Melonie Parker, directora general de Diversidad y Participación del Empleado en Google, comparte a través de espacio Think with Google las lecciones que aprendió para desarrollar una cultura de trabajo inclusiva y brinda algunas sugerencias para crear sentido de pertenencia, a pesar de la distancia física.
En este momento extraordinario, las personas buscan nuevas maneras de permanecer conectadas a pesar de la distancia física, incluso en el ámbito del trabajo. A lo largo de mi carrera, siempre me centré en desarrollar iniciativas y recursos para los grupos minoritarios dentro de grandes empresas. Con el fin de garantizar que Google sea un lugar de trabajo en el que todos puedan dar lo mejor de sí mismos, hemos dedicado los últimos años a tratar de entender cómo se sienten los empleados de distintos orígenes y a crear programas internos que promuevan un entorno de trabajo inclusivo.
A medida que transitamos el impacto del COVID-19 en nuestro propio lugar de trabajo, es fundamental que sigamos desarrollando una cultura de pertenencia. Dado que la mayor parte del personal se encuentra trabajando de forma remota, nos enfocamos en ayudar a nuestros empleados a permanecer conectados y nos propusimos encontrar nuevas formas de priorizar la inclusión. A continuación, presentamos algunas de las lecciones que aprendimos y esperamos que también puedan ser aplicables en tu organización.
1. Promueve las conexiones virtuales: Sabemos que los sucesos actuales afectan a los empleados de distintas maneras. Mientras unos luchan por equilibrar sus responsabilidades con el cuidado de niños, otros que viven solos pueden sentirse aislados. Según investigaciones iniciales, es probable que las personas de grupos subrepresentados sientan un impacto mayor. En Google, exploramos una gran variedad de formatos virtuales para conectar a las personas de distintas partes. Por ejemplo, los Grupos de Recursos para Empleados de nuestras comunidades de mujeres en Google, comunidades de bienestar personal y LGBTQ+ organizaron una variedad de eventos virtuales, como conversaciones informales, actividades para la salud física y mental y foros sobre cómo administrar la productividad. A su vez, la comunidad de asiáticos en Google Estados Unidos incorporó distintos recursos y estableció horarios de conexión en línea para que cualquier empleado pudiera ingresar a hablar o conectarse en un espacio relajado e informal.
2. Acompaña a tu equipo: Todos estamos adaptándonos a nuevas responsabilidades. Y los líderes de equipo tienen un papel singular a la hora de cuidar de sus equipos y garantizar que sus miembros tengan todo lo que necesitan para permanecer saludables y productivos. Por ejemplo, considera pedir a los gerentes que trabajen junto a sus equipos para diseñar cronogramas de trabajo flexibles. Conversar periódicamente con los empleados acerca de cómo distribuyen su tiempo y qué proyectos deberían priorizarse es una manera de comprender cómo están transitando este momento.
También es importante encontrar soluciones que funcionen tanto para el trabajo como para las necesidades del hogar. Expandimos de manera temporal y global nuestra política actual de licencias por cuidado de familiares con el fin de asistir a los empleados que necesiten días laborales completos o media jornada para cuidar a su familia. Más allá de las políticas formales, los gerentes tienen un papel fundamental a la hora de garantizar que los empleados reciban asistencia y se sientan incluidos.
3. Ayuda a las personas a expresarse: Las reuniones remotas ayudan a los equipos a seguir conectados, aunque puede ocurrir que a algunos participantes les resulte aún más difícil decir lo que piensan. Queremos que todos se sientan cómodos, empoderados y escuchados, porque eso los ayuda (y nos ayuda) a ser más exitosos. Para asegurarte de escuchar a todas las voces, utiliza indicadores multisensoriales a fin de identificar a las personas que hablan y las que escuchan. Motivamos a los empleados para que eviten utilizar señales visuales, como los gestos, porque las personas con discapacidad visual, las que se encuentran temporalmente distraídas o las que tienen conexiones a Internet de mala calidad podrían no verlas.
Además, considera asignar un moderador diferente del orador, si es posible, para ayudar a los participantes a hacer preguntas en tiempo real. Un moderador reduce al orador la carga que implica prestar atención al lenguaje corporal de los participantes o su activación del sonido, y ayuda a los participantes a comprender cuándo pueden hablar. También es una buena idea asignar unos minutos de la reunión a quienes no hablaron durante la llamada; esto permite optimizar el tiempo y crear un espacio apto para aportes. Pero no sientas que debes consultar a cada uno su opinión; asignar una cantidad de tiempo acorde al número de participantes no necesariamente implica que todos tengan que contribuir. A su vez, dado que algunas personas formulan y comunican mejor sus inquietudes por escrito, considera utilizar un canal o un documento compartido para que los participantes escriban sus preguntas y el orador o el moderador las respondan. Además, el acto de escribir obliga a las personas a ser más breves y claras.
4. Asegúrate de que las reuniones y las presentaciones sean accesibles para todos: La accesibilidad es un componente clave de la inclusión. Proporciona la opción de entrar a la reunión por teléfono para quienes no tienen una buena conexión a Internet. A su vez, recuerda que los participantes pueden desactivar sus cámaras para mejorar la conexión, o bien ajustar la calidad del video. Para las presentaciones, utilizar un tamaño de fuente grande y un alto nivel de contraste ayuda a las personas a ver las imágenes y a leer el texto con facilidad (haz clic aquí para obtener información sobre cómo hacerlo en Documentos de Google y en Presentaciones). Las diapositivas son una herramienta útil, pero es posible que no todos puedan verlas. Por lo tanto, recomendamos también ofrecer alternativas a la información exclusivamente visual.
Por ejemplo, puedes brindar un resumen verbal sobre las fotos o los gráficos que se muestren. Si deseas compartir tus diapositivas, documentos y otros materiales, recuerda agregar texto alternativo o descripciones textuales sobre los recursos visuales a tus imágenes y gráficos para que quienes usan lectores de pantalla sepan qué elementos se están mostrando.
Por último, cuando utilices fotografías, procura mostrar diversidad de razas, colores de piel, tallas, orígenes culturales, nombres, tipos de cabello, habilidades, géneros, edades, ubicaciones geográficas, etc. Las personas que aparezcan en estas imágenes deben representar orígenes diversos con el fin de representar mejor a todos los individuos.
Centrar el foco en la inclusión ayuda a fortalecer el sentido de pertenencia. Por eso, es fundamental que te asegures de proporcionar un lugar de trabajo en el que las personas con diferentes puntos de vista, orígenes y experiencias puedan dar lo mejor de sí mismas y colaborar con los demás. Estas sugerencias no son exhaustivas en absoluto, sino que pretenden ser un punto de partida útil para empoderar a los empleados a fin de que puedan participar y colaborar de formas significativas.