¡Sí se puede confiar!

¿Alguna vez alguien te mintió? ¿Te traicionó? ¿Te llevó a caminar por un valle de oscuridad y dudas que terminaron en pérdidas y relaciones rotas? ¿Qué pasa cuando dejás de confiar o dejan de confiar en vos?

Un factor determinante en cualquier relación de pareja, familia, empresa, gobierno, es la confianza. Es un valor clave que nos puede llevar a resultados significativos en todas las áreas de nuestra vida, pero que también nos puede llevar a experimentar grandes pérdidas.

Aunque muchos afirmen que es algo que se tiene o no, la confianza se crea, se construye y requiere de trabajo diario. En sesiones de coaching he escuchado expresiones como: “No puedo dar lo mejor de mí porque no confío en mi jefe”; “me han engañado y eso me lleva a desconfiar de todos, no consigo tener una buena relación de pareja” o “siento que mis hijos no me escuchan y no confían en mí lo suficiente para compartir sus cosas”.

La confianza es creer, es tener fe. Jack Welch, ex presidente de General Electric, la describía de la siguiente manera: “lo sabes cuando lo sientes”, como una conexión directa entre cabeza y corazón. Y sucede lo mismo cuando desconfiamos, lo sentimos, algo nos dice que hay cosas que no nos cierran.

Para generar confianza debemos ser coherentes con lo que decimos y hacemos. Hay personas expertas en convencer con lindos discursos. He escuchado a muchos clientes hablar de sus frustraciones con relación a sus parejas. “El/ella me dice que me ama, pero se impacienta conmigo, me levanta el tono de voz, no me escucha, bloquea el celular, etc”. La verdad se hace patente en los actos, ahí es cuando se vive esa coherencia. Mis acciones demuestran si ese amor que digo sentir por la otra persona es real porque mi conducta habla por sí sola. Cuando nuestras palabras están respaldadas por una conducta que valida todo aquello que decimos, la confianza aumenta de una manera espectacular.

Te invito a pensar en tu propia experiencia: ¿En quién confiás? ¿Por qué confiás en esa persona? ¿Qué te inspira confianza en esa relación? Ahora preguntate a vos mismo: ¿Quién confía en vos y qué es eso que hace que los demás confíen en vos?

Ahora me gustaría dejarte algunos puntos que pueden ayudarnos a aumentar la confianza:

1.- Comunicación: Está basada en una conexión verdadera con el otro, en el diálogo. Una persona que no practica una comunicación sincera siempre anda con rodeos, oculta información, tergiversa para manipular pensamientos y sentimientos

o habla con el fin de lastimar al otro. Es el conocido “no tener pelos en la lengua” o “si vos me decís eso yo te digo algo peor”.

2.- Demostrar respeto: Lo demuestro cuando tengo un interés genuino hacia la otra persona. Aquí se aplica la regla de oro, reconocida por todas las culturas

y religiones del mundo: “Haz por los demás lo que quisieras que hicieran por ti”. Da lo mejor y espera lo mejor. Una forma muy sencilla de demostrar respeto es teniendo pequeños detalles con el otro. Eso le hace sentir visto, valorado e importante y te lleva a vos a ganarte la estima de la gente. Lo contrario sería la indiferencia, que te aleja y desgasta cualquier relación.

3.- Transparencia: Se trata de ser abierto, de hablar con sinceridad, integridad y autenticidad. La luz fluye a través de lo transparente y genera una sensación de armonía, claridad, protección, tranquilidad y confianza, todo lo contrario a lo que genera la oscuridad, esa agenda oculta que sin querer podemos tener. La transparencia nos lleva a mostrarnos como somos verdaderamente.

4.- Mejora: Basado en el aprendizaje y la humildad para reconocer que no tenemos todas las respuestas, que nos vamos a equivocar pero también tenemos la oportunidad de cambiar, crecer y tomar decisiones para nuestro bien y el de los demás, para bien de nuestras relaciones, empresas y sociedad. El desafío está en convertirnos en un “aprendiz de la vida”, no dar por sentado que nuestras relaciones y futuro pueden ser mejores si no lo somos nosotros primero. El cambio siempre debe iniciar en uno mismo.

Isaac Newton dijo que los hombres construyen demasiados muros y pocos puentes. Empecemos a transformar nuestro mundo construyendo puentes basados en el amor y la confianza porque todo empieza a tener sentido en nuestra vida cuando infundimos una confianza genuina y apostamos por relaciones fuertes y duraderas.