Por: Beltrán Macchi

Director Ejecutivo de Visión Banco y dirigente gremial empresarial.

En estos días, se presentó el informe de empleo 2008/2015 elaborado por el Banco Mundial y posteriormente un relatorio de las Naciones Unidas sobre el empleo digno en Paraguay. Sin pretender analizar minuciosamente ambos informes y como me tocó comentar el reporte en un encuentro público, quise compartir con los lectores algunos temas que considero importantes de resaltar. En primer lugar, en el período analizado se registró la creación de 72.000 nuevos puestos de trabajo netos anuales. Se proyecta que entre 2015 y 2030 se necesitará generar 66.000 puestos anuales y que dicha meta se lograría con un crecimiento promedio de 3,7 % anual.
Un primer comentario a esta afirmación es que, en los años 2016 y parte de 2017, el desempleo ha aumentado y la pobreza también, a pesar de que el crecimiento se situó en el rango anteriormente mencionado. También en este período se ha reducido el ingreso medio del sector privado, lo que denota que se han perdido empleos mejor remunerados. Podemos señalar entonces que el crecimiento debe darse en sectores generadores de empleo para que la condición de creación de empleos mencionada en el estudio se dé; lo cual nos lleva a revisar permanentemente la estrategia de crecimiento de los sectores micro si queremos lograr la creación de empleos necesarios en el futuro.
Otro dato que aporta el estudio, es que el comercio es responsable del 40% de los nuevos empleos netos y los servicios públicos del 20%, el resto se da en diversos sectores. Sabemos que en el período mencionado, Paraguay se benefició del súper ciclo que favoreció la inversión privada y también de una reforma impositiva que aumentó considerablemente la recaudación que permitió al Estado mejorar, muy por encima de los niveles del sector privado, los salarios del sector público, así como contratar un número importante de nuevos funcionarios públicos. A mi entender estas dos situaciones no se podrán repetir a futuro y el empleo deberá necesariamente crearse en el sector privado.
La buena noticia es que los empleos formales crecieron fuertemente y esto contribuyó a un aumento de la productividad laboral, se crearon 372.000 puestos formales y 179.000 informales, lo que redujo la tasa de informalidad del 79% al 71%. El sector privado añadió 200.000 nuevos puestos formales, mientras que el sector público 94.000. Estos crecimientos se tradujeron en empleos de calidad y mejoraron en general los ingresos de los asalariados; finalmente la combinación de más empleos y mejores salarios contribuyó a reducir la pobreza en forma importante.
El trabajo reporta además que el acceso a mejores trabajos es desigual y menciona, entre otros, que los empleos formales son mejores que los informales, que las características del hogar determinan el acceso a buenos empleos, la región geográfica urbana o rural también es determinante; no es fácil pasar del empleo informal al formal, el trabajo estable se da más en el empleo formal y en especial en el público, la educación es otro factor determinante. El empleo informal de baja productividad sigue dominando en los sectores comerciales, agricultura y construcción.
El reporte señala cuatro retos hacia el futuro; seguir creando empleos que acompañen el crecimiento de la fuerza laboral; actividades económicas más diversas, en sectores, zonas geográficas y competencias; la mejora de la calidad de empleo sobre todo en los sectores de menor productividad y mejor acceso a empleos para mujeres, jóvenes, trabajadores rurales y pobres.
Por otro lado, la relatora de NNUU, menciona especialmente los aspectos a mejorar sobre el criadazgo, trabajo infantil o peores formas de trabajo infantil y el trabajo esclavo y menciona recomendaciones a tomar en cuenta para mejorar la posición del Paraguay en cuanto a estos derechos fundamentales.
Más allá de verificar que lo mencionado en el relatorio sea real, y que es una tarea que creo el Gobierno debe encarar para precisar las acciones correctivas junto con el sector privado; considero que estas situaciones son propias de un país que se debate hacia un futuro mejor de empleos dignos. Lo hicimos del 2008 al 2015, tal como se demuestra en el estudio del Banco Mundial y lo haremos si cuidamos la inversión privada, que es naturalmente la responsable del 90% de la creación de empleos en la mayoría de los países.
Sería bueno que nuestras autoridades de los tres poderes, se pregunten siempre ante la necesidad de tomar alguna medida, si ésta beneficia o no la inversión privada y si beneficia o no la creación de empleos dignos. Yendo más allá, sería bueno que todos tomemos conciencia de que esto es necesario hacerlo en nuestro día a día.