El informe “La inclusión en tiempos de Covid-19″ estima que el crecimiento económico es crucial para disminuir la pobreza y que, antes de la pandemia, ya contribuía en un 60% en su reducción. Pero los avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad se estancaron después de 2013.
Ahora la pobreza y la desigualdad están aumentando debido a la emergencia sanitaria. La evidencia reciente sobre el shock de la pandemia sugiere que los cierres de empresas y pérdidas de empleo afectan al 60% de las familias de bajos ingresos, mientras que tan solo un 20% de los más ricos resultan afectados.
“Lamentablemente, si continuamos con esta tendencia, nuestra región será más pobre, estará más endeudada y tendrá peores disparidades después de la pandemia por lo que es más necesario que nunca la promoción de un crecimiento inclusivo y sostenible”, dijo Eric Parrado, economista jefe del BID.
En este contexto, el informe examina seis dimensiones relacionadas con el crecimiento inclusivo: la confianza, el cambio climático, la desigualdad regional, la política monetaria, la política financiera y las políticas fiscales.
La crisis de la COVID-19 ha centrado la atención en la confianza. Los altos niveles de confianza se asocian con individuos que adoptan precauciones necesarias con el fin de evitar difundir la enfermedad. Esto lleva a reducir las tasas de infección y permite políticas mucho menos restrictivas, lo que a su vez reduce los impactos económicos negativos. Desafortunadamente, las medidas de confianza en la región son bajas y han ido disminuyendo y ha aumentado los costos operativos, impidiendo que los recursos sean canalizados hacia el uso más eficiente posible, reduciendo así la actividad económica. Debido a la falta de confianza entre las personas, las empresas y los gobiernos, ninguna de las partes está dispuesta a confiar en las promesas de las demás.
El incremento de los niveles de confianza puede contribuir a controlar los contagios y mejorar el crecimiento, y podría ayudar a reducir la desigualdad y a que las personas se sientan mejor. También reduciría el costo de la pandemia y les permitiría invertir mejor y planear para crisis futuras.
El cambio climático. El cambio climático ha traído consigo temperaturas más altas y huracanes más frecuentes y poderosos a medida que se calientan las aguas de los océanos. Las emisiones de CO2 han disminuido drásticamente debido a las restricciones a la movilidad y a la actividad económica instauradas durante la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, dado que no hay cambios estructurales en las políticas relacionadas con el clima, es probable que los niveles de las emisiones vuelvan a aumentar cuando se levanten las restricciones.
Para prepararse para los efectos del aumento de las temperaturas, resulta útil entender la magnitud del impacto económico. Sin embargo, para formular políticas es crucial entender los canales a través de los cuales la temperatura tiene un impacto en la economía y cuáles son los sectores económicos y las regiones geográficas más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático. Este diagnóstico permitirá a los países desarrollar políticas que reduzcan los impactos negativos. En América Central y el Caribe, los sectores del comercio mayorista y minorista, la restauración y el sector hotelero fueron los más golpeados por las temperaturas, posiblemente debido a la importancia de la productividad laboral en estos sectores. Las regiones con las temperaturas más altas para empezar y cuyo PIB se concentra en los sectores económicos más expuestos sufrirán consecuencias más graves debido a un clima más cálido.
Combatir la desigualdad con políticas monetarias y financieras. Los países están adoptando un conjunto de políticas monetarias y financieras para luchar contra las consecuencias de la crisis de la COVID-19 en América Latina y el Caribe. Como se analiza en Nuguer y Powell (2020) estas políticas tienen un impacto significativo, pero pueden aumentar los riesgos. En el aspecto monetario, las tasas de interés oficiales más bajas y las grandes inyecciones de liquidez pueden proporcionar un alivio, pero también pueden sembrar las semillas de una inflación más alta en el futuro. Dependiendo de los marcos legislativos locales, algunos bancos centrales pueden asumir exposiciones crediticias en el sector privado, ya sea en los bancos, en los mercados privados o públicos. Puede que los sectores financieros también se vean expuestos a mayores presiones a medida que los bancos intenten mantener abiertas las líneas de crédito. Si las empresas y las familias no recuperan rápidamente sus fuentes de ingreso, los préstamos impagos podrían aumentar considerablemente.
Si bien a largo plazo, mantener una inflación baja y estable es una condición necesaria para promover el crecimiento inclusivo, en el corto y mediano plazo la política monetaria puede tener efectos directos e indirectos en los indicadores sociales. Por un lado, las tasas de interés más bajas redistribuyen la riqueza de los ahorradores a los prestatarios, alterando así la distribución de la riqueza. Por otro lado, las tasas de interés y los precios de los activos están inversamente relacionados, de modo que la política monetaria tiende a tener el efecto opuesto en los hogares con mayores ahorros en comparación con los hogares que son prestatarios netos.
Políticas fiscales para mejorar el crecimiento equitativo. Por su capacidad para determinar los impuestos y la composición del gasto, los subsidios y el gasto social, la política fiscal puede jugar un rol importante para lograr la equidad y reducir la pobreza. A medida que la COVID-19 se expande, numerosos países han seguido un ajuste fiscal con el fin de aumentar el espacio fiscal y reducir los niveles de la deuda. Las limitaciones financieras relativamente estrictas y el aumento de los costos financieros imponen restricciones a la respuesta fiscal ante esta nueva crisis. Los países están respondiendo con paquetes fiscales con un promedio de casi el 3% del PIB; así los niveles de deuda vuelven a aumentar en la región. A medida que la crisis disminuye, los países tendrán que pensar en cómo ampliar las bases fiscales para aumentar los ingresos y cómo reducir las medidas fiscales temporales y mejorar la eficiencia.
Accedé al informe completo a través del siguiente link: https://bit.ly/3kq7X03