes podría evitarse con un estilo de vida saludable desde la niñez.
El Programa Nacional de Prevención Cardiovascular se adhiere a la campaña de concientización sobre el cuidado del corazón y bajo el lema: “Tu corazón no espera”, en el que enfatiza la urgencia de modificar hábitos.
Durante la pandemia del COVID-19 mucha gente dejó de lado el cuidado de su salud, olvidando la dieta saludable, subiendo de peso, haciéndose más sedentario, dejando de tomar su medicación, todo esto sumado al estrés del momento que contribuye en gran medida a aumentar el desarrollo de complicaciones, empeorando de esa manera la calidad de vida y más aun poniéndose en riesgo de desarrollar formas graves de COVID-19, en caso de contraer la enfermedad.
Los servicios públicos a nivel país se suman a esta conmemoración haciendo énfasis en la importancia del control regular de la presión arterial e instando a los pacientes a adoptar hábitos saludables para mejorar la salud del corazón, evitar complicaciones y muertes prematuras.
La directora del Programa de Prevención Cardiovascular, doctora María Paniagua, informó que se realizó la provisión de aparatos de presión digital a las regiones sanitarias, para ser distribuidos a los centros y puestos de salud, a los efectos de optimizar el control arterial de los pacientes.