Por Sofía Shirahama
Country Manager de Great Place to Work Paraguay
Desde enero del 2017 estoy aprendiendo de los líderes de los mejores lugares para trabajar a nivel global y compartiendo los desafíos de nuestros líderes locales que rankean entre los mejores lugares para trabajar en Paraguay.
Hoy, con orgullo, puedo dar fe de que existen. No son muchos, aunque suficientes para inspirarnos a seguir este modelo de liderazgo y cultura organizacional.
He consultado los resultados de las investigaciones sobre liderazgo y culturas de confianza de Great Place to Work para expresarme con propiedad. Por ello, hoy puedo hablar sobre las organizaciones que posiblemente salgan fortalecidas después de esta crisis.
Ellas lideran cumpliendo con su propósito a favor de la sociedad, tomando un papel activo, responsable y consecuente. Son coherentes con sus valores a la hora de tomar decisiones.
Ellas tienen el apoyo de sus accionistas y de su CEO, no dudan en que la prioridad es asegurar la salud de sus colaboradores para que el negocio pueda seguir. Ellas vienen desarrollando una cultura de confianza y colaboración entre todos.

EL LÍDER QUE GENERA CONFIANZA

El líder emergente en estas compañías es un campeón. Logra mejores resultados en los negocios generando confianza en sus equipos y maximizando el potencial humano de cada uno de ellos.
Logra la retención de los mejores talentos, aumenta la predisposición a innovar y la agilidad organizacional. Dan y reciben feedback de sus colaboradores y generan una buena experiencia para el colaborador.
Así es como estos líderes logran aumentar la productividad generando una ventaja competitiva a mediano y largo plazo. Aunque sean pocos, existen y nos inspiran a seguirlos. Y sigo, el líder de estos equipos es genuino, apasionado y guía a su equipo con humildad y agilidad. Es transparente, cuida de su equipo y del negocio. Genera nuevos líderes dentro de sus equipos.
Además, vive inspirado por un propósito, es coherente con sus valores. En estos momentos de crisis se ven más los resultados de este tipo de liderazgo.
Él sabe que no está solo. Ha maximizado el potencial de su gente y cuenta con ella para enfrentar los desafíos actuales. Desafía constantemente a sus equipos a darlo todo, a entregar lo mejor de sí y no solo como profesionales, sino como personas para lograr todo aquello que pensaron que podían hacerlo para bien de su líder, de su equipo, de su organización y de su comunidad.
Reconoce constantemente a su gente, el tipo de comunicación es para guiar e inspirar no para ordenar y controlar.
En estos equipos aparece de manera natural la innovación y la mejora continua, aumentando la calidad de los servicios y productos, siendo más eficientes y, por ende, aumentando la productividad de la organización.
Son equipos de alto rendimiento, muy comprometidos, orgullosos de lo que hacen día a día, en donde la confianza en sus líderes, en sus compañeros y en su organización es la base del éxito de estas organizaciones
El teletrabajo viene a consolidar estos equipos, en donde el líder no tiene la necesidad de controlar si su gente está o no trabajando en sus casas. Él confía en su gente y ellos responden no solo cumpliendo con su rol, sino siendo más innovadores.
En esta crisis ellos aprenden con sus equipos a desarrollar nuevas y mejores formas de comunicación, una conexión humana con sentido, ya que es la clave para lograr alcanzar las metas fortaleciendo la confianza e involucrando a todos en este escenario.
Ellos lanzan mensajes positivos, inspirando a las personas a cuidarse, cuidar de los suyos y dar lo mejor de sí para también cuidar juntos del negocio.
Para más información y datos pueden leer “Un Great Place to Work for All” de Michel C. Bush.