Coca-Cola, a través de su planta embotelladora Paraguay Refrescos SA, se suma a la tendencia mundial de la economía circular con su apuesta por reducir, reciclar y reutilizar. Mediante esta actuación, la compañía no solo busca maximizar su valor y rentabilidad, sino que también impulsar la sostenibilidad ambiental para que “Vivamos más Retornable”.
Nada se pierde todo se transforma. En nuestro planeta los recursos son limitados, la población mundial sigue creciendo y ello supone la necesidad de plantearse soluciones que apuesten por patrones de crecimiento inspirados en el respeto a la naturaleza.
Conscientes de que el modelo económico lineal de extraer, producir, usar y tirar ya no resulta sostenible, la llamada economía circular es una alternativa válida para hacer frente a la problemática. Esta propone reducir, reutilizar y reciclar. Se trata entonces, de una propuesta en la que no hay residuos, pues todos los materiales y bienes de la cadena productiva sirven para alimentar otros ciclos de uso y producción.
Coca-Cola Paresa Paraguay se sitúa a la vanguardia en este ámbito, al incorporar el ecodiseño en la concepción y fabricación de sus envases. De este modo, en los últimos años ha conseguido aligerar el peso de sus botellas para emplear menos recursos y facilitar el reciclaje.
Ante todo sostenible. Hace más de 50 años, la compañía de refrescos aporta fuertemente al crecimiento de la economía local, a través de la generación de más de 25.000 puestos de trabajo a lo largo de su cadena de valor; y también al desarrollo social de la comunidad local, mediante iniciativas que impulsan la conservación del medio ambiente, el uso racional de los recursos naturales y el cuidado de los cauces hídricos.
Como parte de este compromiso, Coca-Cola dio vida a la campaña “Vivamos más Retornable”, que invita a las personas a optar por envases retornables por sus beneficios para el NEGOCIOS ambiente y su conveniencia económica, además de ser una forma simple de sumar a la iniciativa global “Un mundo sin residuos”. Este compromiso implica que para 2030, Coca-Cola recolectará el equivalente de envases que ponga en el mercado y, en paralelo, reciclará y reducirá la cantidad de plástico que usa en los mismos.
De allí que, cada vez que se destapa un envase retornable de Coca-Cola, se pone en movimiento un circuito productivo y económico circular que, además de incluir a varios actores -consumidores, almaceneros y distribuidores- permite cuidar el medio ambiente.
El ciclo de una botella retornable es largo. Este tipo de envase da varias vueltas antes de terminar su vida útil, ya que posee la virtud de recuperarse y acondicionarse rápidamente antes de volver al mercado.
Mientras que una botella retornable de plástico puede llegar a usarse 12 veces, una de vidrio alcanza un total de 35 usos. Cumplido ese ciclo, estas botellas son inmediatamente recicladas y vuelven a convertirse en envases.
En este contexto, Ángel Almada Torras, gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola Paresa, explicó que en la planta industrial pasan diariamente una gran cantidad de botellas por este proceso de retornabilidad. Las botellas aptas para su reutilización vuelven al mercado tras ser sometidas a múltiples etapas de inspección automática, limpieza mecánica y un proceso de lavado y sanitización que asegura la integridad física y sanitaria de los envases. De este modo, los envases son reinsertados en el circuito en las mejores condiciones para transitar el ciclo nuevamente; y aquellos que son apartados, son reciclados y reutilizados para convertirse nuevamente en botellas u otros productos.
“El proceso de retornabilidad de una botella implica un circuito en el que el consumidor devuelve un envase vacío en un punto de venta. Ese envase regresa a la planta para ser sometido a un riguroso proceso de lavado e inspección electrónica.
Los envases que conservan su calidad intacta son rellenados nuevamente, y los que no cumplen con ese requisito se destruyen y reciclan para otros procesos de fabricación. Este ciclo de reducir, reutilizar y reciclar son los pasos básicos de una economía circular que ayudan a disminuir la generación de desechos”, explicó el gerente.
Es importante destacar que Paraguay es el líder de la región en retornabilidad. Esto significa que el 42% de las botellas de Coca-Cola Paresa Paraguay que se consume en todo el país son botellas retornables.
“Tenemos que considerar un doble impacto positivo al impulsar la retornabilidad: en el caso del medio ambiente un envase retornable puede ser rellenado hasta 15 veces, el consumo de PET se reduce un 80%, al mismo tiempo que reduce significativamente la huella de carbono; también los consumidores son beneficiados al consumir estos productos, ya que representa un ahorro del 25% respecto de los envases no retornables” indicó Almada Torras.
