Gaby Rojas Teasdale
Presidenta de la Fundación Transformación Paraguay.
Cada uno de nosotros tiene una historia diferente, un mundo propio, y dentro de ese mundo, existen desafíos que debemos enfrentar día a día. Muchas situaciones pueden ocurrir de manera inesperada, como la que estamos viviendo a nivel mundial con la pandemia. Pero es en medio del caos y de la lucha donde tenemos que reconocernos y decidir con qué actitud saldremos al campo de batalla.
Todos conocemos la historia de David y Goliat. Y sabemos la enseñanza que nos deja: la victoria del pequeño frente al gigante, del desamparado frente al poderoso. Es un suceso que nos recuerda que, a pesar de todas las desventajas o situaciones difíciles, existe la posibilidad de salir triunfante.
David rechaza un ofrecimiento de Saúl, quien intenta darle su espada y armadura, y en cambio se inclina para tomar cinco piedras que mete en una especie de onda antes de descender hasta el valle. Cuando Goliat ve al muchachito se siente insultado ya que esperaba librar batalla contra un soldado experto. Y, sin embargo, tenía ante él a un pastor. Al lanzar la piedra, David tumba de un golpe a Goliat, corre hacia él y lo decapita con su espada.
El combate revela la lectura errónea que todos nosotros tenemos acerca del poder. Fácilmente juzgamos y categorizamos a las personas por lo que se ve afuera, una apariencia que muchas veces esconde el verdadero valor del ser humano, el poder que viene desde adentro.
Esta historia también nos conecta con nuestros propios gigantes. Estoy segura de que David sintió miedo e inseguridad al tomar la decisión de enfrentar a Goliat, pero confió en ese talento que desarrolló durante toda su vida. David sabía manejar la honda, tenía experiencia enfrentando a leones, lobos y osos. Y en la lucha demostró su capacidad, valentía y puntería con una fuerza que le venía desde dentro. Su propósito era mucho más grande de lo que él imaginaba, y su actitud en ese momento de incertidumbre fue el inicio de un futuro mejor y aún más desafiante.
¿Quién puede ser el gigante en nuestras vidas? Un gigante es cualquier miedo, situación difícil o problema que enfrentamos. Podría ser un paradigma o pensamiento que debemos vencer para trabajar en ese propósito que tenemos aquí en la tierra.
En su libro “Cómo matar gigantes”, Timothy Teasdale habla de diferentes prácticas que podemos llevar a cabo para vencer a esos enemigos. Me gustaría compartir tres de esas técnicas que en este momento nos podrían servir a todos:
1-Cuida tu salud y la de tu familia: no desees un cuerpo sano y fuerte, trabaja por él todos los días. Recuerda que es tu activo más valioso. 2- Cuida tu mente: el gigante más grande que tienes que enfrentar yace dentro tuyo y la mayoría de las veces son tus creencias, pensamientos negativos e información contaminada que te limita y bloquea la posibilidad de convertirte en la mejor versión de ti mismo. 3.- Cuida tu espíritu: el filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin declaró: “No somos seres físicos que tengan una experiencia espiritual; somos seres espirituales que tenemos una experiencia física”. Por lo tanto, practica la contemplación y meditación, conócete bien a ti mismo y conéctate con líderes espirituales que puedan nutrir tu camino. Juana de Arco, luchadora de la liberación francesa (1412-1431), no pudo decirlo de mejor manera: “Yo no tengo miedo, nací para esto”. Nacimos valientes y este es nuestro momento aquí en la tierra. Todo lo que hagamos ahora determinará nuestras futuras victorias. Reconozcamos a nuestros gigantes, pero primero, antes de salir a luchar, reconozcamos quiénes somos y en quiénes nos queremos convertir. La vida es ahora, empieza a escribir tu historia. Esa que vale la pena ser contada.