Las aves migratorias pueden ser avistadas en todo el territorio nacional, merodeando en orillas de ríos o lagunas, a veces hasta en los jardines.
La Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción recibe, de agosto a febrero, a cerca de 32 especies de aves migratorias, ofreciéndoles una superficie de 300 hectáreas con un ecosistema único en el mundo. Este mes, se celebra el inicio de la llegada de estas asombrosas turistas y les damos la bienvenida a una de las áreas verdes más emblemáticas de nuestra ciudad.
Las aves migratorias neárticas viajan del norte hacia el sur del continente justo después del período reproductivo, coincidiendo con la llegada de la primavera a esta parte del mundo. La migración es parte del comportamiento instintivo de estas especies; ellas simplemente saben en qué momento deben partir, cuándo emprender el retorno, hacia dónde dirigirse y durante cuánto tiempo. Volando desde sitios remotos como Canadá o Estados Unidos, algunas pueden llegar a realizar viajes de hasta 10.000 kilómetros, en un rango de tiempo de 3 a 4 semanas.
Mientras pasan por el país, las aves migratorias pueden ser avistadas en todo el territorio nacional, merodeando en orillas de ríos o lagunas, a veces hasta en nuestros jardines. En particular, la Bahía de Asunción es reconocida a nivel global como un área importante para la conservación de las aves playeras migratorias. Está situado sobre uno de los corredores migratorios más importantes del interior del continente y presenta una variación de hábitat usados por las aves playeras. Esta variación se debe en gran parte al cambio del nivel del agua, causado por las grandes fluctuaciones estacionales en el río Paraguay.
Durante gran parte del año la bahía está bajo agua, pero cuando esta desciende hacia el final de la temporada, aparecen hábitats como planos lodosos, aguas someras y áreas de pasto corto. Es justo en este momento que las aves playeras neárticas comienzan a llegar, pues saben, de alguna forma, que el área está disponible para su alimentación y descanso, antes de continuar con su viaje más al sur.
A través del proyecto “Asunción Ciudad Verde de las Américas – Vías a la Sustentabilidad”, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) trabaja en conjunto con la Municipalidad de Asunción y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en un plan de rescate, recuperación y vigilancia de la Reserva Ecológica Banco San Miguel y Bahía de Asunción. Mediante la implementación de programas de concienciación con la población local, se busca prevenir los riesgos ambientales y sanitarios causados por la inadecuada gestión de los residuos sólidos urbanos. Asimismo, se ha conformado una brigada de limpieza integrada por miembros de la comunidad, que fueron capacitados en buenas prácticas para optimizar la gestión de los residuos en el área, mediante su control, remoción y retiro.
Uno de los visitantes ilustres, el playerito canela (Calidris subruficollis), es considerado la especie bandera de la reserva, puesto que un porcentaje importante de su población mundial hace escala en la bahía de Asunción, durante su migración al sur. Esta pequeña ave recibe su particular nombre por el color de su plumaje, que es totalmente canela. Es una especie que se encuentra casi amenazada a nivel global debido a la perdida de hábitat. “El playerito canela, su nombre en guaraní es chululú, hace 50 años venían bandadas enormes, tapaban el sol cuando volaban”, según los recuerdos de niñez de don Oscar Fariña, un residente de la zona de la bahía. “Hoy las condiciones del terreno no les están dando a las aves para que se posen en la bahía”, sentencia.