Impulsar la retornabilidad ha sido una de las aristas para contribuir a la meta global que la compañía se ha propuesto. Su principal foco es informar sobre el impacto que tiene esta decisión de compra y posicionarla como una forma de crear conciencia entre los consumidores.
Oportunidad de transformación. Considerando que la tasa de reciclaje en Paraguay es menor al 10%, existe un panorama interesante en el desarrollo de la economía circular en nuestro país. Según la Compañía Recicladora (CORESA) un 60% de las botellas plásticas se reciclan en Paraguay. De la materia prima obtenida del reciclaje de estas botellas, se vuelven a fabricar envases, láminas, alfombras para vehículos, tejidos sintéticos, remeras deportivas, y un extenso listado de productos.
Coca-Cola Paresa Paraguay cree firmemente que, más allá de una necesidad, sumarse a la economía circular es una oportunidad para convertirse en protagonista del cambio hacia un modelo sostenible y rentable.
Su responsabilidad es también utilizar su visibilidad y la fuerza de sus marcas para lograr que otras empresas y consumidores se lancen con ella y juntos avancen hacia esta transformación.
Otros proyectos sustentables. Ángel Almada Torrás detalló algunos de los demás planes de sustentabilidad que Coca-Cola Paraguay viene liderando a nivel local.
“La sustentabilidad se construye desde el corazón de nuestro negocio y en paralelo, tenemos distintas iniciativas que desarrollamos en nuestro país en colaboración con aliados. En lo que respecta a la Conservación del Agua, asumimos a nivel mundial el compromiso para el 2020 de regresar a la naturaleza y a las comunidades el 100% del agua que utiliza en sus procesos de producción. En Paraguay, junto a la Fundación Moisés Bertoni y Avina, impulsamos el proyecto de “Conservación de Agua en la Reserva Mbaracayú”, que tiene por objetivo implementar buenas prácticas agrícolas en 300 hectáreas de pequeños productores, para lograr una mayor infiltración del agua a las napas subterráneas", expresó.
Con respecto al reciclaje, Almada dijo que impulsan la mesa local de la Iniciativa Regional de Reciclaje Inclusivo, junto a Avina, el BID y Pepsico, y realizan un relevamiento de las problemáticas sociales y ambientales en la gestión de residuos en Asunción y Gran Asunción, identificando oportunidades de implementación de buenas prácticas en la gestión de residuos involucrando también al sector público, organizaciones sociales y recicladores.
También impulsan “Asunción Recicla” junto a Soluciones Ecológicas, teniendo como aliado gubernamental a la Municipalidad de Asunción. "Este proyecto busca promover el cuidado del ambiente a través de un proceso de capacitación a 10 Comisiones Vecinales de la Ciudad de Asunción y que posteriormente concluirá con un desafío entre las Comisiones Vecinales seleccionadas. El objetivo de este desafío es la correcta separación de residuos en origen y posterior reciclaje", comentó.
En lo que respecta a la comunidad, adelantó que trabajan con el empoderamiento económico de la mujer, a través del programa “Emprendemos Juntas”, que forma parte de 5by20, iniciativa global de Coca-Cola que busca empoderar económicamente a 5 millones de mujeres en todo el mundo para el año 2020. Localmente es implementado en conjunto con la Fundación Paraguaya y financiado por la Fundación Coca-Cola y busca que mujeres en situación de vulnerabilidad fortalezcan sus emprendimientos, mejoren sus ingresos y la calidad de vida de su comunidad.
"Creemos en el trabajo colaborativo, donde se une el sector público, el privado y las organizaciones de la sociedad civil se logra alcanzar un impacto mucho mayor, es por lo que recientemente realizamos una firma de cooperación y alianza institucional con la Oficina de la Primera Dama, con el objetivo que este programa tenga un alcance a nivel país", anunció.
En la ciudad de Ñemby – zona de influencia directa de la planta embotelladora – apoyan el programa “H2O Sonidos de Ñemby”, que busca impulsar diversas iniciativas para la protección de la Cuenca hídrica del arroyo de esta ciudad, a través de la música y la participación ciudadana, mediante talleres de formación de líderes ambientales y mingas ambientales en colegios de la zona.
“Cuando prosperamos, cuando nuestro negocio crece de la manera correcta contribuimos a generar oportunidades compartidas para nuestras comunidades, clientes y aliados. No hacemos las cosas de la manera más fácil, elegimos hacerlo de la manera correcta", puntualizó el gerente.