Oslo, Noruega | AFP.
Cientos de miles de personas en todo el mundo firmaron una petición para retirar el premio Nobel de la Paz a la líder birmana Aung San Suu Kyi, muy criticada por su gestión de la crisis de los rohinyás, algo que el comité noruego del Nobel considera imposible.
La petición en internet "Retiren el premio Nobel de la Paz a Aung San Suu Kyi" había recogido 364.000 firmas hasta este jueves. "Hasta ahora Aung San Suu Kyi, quien dirige de facto Birmania, no ha hecho prácticamente nada para detener este crimen contra la humanidad en su país", estima el impulsor del texto, un indonesio.
Según la ONU, unas 164.000 personas, en su mayoría rohinyás, huyeron de la violencia en las últimas dos semanas para refugiarse en el vecino Bangladés.
Suu Kyi, muy criticada en el extranjero por su silencio sobre la suerte de esta minoría musulmana, denunció el miércoles un "iceberg de desinformación" que da, según ella, una versión engañosa de la crisis.
En Oslo, el comité del Nobel señaló que sus estatutos hacen imposible retirar un premio.
"Ni el testamento de Alfred Nobel ni los estatutos de la Fundación Nobel contemplan la posibilidad de que un Premio Nobel (…) sea retirado. La cuestión no se plantea por tanto formalmente", dijo a la AFP el secretario del comité, Olav Njølstad.
"El Comité del Nobel solo evalúa los esfuerzos de un galardonado hasta la atribución del premio", agregó.
Aung San Suu Kyi ganó el nobel de la Paz en 1991, cuando cumplía arresto domiciliario en su país, y no pudo viajar a Oslo para pronunciar su discurso de aceptación hasta 21 años después.
Desde hace décadas, los rohinyás, que representan alrededor de un millón de personas en Birmania, son víctimas de discriminaciones en ese país en el que alrededor del 90% de la población es budista.
Considerados extranjeros, los rohinyás son apátridas, a pesar de que algunos viven en Birmania desde hace generaciones.
Algunos analistas consideran que la nobel es impotente ante el auge de los budistas extremistas y un ejército que sigue siendo muy poderoso, incluso políticamente, en un país que fue durante 50 años una dictadura militar.