Impulsar el incremento de programas de impacto social y compartir el “Know How” obtenido en más de tres décadas de experiencia en gerencia de proyectos de la sociedad civil, son algunos de los objetivos de la Fundación CIRD.
Empezamos a gerenciar proyectos de la sociedad civil con el propósito de fortalecer a las organizaciones civiles de manera a que ellos puedan ser actores proactivos en el desarrollo del país”, sostiene Agustín Carrizosa, presidente ejecutivo del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD). Rememorando sus inicios, comenta que la institución nace como un programa desplegado por el Comité Paraguay Kansas para acompañar proyectos de impacto social. Entre 1988 y 1989 fueron implementado proyectos cada vez más grandes por lo que se convirtió en una organización autónoma.
“En una primera etapa, lo que hacíamos era capacitar a las organizaciones a través del proyecto denominado “Iniciativa ciudadana”, gracias al cual también pudimos apoyar financieramente a algunas organizaciones que surgieron en esa época.
También sostiene que hoy, a sus 33 años, el CIRD es una organización especializada en resolver problemas complejos que se vinculan al desarrollo social. A lo largo del trayecto emprendido han aprendido a gerenciar proyectos y abordar problemáticas específicas y de bien común.
En este contexto, Agustín recuerda la importancia de colaborar con el sector público, teniendo en cuenta que posee un amplio abanico de demandas que, muchas veces, no les permite abordar a profundidad problemáticas específicas. “Nos asociamos al Gobierno desde una perspectiva de apoyo y cooperación técnica para lograr que los proyectos tengan un impacto real y, sobre todo, sean sostenibles en el tiempo”, añade.
Actualmente, la fundación cuenta con un plantel fijo de entre 60 y 70 personas, mientras que con el plantel de colaboradores externos llegan a los 130 aproximadamente. Además, se definen como una organización de segunda base. “Los proyectos son implementados por las instituciones públicas y organizaciones, nosotros trabajamos en brindar herramientas para el gerenciamiento de estos proyectos, acompañamos su desarrollo y trabajamos con las poblaciones beneficiadas o las organizaciones involucradas. Esto porque el impacto y la sostenibilidad solo se logra a través de la capacidad instalada (recursos) y la gente formada en el tema”, detalla el presidente.
Proyectos. La fundación ha trabajado en más de 120 proyectos, algunos de ellos con cobertura a nivel país y con varios años de duración. Sus áreas de acción son el fortalecimiento de la sociedad civil, la reforma del sector de la salud, el desarrollo juvenil, la cultura política y la gobernabilidad, el capital social y la responsabilidad social.
Bajo esta mirada, han acompañado proyectos relacionados con las farmacias sociales, los consejos locales de salud, proyectos de empleo juvenil (primer empleo y autoempleo), capacitación de jóvenes, economía creativa, emprendedurismo, inclusión, agricultura familiar, gobierno abierto, programas de VIH, entre otros. Todos con impacto social e involucramiento ciudadano y con miras al desarrollo país.
Tecnicaturas. Enfocados en brindar un servicio más integral, hace cuatro años en la fundación decidieron sistematizar toda la experiencia obtenida y transformarla en la capacidad de formación y capacitación. “Nos dimos cuenta que una vez concluido el periodo de implementación del proyecto, si no hay gente capacitada para dar continuidad al mismo se pierde, en especial en el sector público, donde hay cambio permanente de funcionarios”, agrega.
Fue así como surgió el Instituto CIRD, pionero en el diseño y en la implementación de cursos de diplomado y maestría en entornos virtuales para el sector público y municipal. Ofrece cursos de posgrado y diplomados, de formación continua y en la modalidad in company.
Su especialidad es la formación en materia de gestión eficiente, estrategias de negocios, desarrollo, gerentes en gestión pública, liderazgo, responsabilidad social y capacidad de toma de decisiones, entre otros.
Recientemente, el instituto lanzó tres carreras técnicas profesionales para fortalecer la capacidad de gestión del sector público y privado. Estas son: Tecnicatura Superior en Administración, Gestión y Finanzas; Tecnicatura Superior en Administración Pública y Tecnicatura Superior en Desarrollo Social Comunitario. Son programas de formación más dinámicos y participativos que los convencionales, y con una duración de dos años.
Están orientados a trabajadores del sector público y privado y jóvenes recién graduados de la escolar básica. Estas tecnicaturas brindan herramientas administrativas, optimización de gestión, promueve la formación de agentes de promoción social y comunitaria, encaminado hacia un nuevo concepto de aprendizaje orientado a las habilidades del siglo XXI, con una continua actualización.
Asimismo, disponen de diplomados en áreas como: gerencia en servicio de salud; capacitación y formación profesional; gerencia pública y desarrollo local; políticas públicas; diseño, gestión y evaluación de proyectos; gestión financiera y municipal, entre otros. Cada programa está orientado a satisfacer la necesidad de profesionales especializados en áreas específicas.
En cuanto al ecosistema actual para el desarrollo de iniciativas de impacto social, el presidente comenta que se dan dos grandes fenómenos: la cooperación internacional está cambiando, pasó de resolver proyectos macro a centrarse en problemas específicos. Mientras que por otro lado, el Estado se está abriendo a recibir el apoyo y la participación de otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, refiere que desde la Fundación CIRD buscan promover un ecosistema de trabajo colaborativo. “El ecosistema, a diferencia de las alianzas, es un paso más porque apunta al trabajo entre diversas organizaciones de manera a que estas se complementen para dar vida y abordar distintos temas”, finalizó